capitulo 26

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 *Elizabeth*

-Llevamos casi dos horas sentadas en unas sillas esperando frente al escritorio de tu tío, que cómicamente es él ¡jefe de departamento de policía! - suelto furiosa- Este día fue casi perfecto, admito que si me impresionaste como nadie lo ha hecho, jamás pensé que nuestra cita terminaría en la estación de policía por estar arrestadas por allanamiento a propiedad privada- respiro profundo para tratar de relajarme, miro a Morgan que ahoga su risa

-Debes admitir que la cita fue fuera de lo común- soltó una risa nerviosa-No te estreses, no estamos arrestadas Elizabeth, solo detenidas- al escuchar eso la fulmino con la mirada- Mira, yo tampoco pensé que terminaría así, para serte honesta pensé que terminaríamos en la parte trasera de la camioneta haciendo el amor, pero obviamente algo salió mal- suspira divertida, la sonrisa en el rostro de Morgan hace que me hierva la sangre- No te enojes Cruela, esta es una aventura romántica.

-¡Es mejor que te calles, Morgan! Porque te juro que si dices otra cosa, voy a ser detenida por agresión- le gruño y la pelinegra se ríe, pero baja la mirada.

Cuento hasta diez para no matarla, su tío llega y se sienta frente a nosotras con una sonrisa, el parecido con Morgan es algo indudable.

-Bueno, chicas, una muy linda noche, ¿no lo creen?, Qué pilluela era una cita, ¿o qué? - el Tío Tod era muy ligero de risa y estaba de un muy buen humor.

-¡Claro que sí!- Morgan contesta muy orgullosa- ya me conoces, soy toda una romántica- ríe Morgan

- ¡Ja ja ja! -Carcajeó el hombre maduro, muy divertido- ¡Esa es mi sobrina! - alaba chocando puños con Morgan- ¿Pero me puedes decir qué demonios te hizo pensar que el allanamiento de morada era una buena cita y más si vas con tu esposa? - ríe con la cara seria- Bueno admito que ahora los jóvenes tienen cada cosa para las necesidades- rasca su escasa cabellera con ansiedad.

-Una pregunta rápida, Tío Tod. ¿Estamos arrestadas? – mi pregunta hace que el Tío Tod me mire con los ojos abiertos.

-Pues claro muñeca, si no que estarían haciendo aquí- responde divertido, yo fulmino con la mirada a Morgan que sonríe nerviosa- No se entra a propiedad privada sin quebrantar la ley- se carcajea.

Yo rechino los dientes- Oh, vamos tío, si algún día en el futuro compraré esa casa, así que técnicamente es ...

-¡Es propiedad privada Morgan!-gruño molesta- Es porque no es tu casa por lo que estamos arrestadas en comisaría- a punto con firmeza- ¡Fascinante! Tenemos que llamar al abogado para que nos saque de esta, ¡pufs! Ya verás la que me espera cuando mis padres se ven cuanta que tengo un cargo de allanamiento en mis antecedentes- no quiero ni imaginar lo que Margaret Humman dirá cuando se entere.

-¡Ah de eso no se preocupe niña, ya lo he resuelto por ustedes!- sonríe el jefe de policías

-¡Lo resolvió!- no escondo mi sorpresa- ¿Cómo?-interrogo curiosa

-¡Bueno...!- tartamudea un poco.

-¡MORGAN SAMANTHA COLLINGS!- la voz de la madre de Morgan interrumpe al tío Tod, la señora Collings mira a su hija de forma asesina y tiene el rostro rojo.

-¡Mamá!- la voz de Morgan tiembla un poco- No me jodas Tod-fulmina con la mirada a su tío, quejándose con Tod.

-Cuida esa boca jovencita- regaña la señora Collings a su hija.

No esperamos mucho para ser liberadas de las esposas, Tío Tod mantuvo todo el tiempo una sonrisa pícara en su rostro, como si hubiera querido esto todo el tiempo.

Alice Collings gruñe antes de golpear la cabeza de su hija, ¡con un periódico!-¡Como es posible Samantha Collings!- grita la mujer que es unos centímetros más pequeños que Morgan, pero que no evita que le esté moliendo la cabeza a la pelinegra- ¡Cómo es posible que te metas en estos problemas, Dios me libre!- grita sin dejar de pegarle de nuevo, Morgan solo puede cubrirse lo mejor que puede-¡Y para colmo arrastras a tu inocente esposa a tus locuras, definitivamente Samantha eres un caso perdido muchachita!- le golpeó varias veces más, y yo solo puedo contener mi risa.

-¡Que!- Morgan acaricia su cabeza, tiene el ceño fruncido-¿Ella?- me señala- ¡No es ninguna inocente!- dice alzando las cejas con indignación- Y definitivamente no la arrastre, créeme, ella solita salto la cerca, es más lo celebro como una campeona- me acusa con su madre, pero Alice vuelve a golpearla en la cabeza seguramente haciendo que se muerda la lengua.

-¿Cómo puedes hablar así de tu esposa? Una muchacha bien educada como ella, es toda una señorita delicada, no como tú- golpeo la cabeza de Morgan con furia, yo tengo que taparme la boca para poder contener mi risa- Que te conozco Samantha, es imposible contigo no hacer algo que termine por meterse en problemas- dice furiosa su madre- Me apuesto que fue tu idea saltar la cerca- la fulmina con la mirada.

-¡Sí pero...! ¡Yo no la obligue!, además se puede saber por qué estás defendiendo tanto, si soy yo tu hija- Morgan alzo los brazos desesperados- No tendrías que preguntar ¿Cómo está, hija? O ¿O pobrecilla, mi niña estás traumada por como que trataron los policías? No, en cambio, me llamas Samantha, que sabes que odio ese nombre y golpeas mi cabeza con tu revista de crochet- le dice apuntando a su mano.

- En primera: Samantha era el nombre de mi madre- le golpeo el brazo con fuerza- segundo: no es una revista de crochet, es una revista de manualidades- la vuelve a golpear- ¡TRAUMADA! - se burla mi suegra- ¿Tu Morgan? A quien tendría que preguntar si están traumados de tanto tenerte aquí sería a los pobres oficiales que te soportan todas tus niñerías- reprende mi suegra con severidad.

-Me he torcido el tobillo- me quejo suavecito, dos pares de ojos se enfocan en mí, Morgan con cara de confusión y la señora Collings de preocupación- Y creo que el alambre de la cerca me corto un poco la pierna- lloriqueo haciendo un puchero, Morgan entrecerró los ojos furiosos, la pelinegra no era tonta capto mis intenciones de mi pequeña travesura- me duele un poco- lagrimeo un poco- Además nunca pensé terminar en comisaria- mis lágrimas son gruesas y abundantes, Morgan tuerce su rostro con una expresión de incredulidad que me causa gracia, me toma toda mi fuerza de voluntad no soltar una carcajada burlándome de ella- Estar aquí es horrible- varias lágrimas se derraman por mis mejillas dramáticamente, los ojos de Morgan se abren como platos y gruñe- Me siento muy mal- hipé.

-Oh mi niña, no, no llores todo está bien solo fue un susto, Tod realmente no las arrestó solo... ¡Hay mi niña, no llores bonita!- la madre de Morgan corre a consolarme abrazándome con ternura, por sobre su hombro le sonrió a Morgan quien hace una mueca de advertencia- ya verás que todo está bien solo tranquilízate, ¡y tú!- se gira para ver a Morgan, Alice fulmina con la mirada a su hija, la pelinegra levanta las manos en rendición total- Mira lo que causas Samantha, tu pobre esposa está traumada- Morgan quieres decir algo para defenderse, pero ella la golpea con la revista- Pobre chiquilla que tuvo que casarse con una yegua desbocada como tú, ¡Ya querida! En este mismo instante nos vamos, ¡Morgan! - la llama con autoridad- haz algo útil y carga a tu esposa- Morgan la mira incrédula con un toque de queja-Deja de verme así jovencita, no sea que vayas a quedar bizca- advirtió la mujer, para comenzar la marcha.

- ¿Qué pasa Samantha no pretendes cargar a tu pobrecilla e inocente esposa? - me burlo de ella extendiendo mis brazos- Vamos cárgame- le ordeno.

- Sí, cómo no ¡Inocente esposa! - bufa- esta me la vas a apagar- me amenaza para luego alzarme en brazos al estilo nupcial- Soy una persona muy vengativa Elizabeth- me susurra al oído.

La miro directamente a los ojos, con una sonrisa socarrona- Quieres que llame a tu madre y le diga que me estás amenazando- me rio de la expresión que cruza por su rostro- Eso pensé esclava, ahora lleva a tu señora hasta el auto, tu castigo por meterme en este lío te lo dará tu madre con su revista de manualidades- tomo un puñado de su pelo y tiro de él, Morgan se queja- ¡Rápido, esclava! - ordeno divertida            

Contrato de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora