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La pequeña niña ayudaba a su madre a acomodar los ingredientes para las galletas en el mesón de la cocina del local. A pesar de su corta edad era muy inteligente y de tanto ver a su madre ya sabía que era lo que usaría.
Mariana había logrado poner un negocio con ayuda de su abuela, vendía tanto postres como comida salada, pero creo que no hace falta decir que los postres eran la especialidad de la casa. Este era llamado como "kiara's amore" en honor a su pequeño retoño.
El local no era muy famoso pero siempre se mantenía con clientes, entre ellos habían dos que lo frecuentaban mucho, Samantha y Osvaldo. Los cuales también habían influenciado un poco con los clientes al alguna que otra vez nombrar el negocio en sus streams.
Había conocido a ambos en el edificio.
[...]
Mariana volvía de hacer las compras, aunque para su mala suerte el ascensor estaba descompuesto y vivía en el doceavo piso. Eran demasiadas escaleras para ir cargando el peso de las bolsas teniendo siete meses y medio de embarazo.
Un chico alto de lentes y una chica rubia entraban al edificio entre risas al ir bromeando entre ellos.
—Ay no, que flojera wey.— se quejaba la de lentes obscuros al notar que el ascensor no servía.
La castaña a un lado de ellos daba un suave suspiro mientras se mentalizaba para subir doce pisos.
—Hola ¿En qué piso vives?.— pregunto la de suéter beige al notar que estaba embarazada y llevaba varias bolsas.
La femenina se giró hacia ellos y les dedico una suave sonrisa para después responder.
—Departamento ciento catorce, piso doce.
—Que casualidad, yo vivo en el ciento once. Te acompáñanos.— Diría el alto amablemente mientras ambos tomaban un par de bolsas para ayudarle.
—Ay, muchas gracias, de verdad. Pero no es necesario, tal vez les esté quitando tiempo, en serio no se preocupen.— respondió intentando evitar que cargarán las bolsas.
—No es ninguna molestia, de echo íbamos a su depa.— respondió la bajita.
—Bueno, entonces por lo menos déjenme invitarles una bebida cuando lleguemos.— ofreció con una sonrisa.
—Va.— aceptaron ambos al unísono.
[...]
—Corta la masa con cuidado, amor.— mencionaba sutilmente hacia su hija mientras le entregaba un molde con forma de flor.
La pequeña empezaba a cortar y a poner los pedazos en una bandeja, todo lentamente y con cuidado.
—¡Lo hice!.— Dijo emocionada al tener cinco flores echas.
—¡Muy bien, Kie!.— felicitaba Diana la cual preparaba unos croissants. —Ya tienes competencia, Mari.—
—Mas bien ya tengo socia.—
La niña asintió mientras tomaba una fresa para comérsela.
[...]
En cuanto el tema de Alexis...
Sabía que había tomado fama y eso le ponía contenta, a pesar de lo que hizo lo seguía amando. Y sí, ya habían pasado años pero que se puede decir, aveces se quiere tanto que superarlo te lleva demasiado tiempo.
Admitía que alguna que otra vez había visto algún directo del chico.
Aveces se preguntaba cómo alguien con tanto carisma pudo hacerle eso, pero recordaba las palabras de su abuela "nunca se termina de conocer bien a las personas" y tal vez aunque le costará admitirlo era la verdad.
Llegó a pensar en comunicarse con él para que conociera a su hija, pero creyó que seguramente ya hasta se había olvidado de ella.
La niña jamás le pregunto por su padre o algo por el estilo, sabía que el día llegaría tarde o temprano, pero prefería que fuera tarde y a una edad en la cual lo comprenda mucho mejor.
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Yo sé que las fechas nada que ver amigibys, pero es Wattpad, aquí todo es posible.
