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Pude notar su rostro pálido, sus ojos comenzaban a acuarse queriendo soltar el mar de lágrimas, sus manos hechas puños y su labio inferior temblaba constantemente. Su mirada llena de confusión me pedía a gritos una explicación de mis palabras, explicación que por supuesto le daría

—¿Es broma verdad? D-dime que es broma, no puede.., eso no puede ser verdad Gi, no, no y no — la etapa de negación lo estaba ahogando, se notaba frágil y eso comenzaba a despertar el arrepentimiento en mi, pero aunque eso pasara no podía echarme para atrás ahora, no cuando ya había avanzado muchísimo

—Para nada es un juego Jungkook, nunca jugaría con esto, no haría una broma con algo así. Esto es muy enserio. Quiero terminar contigo, con todo este lazo falso de amor. Quiero darme mi puesto por primera vez en cinco años, odio ser tu segunda opción siempre ser el segundo en recibir un beso, un abrazo o tan siquiera una caricia, la rabia me carcome al saber que de lunes a viernes te encargas de darle amor a tu esposa y a mi solo me tocan tres miseros días, si es que el viernes podríamos contarlo. Odio cuando dicen amarme, odio todo de ti ¡Lo odio! — grité ya exasperado, frágil y muy quebrantado por dentro, la persona que era ahora mismo la había formado Jungkook, el y sus no.

—P-pero yo te amo... Creí que- — lo interrumpí con una risa amarga mientras negaba

—Creiste mal Jungkook, siempre crees todo. ¿Acaso no te dabas de cuenta lo mal que la pasaba? Yo también soy humano, por ende siento todo. Me duele cada vez que me tocas porque por mi mente cruza que también la tocas a ella, y si, se que soy el amante y no tengo el más mínimo derecho a reclamar cuando soy el puto mal tercio aquí, con solo ese título ya soy el más odiado. Pero lo que no saben es como se siente este lado, ¿Que es ser el amante? Todos señalan pero nadie se detiene a pensar que sentimos, lo ilusionados que vamos por este estrecho andar, lo preocupados de ser desplazados porque no somos algo legítimo sino un enredo cualquiera — eso pareció impresionarlo, en nuestros cinco años juntos, nunca me había atrevido a hablar de mis sentimientos acerca de su matrimonio

—Gi eso se puede arreglar, y-yo puedo- — volví a cortarlo con una cachetada que aunque no era el momento tenía muchas ganas de regalarsela

—¡¿Que vas a hacer, ah?! ¿Vas a gritar desde tu imponente piso de oficinas a toda Seúl que soy tu amante? ¿Dejaras a tu esposa por mi? ¿¡¡Dirás que en realidad no eres hetero del todo y así ganarte el desprecio de tu homofóbico padre!!? Oh no espera, es que eres un maldito cobarde y eso no está en tus planes — abrió y cerró su boca aún impresionado de mi actitud libertina

—Yoongi tu no puedes dejarme, no te atreverías, no te lo permito — ahora el impresionado era yo, además de mentirme en mi hermosa cara también me iba a mandar a no dejarlo, tks, touché

—Dejame informarte mi estimado que ya para mí no somos nada. Ahora, puedes proceder a recoger tus porquerías e irte de mi casa  — agradecía a todas las fuerzas divinas que no se me ocurrió aceptar su oferta de que el compraba la casa y me la daba, obviamente el y todo su dinero me aplastarían de manera cruel. Y es que Jungkook era así, lo había visto y confirmado en ocasiones durante todos estos años, el resolvía todo con dinero, sea cuál fuese la situación.

—N-no Yoongi, no lo hagas... Piensa bien las cosas, yo te amo, enserio lo hago... — negué con un duro nudo en mi garganta, le di la espalda sintiendo como mis mejillas se empapaban de lágrimas mías propias. Odiaba ser débil ante el, el hacía que tuviera la confianza de abrirme y ser yo mismo.., pero justo ahora odiaba esto

—Lo siento Jungkook, la decisión ya la tomé y no hay marcha atrás. Ahora vete de mi casa, no te necesito más aquí — eso sonó duro, incluso para mí. Pero no le di más vueltas al asunto y cerré mis ojos permitiendome que las lágrimas salieran en silencio, pude escuchar claramente como el recogía su ropa del clóset, sus cosas del baño y también algunas otras en la mesa de noche, así también como en el escritorio y seguido de sus zapatos.

De ahí no escuché más ruido en la casa, se sentía vacía, hueca y desolada... Me sentía mal por fuera y por dentro peor, el sentimiento amargo crecía más y de culpa también. Sabía que había dañado a Jungkook, le había dado en dónde más le duele.., sus traumas...

La madre de Jungkook lo abandonó cuando a penas era un niño, eso le generó un gran trauma con las personas que se alejan repentinamente, y además, eso no fue lo único. No solo la señora lo dejo a la deriva con un hombre de negocios que no entendía mucho el como cuidar un niño de cuatro años, sino que también le dijo cosas horribles tanto a él como al padre de kook, según el me contó fue todo horrible y revivirlo con personas cercanas a él le duele el doble.

Salí de la habitación con mis ojos empañados directo a la puerta, no sabía que haría pero lo único que sabía era que necesitaba a Jungkook conmigo. Pero la realidad me abofeteo tan fuerte que me detuve en seco justo antes de rotar la manilla, su esposa y la frase «estoy embarazada», eso fue un golpe bajo para mí autoestima. Me deje caer en el gélido suelo abrazando mis piernas, en el hueco que formaba escondí mi rostro llorando desenfrenadamente y de manera libre. Maldeci al aire, grite hasta que mis cuerdas vocales me dijeron basta y golpee todo a mi paso. No sé cuántas horas pasaron, pero me habían dormido ahí luego de mi gran berrinche y la llorada de mi vida.

Unos toques en la  puerta me despertaron, me levanté rápidamente pensando que era Jungkook, miré que era tarde gracias al reloj de la entrada. Abrí la puerta y me desilucione un poco al ver que era Jinha, aún así la abracé escondiendome en su cuello permitiendome llorar, nuevamente. Ella se aferró a mi cuerpo acariciando con su mano libre mi espalda. Con dificultad entramos hasta llegar al sofá en dónde nos dejamos caer fundiendonos en un silencio cómodo porque lo necesitaba, amaba tenerla en momentos así.

Luego de un buen rato me separé un poco notando lo que no pude cuando llegó, había una gran bolsa transparente.., dentro de ella estaba un helado grande de lo que parecía ser vainilla, un envase más grande de gomitas ácidas al igual que una gran botella de vodka acompañando y completando la situación

—Supe lo que pasó con el idiota ese. Bueno, no con detalles pero saqué mis conclusiones, el llegó molestó y llorando así que le pregunté algo y termino pateandome de la oficina diciéndome que viniera a consolarte...

—Gracias por venir Jinnie, enserio... No sabes lo mal que me siento en este momento, siento un gran vacío y arrepentimiento en mi, quiero volver con el y pedirle miles de disculpa — ella nego casi al instante

—Por supuesto que no. Sabes que desde un principio te dije lo mal que me caía el imbécil aquel, así que no hiciste mal al alejarlo de ti.., el no te merece, no ahora que si tendrá una familia Yoon. — suspiré un poco de manera pesada, ella tenía razón pero aún así no iba a dejar de extrañarlo de la noche a la mañana, no cuando mi amor hacía kook era tan profundo e inigualable

—Ahora vamos acabemos el helado, las gomitas que te encantan y bebamos todo el maldito vodka si es necesario ¿Si? — asentí mirándola mientras reía un poco, amaba su manera entusiasta de ver la vida y la forma de vivirla.

«It's obvious, you're meant for me
Every piece of you, it just fits perfectly
Every second, every thought
I'm in so deep
But I'll never show it on my face (Secret love song

Dᴏɴ'ᴛ Cʀʏ {Kᴏᴏᴋɢɪ} || Finalizada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora