𖣌֍ MI DEVOCIÓN ࿑

⊲╾───┈┈ CAPÍTULO VIII ┈┈───╼⊳

¿Podrías ser mi cuadro más preciado?
Se la partitura de mis composiciones
el brillo de mi cielo estrellado
Por supuesto el amarillo de los girasoles.

Pasaron los días rápidamente, ambos permanecían separados, confundidos y esperando tener la oportunidad para responder las preguntas del otro. Sin embargo él ahí estaba, aceptando su castigo mientras juraba lealtad a la familia que pronto formaría.

— Lo juro padre, me casare con ella y nos iremos a la capital, solo deja que mi amigo regrese a casa — dos horas tratando de negociar los términos de ese acuerdo, inicialmente Agares se había negado pues le daba rabia ver a esa mujer, no la soportaba, pero soportaba menos saber que Ethan estaba en esa celda desde hacía casi un mes así que aceptó, ambos hombres pusieron como fecha la semana siguiente. Ethan sería liberado solo después del matrimonio.

Se la sombra en un día soleado
el viento fresco que me acaricia suavemente
permanece perennemente a mi lado
para ser solo yo, únicamente yo ahí en tu mente.

Los preparativos fueron una pesadilla, los chillidos y lloriqueos de Elenna por no tener todo como quería, porque el vestido no le parecía suficientemente caro o porque Agares se negaba a quitarse la barba, ella ni siquiera lograba convencerlo de tomar alguna decisión respecto a los preparativos, no lograba quitarle esa hoja y papel que había sostenido por días, escribiendo versos que modificaba siempre.

Ni siquiera se habían casado todavía pero las discusiones eran constantes, Agares solo le daba lo que ella quería, besos, abrazos, cualquier cosa para mantener esa boca cerrada pues su voz lo irritaba, no era como la voz de Ethan, tan dulce y alegre que podía llenar un teatro y hacer reír a cualquiera, Ethan podía subirle el ánimo a todos, menos a Agares pues él no escucharía más su voz, nunca más.

Mis latidos cada segundo te gritan
Suplicando a la idea de ti
!se lo que mis heridas necesitan¡
La fantasía de mi paraíso y un cielo carmesí

— Te he dicho que solo sé eso, no le dieron cargos porque su padre arregló todo, ya sabes cómo son los ricos. Su boda será en tres días Ethan, no sé que tienes que hablar con él pero no creo que sea posible. Se irá a una ciudad nueva.

Aquellas palabras no tenían sentido ¿Podía irse sin hablar primero? Nunca habían sido buenos comunicándose pero en serio necesitaba aclarar algunas cosas, Ethan odiaba estar ahí, encerrado como un perro, había perdido unos kilos y seguramente muchas materias, su madre trató de pagar la fianza pero aún así le negaron la salida, claramente todo estaba pactado, quizás él sería el próximo en ser condenado frente a todos, después de todo ya no había compasión en esas personas. No después de haber asesinado a su amigo, el de veinte años que había tratado de defender con todas sus fuerzas anteriormente.

— Dale esto de mi parte — pasó un pedazo de papel por las rejas, el mensaje tenía que llegar a las manos de Agares, tenía que llegar antes de que él se marchase.

Suaves caricias en listones
el calor de sus manos sobre mí
soñando, deseándote aquí
aquí dueño de mis ilusiones

Ya en la semana acordada el  aburrimiento lo mataba, no sabía cuántas copas de vino se había bebido antes de caminar hacia el altar para poder soportar Elenna en un evento tan importante, y claro que por supuesto; la novia se hacía de esperar. — Tenía que estar aquí hace 10 minutos. —  susurró mientras miraba a sus hermanos, quienes trataban de darle su apoyo con sonrisas de consolación mientras su padre lo miraba con seriedad desde la primera fila. Agares sabía que ese hombre , quien tantas veces había puesto su avaricia por encima de todo, ahora estaba feliz por la nueva unión, él había cerrado un trato más.

Agares solo había seguido indicaciones, su traje negro con las insignias de sus méritos de su servicio militar, camisa bien arreglada y el cabello peinado hacia atrás, arruinando sus rulos naturales. Encendió un cigarrillo a pesar de la desaprobación de su padre, ya no le importaba nada, estaba por joder su vida de todos modos. Diez minutos más tarde la música empezó a sonar y Elenna apareció con su vestido, uno de los tres que había terminado comprando.

No se veía mal, estaba feliz, sonriendo por haberse llevado un gran premio, su propósito se había cumplido y no le importaba la indiferencia de su prometido frente a su llegada, le bastaba la atención y halagos de los invitados, sobretodo estaba satisfecha por la envidia que ahora le tendrían todas las jóvenes solteras de su edad.

La ceremonia pasó con tranquilidad — !SI¡ por supuesto que acepto — ella lloraba de felicidad mientras él le ponía los anillos, suspirando y repitiéndose a si mismo que pronto su pueblo tendría las risas de Ethan, sus padres tendrían de vuelta a un hijo y muchos inocentes tendrían un defensor que nunca se rendía, solo pensar en eso le hizo sonreír.

— Prometo cuidarte, respetarte y soportarte hasta que la muerte nos separe — dió también el sí, se colocó la argolla él mismo y finalizaron todo con un corto beso, dando paso a los bailes y el festín, bastó un pequeño descuido por parte de su ahora esposa para que él se escapara al bar, empezando a beber para amargarse en su amargura. Nunca entendería ¿Qué estaba mal en él? Jamás se daba una respuesta satisfactoria a la constante necesidad que tenía por sumergirse en su imaginación para así encontrar esos ojos rosas.

Te ruego no desees ser quien sea
el que queme todos mis poemas,
dejándome perdido en la marea
te ruego solo sé quién rompe mis esquemas

Se quien desee querer quererme
alguien con quien ame hacer el amor cada noche
Para que tus manos deseen querer tenerme
compartiendo cada día sin reproche

¿Podrías ser TÚ mi cuadro más preciado?
Se la partitura de mis composiciones
el brillo de mi cielo estrellado
Por supuesto el amarillo de los girasoles.

A.B