;; 06 ;;

912 97 13
                                    











P.O.V Yoongi

Tres semanas se dice muy fácil, pero para mí no. Decirlo para mí es lo más duro sobre todo por los acontecimientos con Jungkook... Oh, Jungkook... Lo extraño tanto.

Estos últimos días lloré como nadie más lo había hecho, lloré sin pena, solo o en ocasiones acompañado pero aún así no deje de llorar... Había momento en los que me arrepentía de terminarle pero el recuerdo de que será papá me atormenta haciendo que me hunda más en el hueco que estoy llamado depresión.

Jinha y Hoseok me obligaron a salir de casa, por ello es que ahora estoy aquí, en las oficinas donde trabajo. Según sus palabras trabajar en lo que amo me hará bien para despejar un poco mi mente, así que como no tenía nada que perder lo hice, y por eso ahora estoy aquí.

Baje del auto de Hoseok despidiéndome con una media sonrisa, al mirar su vehículo irse me di la vuelta suspirando. Hubiera seguido mi camino y entrar de no ser por una cabellera castaña que reconocí al instante, tantos años y nunca podría pasar desapercibido ante mi. Fruncí mi entrecejo confundido ¿Que hacía Jungkook aquí? No entendía nada, lo bueno era que no me había visto y esto me mantenía mínimamente tranquilo, pero la duda seguía dentro de mi.

No le dí más vueltas al asunto y entre finalmente pero en el camino me encontré a mi jefe, quién con una cara neutra me pidió raramente que lo acompañase a su oficina. Y así fue, entre al lugar sentandome cuando lo pidió mirándolo sentarse también.

—Yoongi, se que es un poco repentino esto pero por corte de personal debemos despedirte. No te lo tomes personal, simplemente es momentáneamente — esto si que era raro, primero me consigo a kook abajo, luego esto ¡Que más! Carajo este trabajo era mi vida. Desde que llegué aquí me acogieron y perder esto era lo último que quería

—Pero ¿Por qué yo? Es decir, según sus propias palabras soy un as de compositor y productor, ahora me está echando... Sin más... Así de simple ¿Es una broma verdad?

—Quisiera que fuera una broma Yoongi pero no, solo no puedo

—Esto es maravilloso, si claro. Sabía que hoy no era mi día, los signos saben cosas y dan muchas señales ¡Los planetas no estaban a mi favor! — odiaba esto, enserio lo hacía. Y es que... Un momento... ¡Claro!. —¡Por supuesto! ¡¿Cómo no lo pensé antes?! Uish, ese maldito hijo de puta

Corrí como nunca lo había hecho en mi vida por toda la ciudad. Estuve apunto de golpear a ese señor que se hacía llamar mi jefe pero el no tenía la culpa de ser tan avaricioso, el no tenía la culpa de dejarse manipular por Jungkook. Porque si, estaba casi seguro que había sido Jungkook, lo conozco, tanto que se cómo se mueve para conseguir lo que quiere. Si piensa que haciéndome perder mi trabajo volveré con el, está muy equivocado

Al llegar a su empresa entre tranquilamente, como comúnmente lo hacía. Pase por los pasillos y en vez de usar el ascensor subí los quince pisos por las escaleras.

Sudado, agitado y furioso llegué, pero no me detuve. Miré a Jinha mirarme, se impresionó y lo supe, pero eso no me importo

—Gigi no puedes entrar

—Al carajo Jinnie — con mis puños apretados entre azotando la puerta de madera mirando a Jungkook junto a su esposa Ryujin. Eso me molestó muchísimo más

Me acerque a ellos a largas zancadas y sin importarme aparte a Ryujin, ella me grito un par de cosas pero ahora estaba concentrado en ese hombre frente a mi. Lo miré con odio y con toda la impotencia del mundo le pegué una cachetada, y luego de esa otra más por simple gozo. Sentí tanta satisfacción conmigo mismo al mirar su rostro impresionado y un poco asustado por mi actitud

—Te odio Jeon Jungkook, no sabes cuánto

—Ryujin vete — su voz sonó dura, rasposa, cortante y también un poco quebrada. Pero aún así no me doblegue ante el

Miré como la tipa esa se fue un poco molesta, pero no me pudo importar nada. Nos miramos a los ojos por un largo rato, yo gruñía y la rabia salía de mis poros, y el no era lo contrario. Estábamos teniendo una batalla de miradas, para ver quién estaba más molesto, pero la respuesta era obvia

—Felicitaciones Jungkookie — dije en un tono sarcástico respirando irregularmente

—¿Por qué haces eso Yoongi? — me reí, si me reí, me causó tanta gracia su pregunta que lo hice libremente

—¿Por qué? ¿Todavía preguntas por qué, maldito psicópata? Si crees que la mejor manera para que haya algo entre nosotros es pagando para que me boten de mi trabajo no estás ni al grado de agradarme

—¿Yo? — creo que eso fué sarcasmo

—No te hagas el idiota, te conozco Jungkook. Pero esto no se queda así, ni pienses que me rendiré ante ti y te pediré perdón para luego ser la familia perfecta, tu, tu hijo, tu esposa y yo. Eres un ser aborreciable

—Esto es por nuestro bien — y otra cachetada. Creo que pegarle a Jungkook se está volviendo mi actividad favorita, es desestresante

—Es por tu bien. Para sentirte mejor contigo mismo. Pero no Jungkook, si tanto me amas déjame ir, se felíz con tu hijo y tu esposa. Eso escogiste cuando decidiste usar tu pene en tu esposa

—No lo pienses así

—¿Cómo no pensarlo así Jungkook? Me traicionaste. Se perfectamente que fuí tu amante, por ende no tenía ni mucho menos tengo ahora el derecho de reclamar que hayas tenido sexo con tu esposa, pero si me lastimaste, basta. Es más, no se ni por qué vine aquí — una lágrima rodó por mis mejillas, el intentó tomar mi mano pero me aparté, negué y salí corriendo de ahí. Esta vez si tomé el ascensor y agradecí plenamente que nadie se subió en este, así tuve la oportunidad de llorar mas

Al llegar abajo caminé hasta afuera de las instalaciones, me impresionó encontrar a Hoseok ahí pero sin hablar lo abracé con fuerza soltando aún más lágrimas

—Jinha me llamó, no debiste venir... Esto te hace daño Gigi — me aferré más a su cuerpo sollozando libremente

—Es un maldito idiota... Si su objetivo es dañarme y quitarme todo lo poco que tengo, entonces lo está logrando

—Mentira Yoongi, el nunca logrará destruirte. Tu eres fuerte te conozco... — sonreí y no dije más. Pasado minutos cuando ya había dejado de llorar me alejé un poco mirándolo —¿Te quito el trabajo verdad? — cuando asentí el gruño seguramente molestisimo —No te preocupes por eso. Eres el mejor y aunque traten de opacarte tu eres una estrella que brilla sola. Mientras pensamos en como puedes seguir desenvolviendote en lo que te gusta, se mi asistente. Últimamente estoy muy agotado y ahogado en trabajo, si me ayudas te lo agradeceré — la idea no estaba mal, además me caería bien tener a mi mejor amigo cerca, el y Jinha eran mi pilar ahora mismo.

Nos fuimos a una heladería por helado, pensé que desde ahora todo iba de peor a mejor pero no... Esto era tormenta tras tormenta.

Al llegar a mi residencia me impresionó encontrar a varios encargados de la convivencia ahí reunidos, pensé que era una conversa normal pero no era así. Cuando Hoseok y yo llegamos a mi puerta me quedé en shock, todas y cada una de mis cosas estaban afuera. Todo muy bien ordenado en cajas, bolsas negras y maletas. El encargado principal estaba ahí mirándome con una cara apenada

—Los siento jóven Min, pero ya no puede seguir viviendo aquí — este en cambio de mi exjefe no me dió excusas tontas, solo se fue dejándome con un nudo en la garganta.

Primero mi trabajo, ahora mi casa ¡Estaba tan seguro que todo estaba vinculado a Jungkook! Pero esto no quedará así, oh por supuesto que no. Estás me las paga











¡Hola!
Hoy decidí hacerlo un poco más largo.
Espero les guste.
También quisiera avisar que mayormente me gustan las historias cortas, así que si no se complican más las cosas entonces terminará rápido:)

Dᴏɴ'ᴛ Cʀʏ {Kᴏᴏᴋɢɪ} || Finalizada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora