¿No ¿soy tu hija?

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La vida de Alejandro estaba en peligro, había un traumatismo craneoencefálico, además de tener dos costillas rotas, su rostro comenzaba a hincharse, tenía un hematoma en el ojo derecho y la ceja izquierda rota, los compañeros de Isabela trabajan arduamente para atenderlo. 

- Debemos llama al neurocirujano hay una hemorragia cerebral, es posible que esa sea la razón por la que aún no reacciona, además de llamar a cirugía general, una costilla está lastimando el hígado. 

Isabella llegó con sus compañeros, fue entonces cuando miró a Alejandro, a pesar de estar golpeado podía percibir un poco de parecido con ella, sus compañeros voltearon a verla. 

- ¿A caso es tu familiar? - preguntó un enfermero 

- No, no es de mi familia yo soy hija única, a excepción de mis medios hermanos 

Isabella no comprendía lo que estaba pasando, sus emociones se estaban apoderando de su ser. Fue a la sala de espera, seguía algo impactada, debía ser un error. 

- Es cierto - una voz la sacó de su ensimismamiento - no le creí y es cierto, hay alguien idéntico a él 

- ¿Perdón? 

- No sé quién seas, pero mi mejor amigo tiene ese mismo rostro, solo que tú eres mujer 

- No sé de qué habla, así que me iré 

- Por favor escucha, hace unos años mi mejor amigo fue a hacer su examen de ingreso a la universidad, fue entonces cuando dijo que había visto a alguien idéntico a él, lo curioso es que mi amigo es hijo único 

- Usted está equivocado

- No lo estoy mire - Jeremy sacó su celular y le mostró algunas fotos de Alejandro - ¿Ve?

La cabeza de Isabella no lograba armar el rompecabezas ¿Era adoptada? ¿Su padre había regalado a su hermano? 

- Debo irme. con permiso, mis compañeros le dirán que debe hacer con el asunto de su amigo, espero ya haya informado a los familiares 

Isabella siguió hacia la sala de residentes, se sentó en el sofá y miró hacia la pared, eso debía ser un error, pero toda la evidencia estaba ahí. No pudo soportar más, entonces salió del hospital rumbo a su casa, condujo lo más rápido que pudo hasta que llegó a casa, las luces estaban apagadas, tomó su teléfono y llamó a su padre. 

- ¿Todo bien?

- Necesitamos hablar - respondió 

- Hija, no me asustes

- Baja, estoy en el auto, necesito saber algo 

Su padre estaba algo confundido, la voz de Isabella sonaba distinta, somnoliento tomó su abrigo y zapatos, bajó y abrió la puerta, ahí estaba el auto de su hija, le tocó la ventana y ella quitó el seguro, Noah se sentó en el lado del copiloto, entonces miró a su hija. 

- Tengo algo que preguntarte - dijo ella al fin - Quiero que me respondas con la verdad 

- Siempre te he hablado con la verdad 

- No lo sé, no estoy muy segura 

- Hija ¿Qué pasa? 

- ¿Tengo un hermano gemelo? 

El gesto de Noah cambió, estaba sorprendido, el pasado lo había alcanzado. Isabella notó el cambio en su rostro, eso no hizo más que confirmar lo que ya sabía. 

- Isabella 

- Tu rostro lo ha dicho todo ¿Fuiste capaz de regalar a mi hermano? ¿Y mamá? ¿Aprovechaste su muerte para separarnos? - dijo alterada 

- No, no es como piensas - trató de calmarla 

- Entonces explícame 

Dentro del cuerpo de Isabella corría algo, estaba molesta, no lograba entender lo que le estaba pasando, jamás en su vida había perdido el control, su padre debía explicarle todo lo que estaba pasando. 

- Yo era un joven residente, en una comunidad apartada, un día me llamaron a una hacienda, no quería ir, pero fui obligado, después de ese día mi vida cambió, la primera en nacer fuiste tú, aún recuerdo cuando tu madre sonrió al verte, estaba débil, tu padre dejó en claro que quería un varón y lo consiguió, tu madre estaba en un estado crítico, sufrió preclamsia, es por eso que murió una vez nació tu hermano, tu padre planeaba dejarte morir junto a tu madre, pero no pude dejarte ahí, yo ni siquiera supe su nombre.

Isabella miró a su padre, estaba algo impactada. 

- ¿No soy tu hija? ¿Por qué nunca me lo dijiste? 

- Lleves o no mi sangre eres mi hija, así que no lo vi necesario, además de que jamás creí que sus mundos colisionarían, ellos son millonarios

- Debiste decírmelo, te juzgué mal

- ¿Cómo supiste de tu hermano? 

- Llegó al hospital - respondió - estaba muy lastimado, pero se notaba el parecido entre nosotros, no sé cómo debería tomarlo 

- Debe ser el destino - respondió su padre - supongo que no podía protegerte toda la vida, si tu padre biológico viene ¿Te irás con él? 

- No, no tengo ningún tipo de deuda moral con él o algo parecido, así que no 

De un momento a otro la situación entre padre e hija se había calmado, por un lado, el enojo de Isabella había disminuido, pero deseaba saber por qué las cosas se habían dado así y por el otro entendía que en su otra familia no era bien recibida, aunque ella sabía perfectamente que no necesitaba nada de ellos. 

Isabella y Noah se despidieron, ella regresó al hospital. 

Dentro del hospital el neurocirujano hacía lo posible por salvarle la vida a Alejandro, Jeremy estaba a la espera de buenas noticias, el teléfono de Alejandro no dejaba de sonar, Jeremy estaba asustado, el padre de Alejandro haría todo un escándalo por lo que había sucedido. 

- Debería contestar el teléfono - la voz de Isabella lo hizo voltear 

- No, el padre de Alejandro estará furioso, podría destruir la sociedad que formamos Ale y yo 

Isabella podía intuir que Jeremy tenía una gran estima por Alejandro. 

- Envíale un mensaje 

- No puedo desbloquearlo, necesito su rostro y por el momento está muy golpeado y mañana tenemos una reunión, si no llegamos podríamos perder a ese inversionista 

- Puedes posponer la reunión - sugirió Isabella - te seré sincera, el diagnóstico indica que hay un traumatismo craneoencefálico, además de algunas costillas rotas, sumado a que tal vez se le perforó el hígado, así que su recuperación no será de la noche a la mañana

El rostro de Jeremy reflejaba una gran preocupación, sentía una gran culpa, si no lo hubiera dejado solo, él estaría bien. 

Isabella se acercó a Jeremy y lo abrazó, Jeremy sintió una gran paz dentro de él. 

- Debo avisarle a su padre lo que sucedió - dicho eso Jeremy se levantó y se fue. 

Ella o ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora