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Jungkook entra a su casa y como siempre ahí estaba Lisa para recibirlo.

— ¿Cómo te fue, cariño? —cuestiona ayudando a Jungkook a quitarse su saco y la corbata.

— Como siempre... — suelta un suspiro cansado.

La pelinegra asintió lentamente mientras se alejaba un poco de él e iba a la cocina.

— ¿Vas a cenar o te preparo la cama? —pregunta tímida, no quería hacerlo enojar de nuevo.

— Hazme la cena, omega. No comí nada en el despacho —toma asiento en el fino sofá.

Lisa apresuradamente comenzó a calentar la cena en silencio mientras su pareja veía la television muy cómodamente en el sofá.

Extrañaba al Jungkook de antes, el Jungkook cariñoso, amable y que no la hacia sentir de menos.

Pasaron alrededor de diez minutos cuando ya estaba todo listo.

— Kookie.. ya está la cena —informa mirando al suelo.

— Por fin, pense que nunca estaría —se levanta del sofá y se dirige hacia el comedor sin siquiera mirar a la omega.

Empezó a comer tranquilamente mientras Lisa estaba sentada a lado de él sin decir nada, solo miraba la mesa.

— Ve preparando la cama en lo que termino de comer —ordenó con desdén.

Lisa asintió, se levantó lentamente para evitar hacer algún ruido del que se pudiera quejar su pareja. Caminó hacia la gran habitación y empezó acomodar todo, también le preparó la pijama para que el no tuviera que hacer todo.

Fue al baño a ponerse su pijama y a cepillar sus dientes.

Cuando salió del baño Jungkook estaba ahí cambiándose su camisa de vestir por la de la pijama, dejando ver su cuerpo bien trabajado y sus músculos. Inmediatamente sus mejillas tomaron un rojo carmesí.

Paso a un lado de él y se acostó en su lado de la cama, abrazando una almohada.

— Buenas noches —dijo y cerro los ojos, sabía que si no lo decia Jungkook se molestaría.

No pasaron ni diez segundos cuando Lisa sintió las delgadas y frías manos de su predestinado en su cintura con fuerza. Sabía lo que significaba eso, Jungkook quería tener sexo con ella. No podía negarse ya que el castaño de seguro le daría una buena paliza si lo hacía.

— Lili... Hoy te extrañe mucho —susurró dejando besos en el cuello de la omega.

— Yo también te extrañe —dijo acariciando la mejilla fría de su pareja.

— Demuéstrame cuánto me extrañaste  arrodillandote para mí —deja un casto beso en los labios rosados de su omega, después empieza a quitar la pijama de Lisa.

(...)

Lisa despierta por el sonido de su alarma, la apaga y se queda un rato acostada en la cama. Su cuerpo dolía, Jungkook fue brusco, como siempre. Después de unos momentos se levantó de la cama, sabía que él no estaría ya que hoy tenía una cita importante con unos señores, no recordaba bien. Se fue al baño a limpiar su cuerpo, vio en el espejo su cuerpo con marcas que Jungkook había hecho ayer mientras decía "eres mía".

Lo amaba mucho pero no quería seguir soportando todo esos malos tratos por parte de Jungkook.

Lo peor del caso era su hija Jennie, siempre iba a la hacienda a buscar a su padre y si no lo encontraba le empezaba a decir cosas a ella.

Su madre, Jisoo no era diferente. Siempre buscaba a Jungkook para hacerle de comer y le decía uno que otro insulto a Lisa cuando la veía. Lo peor es que Jungkook, su alfa, nunca hacía o decía nada.

— Tengo que ir a comprar algunas cosas al pueblo y no puedo salir con esto —se dijo así misma tocando los chupones en su cuello,

Una vez ya cambiada, con una blusa de cuello alto para tapar esas marcas, fue caminando hasta la entrada principal. Grande fue su sorpresa al ver a Jennie ahí parada.

— Que asco —dijo mirándola de arriba hacia abajo— ¿Dónde está mi padre? —preguntó prepotente ingresando a la casa.

— No puedes pasar así, no es tu casa —reclamó Lisa.

— ¡Claro que puedo, maldita zorra! — gritó tomando asiento en el sofá

— No soy ninguna zorra.

— Por favor, te metiste con mi padre aún sabiendo que tenía una esposa e hijas —hablo la con rabia.

— No lo sabia... Me enteré cuando él me trajo aquí al pueblo, además somos predestinados — se defendió

— Como sea maldita zorra, ¿Dónde está mi padre? Me urge hablar con él — se levantó del sofa para caminar hacia ella.

— Tuvo un asunto muy importante que atender fuera de aquí, regresa en la noche — responde nerviosa. Le daba miedo, esa omega era capaz de cualquier cosa.

La chica tierna, dulce, respetuosa, amable e ingenua de dieciséis años, solo era un fachada que le mostraba al pueblo, cuando en realidad, detras de esa máscara se encontraba una omega odiosa, malcriada, caprichosa, intolerable, grosera y fastidiosa. Pero claro, solo mostraba esa faceta suya con personas que odiaba, como Lisa y una que otra omega del pueblo.

— Entonces me voy, no quiero seguir viendo tu horrible cara. Puta —lo ultimo lo dijo en un susurro, salió de ahí azotando la puerta haciendo sobresaltar a la tailandesa.

Lisa suspiró tomando asiento en el sofá.

— Ojalá Jungkook algun día le ponga un alto a su hija —murmuró para si misma.

Estaba harta de aguantar todos los insultos de Jennie, nunca le hizo nada para que la tratara así.

Aunque... Tal vez si se merecía eso, le quitó a su padre. Bueno ella tampoco sabía que él estaba casado y con hijas; ademas su alfa le prometió que se iban a casar, solo necesita que Jisoo le de el divorcio.

Porque si lo iba a hacer ¿verdad?

Promesas [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora