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Paulo acomodaba sus cosas en una de las habitaciones de invitados de la casa de Manuel que ahora era también su casa.

El rubio aceptó mudarse con el castaño sin dudarlo, tal vez los demás tardarían más en concretar su desición y no había problema en ello, estaba completamente bien, los esperarían el tiempo que necesitarán.

Manuel en estos momentos no se encontraba en casa, se había ido a ayudar a Mateo a estudiar para que pueda rendir una materia.

Sin embargo, esperaba visitas, Daniel estaba mal estos últimos días por el hecho de que Valentín no le había vuelto a hablar después de la discusión.

El punto de vista que tenía Paulo era muy directo, Valentín estaba siendo un ridículo. No solo porque estaba presionado a Daniel, si no porque se estaba tomando muy en serio algo tan simple como conocer a los padres de su novio en apenas dos semanas que andan juntos.

Quería reprocharle todo a Oliva pero, sabía bien que no era algo que le correspondiera, claro, si el ojiazul se pasaba de listo con su amigo ahora sí que le correspondería la situación.

El timbre sonó y Paulo supo de quién se trataba, camino a la puerta para posteriormente abrir. Se encontró con un Daniel cansado, tenía ojeras muy visibles debajo de sus hermosos ojos avellana y su de su cara desbordaba tristeza.

—Dani, pasa.—Dijo el rubio, tomando la muñeca del más pequeño para jalarlo al interior de la casa.

Daniel lo primero que hizo fue sollozar levemente, confundido y estresado, con la importancia desbordando su consciencia.

Si bien, lo que había pasado entre él y Valentín había sido algo muy rápido, sus sentimientos también habían sido bastante veloces en manifestarse.

Daniel no era alguien que se enamorara tan fácilmente, era muy raro que lo hiciera, incluso no le gustaba mantener un contacto romántico o explícito con alguna persona por la que no siente nada, es por eso que cuando Valentín le dijo el primer "Te quiero" cuando durmieron abrazados después de esa noche en la que había perdido los estribos sabía que sería un gran problema.

Solo esperaba que con Valentín no doliera, que con Valentín fuera más fácil el expresarse...Siendo honestos, por como van las cosas no estaba saliendo nada bien.

Era una cuestión de ego.

Valentín extrañaba tener al teñido en sus brazos, habían estado dos semanas (poco más) juntos siendo inseparables, no separándose ni un solo segundo.

Sin embargo el ojiazul se sentía enojado, confundido por las nuevas emociones que estaba sintiendo. Pues, como ya todos sabían, Valentín nunca fue de relaciones duraderas, siempre se mentalizo en algo de no más de dos semanas.

El hecho de que Daniel estaba volviéndose alguien tan importante en su vida lo asustaba, ya lo había aceptado pero, jamás fue tan lejos en una relación.

Estaba perdidamente encantado por lo que era Daniel, por todo lo que representaba para él, al ser la primera vez que le pasaba algo así no sabía manejar las cosas.

Quería saber todo de Daniel en ese mismo instante, tener toda su atención y asegurar que el más bajito sería solo suyo, que no le haría daño.

Ahí estaba el "por qué" de su actitud extremista, no lo justificaba del todo, de hecho en casi nada. Valentín era nuevo en eso, era bastante orgulloso como para pedirle a sus amigos consejos sobre eso y siendo honestos, ninguno estaba mejor que él.

Lombardo estaba reprimiendo sus sentimientos hacia Paulo por el hecho de que le asustaba enamorarse de una persona heterosexual en la que las cosas jamás se darían.

' ' E N C U E N T R O ' ' ; [Trapers - Ships variados]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora