Promesas [LISKOOK] ✔️

13

Lisa regresa a la hacienda después de dos semanas, en el tiempo que estuvo lejos de Jungkook, estuvo practicando su caligrafía y ya podía leer un poco se dificultaba la pronunciacion en algunas palabras pero ya era un gran progreso.

- ¡Jungkook! -exclama entrando a la casa, no había nadie y todo estaba en absoluto silencio.

Deja su pequeña maleta en la sala y camino hasta la habitacion donde dormían. Se acercó a la puerta y olía a café, el aroma de Jungkook...

El otro aroma no lo podía distinguir, aunque sentía que ese olor ya lo había olido antes pero ¿En dónde?

Abrió con mucha delicadeza la puerta con temor a lo que estaría ahí en la habitación. Tal vez estaba pensado mal o imaginando cosas que no, Jungkook no la engañaría en su propia habitación, habitacion en la cuál dormían juntos y dónde pasaron tantas cosas.

Estaba muy equivocada, pudo ver perfectamente como su alfa estaba desnudo en la cama junto con Jisoo encima de ella, ambos estaban desnudos.

Sin poder contenerse comenzó a llorar, calló sus sollozos y salio de ahí corriendo haciendo el menor ruido posible. Agarro su maleta y salió de la hacienda rumbo al pueblo, necesitaba alejarse de ahí, no quería estar ahí.

Ahora que lo pensaba, Jungkook siempre traía ese aroma, cacao... ¿Cómo pudo ser tan tonta y no darse cuenta? Ella había visto aquellas fotos pero en el fondo quería creer que era una equivocacion, que detrás de ello había una buena explicación.

Pero ahora no tenía nada a que aferrarse para creer que Jungkook la amaba.

En el camino iba soltando sollozos y limpiando las lágrimas de sus mejillas, su vista era algo borrosa debido a las lagrimas pero aún asi seguía caminando a pasos apresurados.

- ¿Lisa? -dijo Rosé cuando vio a la pelinegra caminar- Jimin, esa es Lisa.

- Está llorando -susurra viendo a la pelinegra.

Rosé se acercó hasta donde estaba la omega, la cual se sentó en una banca.

- Rosé -limpia rápidamente sus lágrimas y le sonrie a la chica

- ¿Te pasa algo Lisa? ¿Por qué lloras? - interroga la chica

- No... Estoy bien -sonríe pero sus ojos se llenaron de lágrimas cuando recuerda a Jungkook y a Jisoo en la que fue su cama- No. No estoy bien, me siento muy mal, Rosé. Me quiero morir

Rosé y Jimin se acercaron y abrazan el cuerpo de la Lisa con delicadeza en nuestra de apoyo.

- La causante de tus lágrimas es... Jungkook, ¿Cierto? - habla la rubia.

Lisa asintió levemente.

- Ven a nuestra casa y si quieres nos pláticas de lo sucedido ¿Te parece? -Jimin le dijo a Lisa.

- No podemos dejarte aquí llorando, vamos.

Lisa asintió mientras limpiaba nuevamente sus mejillas.

(...)

- ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué te hizo ese hombre ahora? -dijo Rosé con impotencia.

- Él estaba... Con tu mamá

- ¿Te dijeron algo? - cuestiona Jimin acercándole una taza de té.

- No me dijieron nada -Rosé la mira confundida- Ellos estaban teniendo sexo.

La omega menor abrió su boca sorprendida pero la cerró mientras pensaba las palabras correctas para confesar algo. Se estaba debatiendo si en decirle o no

- ¿En la habitación en la que duermes con él? -Lisa asintió tomando un poco de té- No vuelvas a la hacienda, no permitas que Jungkook te siga lastimando.

- No tengo a dónde ir.

- Puedes quedarte con nosotros - dijo - Por favor no vuelvas con Jungkook.

- ¿Por qué no quieres que vuelva con él? -cuestiona confundida.

- Él... No solo te engaña con mi madre, tambien te engaña con varias omegas del pueblo -confesó lo que ya Lisa sabía pero eso lo hacía más real- Las veces que mi padre venía a cenar a la casa, ella y mi madre se iban a un hotel... Ya sabes a qué.

Lisa se levanta de la silla y sin hablar salió de la casa de Jimin ignorando los gritos de Rosé y siguió caminando.

- ¿Como no puede darme antes? - cuestiona caminando hacia la iglesia

- Padre, necesito confesarme - dijo Lisa viendo cómo el padre prendía varias veladoras.

- Lalisa, pensé que ya te habías ido del pueblo.

- Mi padre murió -habló mientras se ahogaba en sollozos alarmando al padre.

- Lo siento mucho... -dió unas palmaditas en la espalda de Manobal.

- Jungkook me engaña desde hace tiempo, quiero dejarlo pero no tengo a dónde ir.

- Lalisa, lo mejor para tu vida es alejarte de él. Si no tienes a dónde ir te puedes quedar conmigo hasta que consigas un hogar.

- Gracias padre, pero Rosé me ofreció quedarme con ella pero...

- ¿Pero?

- No quiero alejarme de Jungkook a pesar de todo lo que me ha hecho... Yo lo amo.

- ¿Vale la pena sufrir tanto por ese amor? - cuestionó el padre.

- Yo. No lo sé

- Lisa, si supieras todo lo que Jungkook hace a tus espaldas estoy seguro que te irias de aquí... Lamentablemente no te las puedo decir. Se feliz lejos de él, lo mereces. Él no es una buena persona Lalisa.

- Pero somos predestinados padre...

- Los predestinados no siempre terminan juntos y no es un pecado cuando por eso uno de ellos puede morir.

- ¿Morir? -Liss sorbio su nariz- No tengo marca de él así que no moriría por sus infidelidades.

El padre suspiro y con mucho cuidado la abrazo.

- No por eso Lisa. Jungkook puede matarte a golpes.

(...)

Jungkook estaba esperando a Lisa según ella llegaría en unas semanas, ya habían pasado dos y aún nada. Ni siquiera le respondía los mensajes, ¿Debería ir a buscarla? Claramente no. No iba ir a buscarla

- ¿Y si le pasó algo?

Se preocupa al pensar en que Lisa tal vez le pasó algo, ya que dónde vivía el padre de Lisa era una zona peligrosa y más en la noche. En esos momentos se odiaba por no tener un lazo con la omega con aroma a fresas, pero tampoco podría arriesgarse a marcarla y que esta se enferma o incluso muriera por sus infidelidades.