In love with my forbidden || Spreen || PARTE 2

CAPITULO VI

Narra Maca

"¿Qué tan difícil ha sido mi vida desde aquel 29 de octubre?"

Buena pregunta. Medito mucho mi respuesta mientras mi psicóloga anota en su libreta. Se supone que tengo una hora de sesión pero por alguna razón está ya ha durado dos horas y es que después de que él se encargara de regresarme otra vez al inicio del juego había sido muy significativo para mí.

-Creo que lo más difícil ha sido saber que yo aquí estoy continuando con mi vida mientras ellos no- respondí con sinceridad.

Todos conocemos el fin de la vida de una persona y sabemos que eso llegará algún día pero cuando algo te toma de sorpresa es justamente eso, una sorpresa y nadie te prepara para lo que no esperas.

-Entiendo tu respuesta, Maca. ¿Pero no crees que sumergirte en eso y mezclarlo con el síndrome del impostor te está acabando?

-No lo sé, usted es la psicóloga- dije casi con una risa.

-Claro, pero tienes que reconocer el problema. Ambas sabemos que después de todo este tiempo creímos haber avanzado pero puede que no, solo lo aparentas- su voz era suave pero sería y eso me asustaba.

-Yo lo sé. Es que estar con Spreen me lastima por sus palabras y por recordar todos los buenos momentos. Lo amo mucho y aún no acepto que no podamos estar juntos.

-Tal vez ese es tu problema. Quieres estar con él pero no es posible y te aferras a eso.

-Es que ya no decidí dejarlo, me obligaron a hacerlo.

Sus ojos estaban sobre mi, sabía que me analizaba y eso me molestaba pero al final del día era el propósito de la sesión.

-Pero lo permitiste ¿por qué no luchaste por eso, por tu amor hacia el chico?

-Por qué me obligaron.

-¿Desde cuándo haces caso a lo que te dicen que hagas? Que yo recuerde odias que te den órdenes.

-Creo que no está entendiendo mi punto...

-Entiendo tu punto pero no me queda claro nada. ¿En realidad lo amas?

-Sí.

-Entonces tienes que hacerte cargo de la situación y recuperar al chico.

-Me odia, lo odio por lo que me dijo y no quiero regresar con alguien que me hirió de esa manera.

-Tienes razón pero piensa en que si tú estuvieras en su lugar estarías con el mismo pensamiento de herir a quien te hirió.

Tal vez tenía razón, no lo negaba pero entre Spreen y yo había una diferencia gigantesca y eso era que jamás utilizaría los miedos de alguien para herirlo.

-Como sea, el amor que siento hacia él tiene que irse. No puedo estar toda la vida así por un chico con el que no tuve nada.

Seguimos hablando de otras cosas pero ya me estaba empezando a c asar la sesión. Odio hablar de mi misma y todas las cosas que siento pero sabía que de alguna manera si quería sanar tenía que hacerlo de esta manera.

Cuando llegue a casa, había un ramo de rosas esperándome. Eran hermosas y de color blanco, se veían simplemente bellas.

-Te las han traído hace ya rato y me dio pena dejarlas afuera así que las subí. Traen una nota- me dice Mila.

Saqué el papel blanco del sobre pequeño y comencé a leer.

"Por bonita y ya"

Sonrió intensamente, era la letra de Fede y lo reconocí por esa manera tan rara de hacer la letra "a" con la cola tan alargada.