Lucia no esperaba que el hecho de que su hermano, Juani, haya conseguido trabajo en un proyecto que cambiaría su vida, hiciera que su vida cambie drásticamente.
Donde Matias logra que Lucia vuelva a creer en el amor verdadero luego de una mala expe...
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12 de Mayo, 2022
Matias Recalt
Después de 4 meses me desperté en mi departamento de Buenos Aires con mi gatita Luna ronroneando al lado mío. A las 10 tenía que estar en la casa de mi mamá para que desayunemos juntos, miré el reloj y eran las 9:40, estaba tardísimo, como siempre. Agarré mi celular y le mandé un mensaje a mi vieja, para después levantarme e ir al baño casi corriendo.
"ma llegó diez mins tarde, bancame porfa te amo"
vieja cómo siempre vos mati, te espero dale
Me di la ducha más rápida de mi vida, me puse lo primero que encontré y salí rajando para el auto, estaba a unos 10 minutos y eran las 10 menos 5, estaba mal pero no tan mal. Fui todo el camino escuchando a Soda, una de las mejores bandas de la historia si me lo preguntas a mi. Cuando llegué me abrió mi vieja, que casi se pone a llorar cuando me vió, no estábamos acostumbrados a estar tanto tiempo sin ver el uno al otro. Entré y me estaba esperando con mates y medialunas, es mi desayuno favorito desde que tengo 14 y ella lo sabe. Comimos mientras yo le contaba como había estado estos meses, como fue el rodaje, la gente, y ella me contaba como fue su vida estando sola.
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Eran casi las 3 de la tarde cuando mmi novia, Malena, me dijo que vaya a su casa para vernos. Acepté pero realmente no tenía muchas ganas, estos últimos meses estuvo haciendo escenas de celos por todo y vivíamos peleando, no sé cómo estará ahora. Duramos 30 minutos sin pelear, podríamos decir que era un nuevo récord para nosotros. Malena me estaba haciendo una escena de celos porque empecé a seguir gente durante el rodaje. -Malena no nos vemos hace 4 meses y lo primero que haces es ponerte a discutir, me estás jodiendo vos? -y bueno Matias vos me das razones también, quienes son todas esas minas que seguís? - la gente con la que trabajo, por dios, ni siquiera tendría que estar dándote explicaciones -respondí ya harto - empecé un trabajo nuevo, conocí gente que me cayó bien y no seguimos en Instagram, ya está no maté a nadie -claro porque tus compañeros de trabajos son puras mujeres, no entiendo si vos pensas que yo soy estúpida o que -sabes que Malena, no tengo ganas de hablar ahora -dije mientras me paraba - cuando se te pase todo este ataque que estás teniendo hablamos, no tengo ganas de discutir cuando acabo de llegar a mi casa - dije yéndome mientras daba un portazo. Entré al auto dando un gran suspiro, estás situaciones me tenían totalmente harto, cada vez estás peleas eran más recurrentes. Mi celular sonó y me saco de mis pensamientos, era Juani.
Juancito matuteeee querés venir a casa a comer unas pizzas o algo? vienen kuku y Fran
que onda juanete dale obvio, tipo 7 ando por allá
te espero feo besos 💋
Arranque el auto y me fui para mi casa, juntarme con los pibes me iba a hacer bien para despejar la cabeza un rato.
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Eran como las 8 de la noche y estábamos jugando un truco entre los cuatro, estaba por cantar truco y ganar la partida cuando una chica entro al comedor. No exagero para nada cuando digo que es una de las chicas más lindas que vi en mi vida. Rubia, unos ojos celestes hipnotizantes, tenía los cachetes rojos y era bastante bajita. Juani la presentó como su hermana, Lucía, la saludamos uno por uno y ella respondía con una sonrisa, era realmente dulce. La saludé con un beso en la mejilla, y cuando nuestras pieles entraron en contacto sentí como un escalofrío recorría mi espalda. Decidí ignorar todo lo que estaba sintiendo en este momento, estemos bien o mal, yo estaba de novio.
Para cenar pedimos unas pizzas, Lucía, la hermana de Juani no quiso cenar ya que dijo que estaba bastante cansada y no tenía hambre. Comimos nosotros solos, y después cada uno se fue a su casa.
Cuando llegué y me acosté, no podía dejar de pensar en Lucía y en sus ojos. Creo que nunca había visto unos ojos tan lindos, tenía una mirada tan profunda, podría mirarla a los ojos durante horas seguidas. No se en qué momento me quedé dormido pensando en ella.
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