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|Martes 8 de enero de 2019|7:45 a.m.| ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
-Buenos días.- saludé a la recepcionista.
-Buenos días, ¿Tiene cita agendada?- preguntó levantando un poco sus cejas.
-Si, a las ocho en punto.- respondí jugando con mis anillos.
-¿A nombre de quien está agendada la cita?
-Mariana palacios.
-Una prueba de embarazo ¿cierto señorita?.
-Así es.
-En este momento hay una persona dentro del consultorio pero en cuanto salga usted puede entrar.
Asentí y le di las gracias para después tomar asiento en las sillas de aquella sala de espera, pasaron algunos minutos y en cuanto salió el chico que estaba dentro de aquel cuarto me pare y me diriji hacia este.
-Buenos días, levanté la manga de su blusa y tome asiento por favor.- indico la enfermera.
-Buenos días.- respondí el saludo e hice lo que me pidió. Puso un compresor elástico en mi brazo para después pasar una torunda e ingresar aquella aguja.
-Listo, mantenga su brazo doblado durante cinco minutos.- pidió cuando tenía aquel tubo con sangre lleno.
-Gracias- dije antes de salir del consultorio, al estar fuera de la farmacéutica saque mi teléfono y pedí un Uber hacia mi trabajo.
[...]
-Mar, ¿puedes cerrar hoy también? Es que me salió un imprevisto en la escuela de mi hermana pequeña y mis padres están ocupados, ¿Puedes?- pidio Sofía, la mire con una ligera sonrisa y asentí
-Sabes que si, no hay problema ve.- soltó un suspiro aliviada.
-Gracias Mar, por eso eres mi empleada y amiga favorita.- se quitó el mandil que traía puesto y se dirigió hacia la puerta del local pero después regreso.
-¿Pasa algo?- pregunté.
-¿Puedes hornear unos postres para una cena de mi familia? Se me había olvidado preguntarte.-
-Claro que sí, dime cuantos y para que dia y los tendrás listos- respondí con una sonrisa, me encanta hornear.
-Ay gracias Mari, te juro que eres un ángel no se que haría sin ti.- se acercó para abrazarme y darme un beso en la mejilla.
-Ahora sí me voy, chao.- se despidió lanzando un beso con su mano.
-Adiós.- grite agitando mi mano, no tenía ningún problema con quedarme, ya era tarde y a estas horas casi nunca hay gente.
Si bien no era el mejor trabajo del mundo, a mí me gustaba mucho, trabajar en una cafetería por alguna razón era uno de mis sueños cuando era pequeña. Mi abuela me había enseñado a cocinar tanto como platillos como postres en mi adolescencia y por ende me gusta mucho cocinar. Ademas, me encanta el olor a cafe, aunque no me gusta el café. Raro ¿Cierto?
[...]
Había llegado a mi casa hace media hora, y me encontraba en la cocina haciendo la cena.
-Mari.- escuché que dijo mi abuela.
-Dime abue.- conteste mientras meneaba el contenido en el sartén.
-¿Esto es tuyo?.- al preguntar eso me gire para ver a qué se refería y me quedé estática al darme cuenta de que en sus manos tenía una de las pruebas de embarazo que me había hecho...
