- 33. Truths !

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Las gotas de sudor se formaban en su frente, y caían levemente hacía sus párpados, estaba alucinando, lo sabía, pero oía susurros, era la voz de Rachel, llamándola acompañada de la voz de una mujer.

"No te mueras"

Aquella mujer sollozaba en un rincón, sosteniendo un bulto, vestía una ropa de manicomio, estaba en una esquina, arrodillada, con sus antebrazos extendidos, sosteniendo un bulto, que movía suavemente, su cabello rubio echo un desastre no permitía ver su cara, sus pies estaban sucios, de barro, aparentemente.

"Por favor, no te mueras" sollozó, una y otra, y otra vez. Alex cerró los ojos al sentir una punzada en la parte superior de su cabeza, apretó los labios tomándose la cabeza con fuerza solo podía oír los sollozos incesantes de aquella pobre mujer. " Azarath, no mueras" sollozaba y un zumbido en su oído hizo que su respiración se agitará, la mujer miró hacía su dirección, sus ojos brillaban en un verde alucinante, sus cuencas literalmente eran fosforesentes y grito: "¡Largo!"

Abrió los ojos con la respiración agitada, estaba en la casa segura de Bruce, pero no en la qué habían estado horas antes, si no en la que solía salir de vacaciones con Jason cuándo Bruce se reunía con la Liga.  Volteó su cabeza lado a lado, buscando algo que le fuera de utilidad de alguna pista de sea lo que sea que estaba sucediendo.

En el pequeño mueble estaba la fotografía de Jason sentado sobre el respaldo de un sofá rojo, dónde ella descansaba con una sonrisa, en su regazo descansaba Matthew. Ese día había sido su cumpleaños, y Bruce había llevado a un fotógrafo que sacó esa fotografía.

Tomó la sábana que le cubría y bajo de la enorme cama, el color beige, chocó contra su vista, así que miró hacía la gran puerta, a tropezones, caminó hacía ella, tomó el pomo dorado y la abrió.

En el exterior de la habitación habían miles de puertas con edades, estaba muy confundida, ¿Que rayos estaba sucediendo? Miró hacía la puerta de la que acababa de salir, el número 19 brillaba intensamente.

Con la garganta seca se acercó a una puerta que decía 8 años, al tomar el pomo y abrirla por completo vio a Alfred, llevaba su atuendo común y llevaba una bandeja con un plato de galletas, sus favoritas, con jugo de naranja, se encaminaba hacía el jardín. Era cómo un espejo, podía ver, pero no podía interferir.

𝐁𝐀𝐓𝐆𝐈𝐑𝐋, titansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora