capítulo 36

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*Elizabeth*

Te odio— dijo Morgan en voz baja. Me sorprendió escuchar su reproche y me hizo sentir intimidada. Ella también quería esto, aunque la mirada asesina en sus ojos me hace sentir intimidada. Aunque su fiereza se muere con esas lindas mejillas sonrojadas que la delatan. Podría ser algo egocéntrico de mi parte pensar que ya la poseo, pero Morgan realmente no es buena ocultando sus emociones como ella cree.— Lo que más me molesta es que estás allí sentada, como si fueras la reina del mundo importándote una mierda arruinar a los demás— bajo mis papeles para verla con atención-Dijiste que hablaríamos. ¡Hablar es lo que menos hacemos!

Sonrió al verla como cruza los brazos sobre su pecho mientras bufa con frustración— Son papeles importantes, Morgan— le aseguro dejándolos sobre la mesita— Antes también te pedí hablar, pero ni siquiera me dejaste acercarme lo suficiente a ti. —Morgan aparta su mirada dejando claro su molestia con el tema— Tú te ocultaste bajo las faldas de tu madre, me dejaste, no cumpliste con nuestro trato y todo eso lo hiciste sin decir media palabra.

Ella vuelve a mirarme, con más enojo esta vez— ¿Qué querías que dijera?, ¡Sinceramente! ¿Qué podía yo decir en ese momento que cambiara algo?, ¿Qué esperabas escuchar de mí, Elizabeth? —su voz es arisca y gélida— ¡Hablar! – suelta en una risa seca— Escucharte hablar es lo que nos ha traído a esto— señala su alrededor, sacude su cabeza con cansancio— Esta fue una maldita mala idea— la escucho decir, se levanta para alejarse.

Esta vez no estoy dispuesta a dejar que se vaya, así que yo también me levanto y la enfrento— dime una cosa Morgan ¿En serio creíste todo lo que dije esa noche? – ella detiene su andar y se gira para verme— ¿Lo hiciste?

Ella niega-¿Qué importa ahora si lo creí o no? Nada va a cambiar de todos modos— está triste, yo lo sé.

Puedes dejar de ser una completa imbécil por una vez y contestar— elevo mi voz— Importa, claro, que si importa, me importa a mí— me señalo, mi vista se nubla por las lágrimas que me niego a soltar— De tu respuesta depende todo lo que va a pasar, ya no puedes huir de esta conversación— le grito con voz temblorosa.

Puedo divisar su ceño fruncido— ¡Huir! Que el infierno se congele si crees que estoy huyendo de ti— las palabras salen rabiosas— Piensas que unas simples palabras me hicieron correr lejos ¡Vaya que tienes el ego inflado princesa! – su tono es más desgarrado que molesto, pero ella me mira con ojos de animal herido que me hacen sollozar, suelta un sonoro suspiro— En el momento tus palabras tuvieron todo el sentido del mundo para mí, luego pasé una semana ebria y tus palabras seguían en mi cabeza como un disco rayado— escucharla decir eso fue como que me hubieran golpeado en el estómago— Luego pasó el tiempo entre lo que sentía y lo que tenía que admitir que estaba sintiendo— me señala— Cuando acepté lo que tenía que sentir, yo no quería sentirlo— se encogé de hombros y se sienta— Después de... Yo evité enamorarme profundamente de alguien porque estoy cien por ciento segura, no podría sobrevivir al dolor del desamor otra vez, pero tú, contra todo pronóstico, con tus muchos defectos y tanta arrogancia, dejando caer a montones tus encantos ¿Qué podía hacer en mi defensa? – se lamenta.

Me acerco a ella agachándome a su lado apoyándome en su pierna, Morgan levanta su mirada para encontrarse con la mía— Yo también te amo Morgan, pero debes admitir que hiciste un gran berrinche de esto— señalo con firmeza— Me hiciste pasar por todo esto solo porque no quieres amarme, eso es una mierda y lo sabes— me quejo. Lentamente, la empujé un poco hasta que puedo sentarme en su regazo y ella inmediatamente enterró su rostro entre mis senos, la dejé hacerlo y comencé a peinar suavemente con mis dedos el cabello que le había ido creciendo con el paso de los meses.— No puedes enamorarte así. Es muy difícil, ¿no lo crees? – pregunté y ella negó con la cabeza – Se puede decir que somos bastante torpes cuando se trata de estas cosas del amor, ¿no? - Ella asintió y me abrazó y me apretó más contra su cuerpo - ¡Tengo una idea! - Lo mencioné con cierto sentimiento, alejándome lentamente de ella y mirándola a la cara, sus ojos estaban un poco irritados por todo el drama, también se veía cansada. Los círculos debajo de los ojos son grandes y muy claros -tú y yo debemos reconciliarnos. ¿Qué opinas?

Contrato de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora