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19 de Mayo, 2022

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19 de Mayo, 2022

narrador omnisciente

Matias abrió los ojos con un poco de dificultad ya que tenía los rayos de sol pegando en su cara, la noche anterior se había quedado dormido así que olvidó cerrar las persianas.
Sonrió al ver en la situación en la que se encontraba, Lucía estaba dormida a su lado hecha una bolita y el la estaba abrazando por la cintura. Se quedó tildado unos segundos mirándola dormir, su respiración era tranquila, se notaba que estaba relajada.

Se estiró para agarrar su celular y vió que eran las 10 de la mañana, con todo el cuidado del mundo para no despertar a la chica que dormía en su cama, se levantó para cerrar las persianas y dirigirse al baño.
Luego de hacer sus necesidades y haber lavado sus dientes Matias salió del baño decidido a despertar a Lucia con una desayuno en la cama. No iba a ser la gran cosa ya que no se le da muy bien la cocina, pero rico seguro.

Decidió hacer unas tostadas porque era algo rico y que no podía fallar. Mientras el pan estaba en la tostadora, cortó algunas frutas en un plato porque sabía que a ella le gustaba desayunar fruta. Tenía banana, mandaría y durazno. Luego preparo queso, mermelada y dulce de leche en pequeños potecitos.
Los panes saltaron de la tostadora, hizo una mueca al ver que algunas estaban un poquito tostados de más, pero de todas maneras estaban bien.
Puso todo en una bandeja y preparo el mate, como pudo agarró todo y camino hacia la pieza.

--arriba dormilonaa --dijo alargando la última letra mientras apoyaba todo en su mesita de luz.

Vió como la chica ni se inmutó ante su llamado, así que decidió sacudirla un poco con delicadeza, obteniendo como respuesta un quejido, haciendo que ella gire para el otro lado y siga durmiendo.
Una malévola sonrisa se formó en su cara y dió la vuelta en su habitación, llegando hasta el otro lado de la cama, dónde se arrodilló y se tiró encima de la chica, siendo cuidadoso para no lastimarla, obviamente.

--Matias la puta que te parió --escuchó que dijo la chica debajo de el, seguido de una serie de quejidos -- dale tarado, me vas a matar de asfixia

--no te levantabas más boluda, no me dejaste opción --dijo levantándose, pero quedando apoyado en sus brazos arriba de ella, pero sin aplastarla-- Hola. --dijo sonriendo intercalando su mirada entre los ojos y los labios de la chica.

--hola --sonrió ella dejando un tierno beso en sus labios --buen día

--buenas días, tenés un aliento horrible--respondió riendo

--y bueno nene, me acabo de levantar --contestó ella riendo y suspirando sobre su nariz, para que sienta su aliento

--salí, mugrienta --dijo alejándose bruscamente --Te preparé el desayuno --terminó de hablar mientras traía a la cama la bandeja que había preparado anteriormente.

fearless - Matias Recalt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora