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— No vas a salir a menos que sea conmigo —ordena el alfa limpiando la sangre ya seca del rostro de la omega

— ¿Vas a llegar tarde? —cuestiona la pelinegra haciendo una mueca al sentir el dolor de cabeza que tenía desde que Jungkook la había golpeado.

— ¿Quieres que llegue temprano?  —pregunta poniendo pomada en los hematomas de las mejillas. Lisa asintió soltando un quejido— Prometo que llegaré temprano, ¿Esta bien?

— Está bien... Igual te esperaré despierta si llegas tarde.

— Buena chica.

Si Jungkook no la dejaría ir entonces no le quedaba de otra más que tratar de llevar las cosas con calma. No quería otra golpiza.

(...)

Una de la mañana y Jungkook todavia no llegaba, la comida ya estaba fría y sus ojos empezaban a cerrarse. Estaba triste, de alguna forma u otra le hacía mucha ilusión comer con Jungkook mientras hablaban de cosas y sus proyectos de vida en un futuro.

— Tal vez Jisoo le llevo la cena hasta su oficina —se levanta de la mesa con lagrimas en los ojos y empezó a limpiar todo, guardando la comida en el refrigerador soltó un suspiro para luego caminar hacia la habitación.

Se recosto en la cama y sin poder evitarlo comenzó a llorar, le dolía estar de esa forma con Jungkook. Al principio todo era cariños, apodos lindos y detalles. Pero ahora solo eran insultos, golpes, humillaciones y demás.

No podía moverse sin que le dolieran los golpes que Jungkook le había propinado.

Después de casi media hora Lisa se quedó dormida con su rostro lleno de lágrimas secas y con la ropa que con tanto esmero busco para verse linda ante su pareja.

(...)

El sol ya había salido, se escuchaba el canto de los gallos y el movimiento en la casa. Lisa despertó, volteando a ver a su derecha y ahí estaba Jungkook.

¿A qué hora había llegado? Se cuestionó Lisa pero ignoró eso, porque si seguía pensando en eso iba a llorar y las ganas no le faltaban, los dolores de los golpes parecían aumentar en lugar de disminuir.

Se metió al baño a darse una ducha, cuando se estaba quitando el jabón sintió unas manos en su espalda.

— Lili... quiero jugar —habló Jungkook soltando feromonas y acariciando el cuerpo desnudo de la omega.

— N-no quiero —habló Lisa nerviosa y con miedo. Sabía que él se molestaba con facilidad cuando no hacían lo que pedía.

— Te estás negando porque llegue tarde, ¿Cierto? —dijo acariciando los senos de la tailandesa.

— No, solo que no me siento bien —respondió débil— Me duele el cuerpo.

Lisa al ver toda que el agua se estaba desperdiciando giro un poco para cerrar la llave.

—  Luego no te quejes de porque busco afuera lo que debería encontrar aquí —gruño Jungkook y corrió la cortina de baño para salir de este furioso pensado en que la omega que le había tocado era una inútil en todos los sentidos de la palabra.

Al parecer lo único bueno de ella era su cara de muñeca y su cuerpo caliente.

Por otro lado Lisa se quedó parada tratando de no volver a llorar.

¿Me engaña? ¿Por qué dijo eso? ¿Qué quiere decir con eso?, pensó la pelinegra al borde de un colapso.

¿Ella era tan insuficiente que él tenía que buscar todo afuera de la casa?

Promesas [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora