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|Lunes 7 de enero de 2019| 11:30 a.m.| ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Me había echo unas pruebas de embarazo ya que desde hace dos semanas he tenido mareos frecuentes, vomito, antojos de cosas que no me gustan y se me han hinchado los pies. Además de que mi periodo no había llegado ni este mes ni el pasado.
Había hecho tres pruebas, mi sorpresa fue que las tres dieron el mismo resultado.
positivo...
Mis ojos se cristalizaron y empezaba a sentir ese típico nudo en la garganta.
Mi mano se poso en mi abdomen, el cual ni siquiera se veía abultado.
¿Cómo rayos le iba a decir esto a Alex?
Siempre hablamos de un futuro juntos y con una familia, pero en un futuro. No ahora, el tiene sueños.
¿Que tal si no quiere tenerlo?
¿Me dejaría sola estando embarazada?
¿Por qué se quedaría conmigo?
Siempre ha tenido a chicas muy bonitas detras de él, no sería difícil reemplazarme, nunca he sido tan bonita, ni siquiera se por que me eligió.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de mi abuela.
—Mari, puedes ir a comprarme unas pastillas que se me acabaron.— escuché detrás de la puerta.
—Claro abue, ya voy.— hable después de aclarar mi garganta, enjuague mi rostro y guarde las pruebas de embarazo en la bolsa de mi sudadera.
—¿Que pastillas necesitas?.— pregunté al salir del baño.
—Necesito mis pastillas del azúcar, pero tienes que ir a la farmacéutica del centro, por qué en la farmacia de aquí no las hay.—
—Claro abue, no hay problema.— Logré darle una sonrisa la cual tembló un poco.
—¿Estás bien mi niña?.— su voz se escuchó levemente preocupada.
—Si abue, solo me duele la cabeza, no te preocupes. Iré a la farmacia caminando para tomar aire, además queda cerca de mi trabajo.—
—Bien, cualquier cosa me llamas eh, por cierto, tu mamá me dijo que fueras a su habitación.—
—Bueno, entonces voy con ella y después voy por tus pastillas.— dije con una ligera sonrisa.
Por lo menos está vez si me salió.
Mi abuela bajo las escaleras y yo me encamine a la habitación de mi madre. Cuando llegue toque la puerta obteniendo un "pase" de su parte.
—Hola, mi abuela me dijo que querías verme, ¿que pasa?.
—¿Irás a trabajar hoy?.
—Si, pero me dijeron que hoy podía llegar tarde.
—Está bien, si puedes has el súper, tengo que ir a la oficina y no puedo hacerlo yo.
—Está bien ma.— dije para luego salir de su cuarto.
Nunca había tenido una relación cercana con ella, no desde que papá murió.
[...]
—Buenas tardes.— saludé a la chica que atendía.
—Buenas tardes, en qué puedo ayudarle— Respondió amablemente.
—¿Tiene metformina?—
—Por supuesto que sí.— se acercó a un anaquel y tomo las pastillas —¿algo más que quiera agregar a su compra?— preguntó cuando volvió.
—No, pero tengo una pregunta.— hablé algo nerviosa. La chica me miró esperando a que hablara.
—¿Hacen estudios de embarazo aquí?—
—Por supuesto que sí, tendría que sacar cita en el área de laboratorio para que examinen su sangre, para ello necesito que me proporcione algunos datos personales y le agendaria su cita para el día que usted quiera. Los resultados del estudio de embarazo generalmente se obtienen en un plazo de veinticuatro y setenta y dos horas. Dependiendo de los factores que intervengan como el flujo sanguíneo o la cantidad de muestra utilizada podrían tardar más tiempo— explicó.
Le di mis datos los cuales apunto en una hoja y agendo mi cita para el día siguiente a las 8:00 a.m.
Pague tanto el laboratorio cómo las pastillas de mi abuela y me fuí a mi trabajo.
