-¡Madre! -gritó Brownpaw.

-¡Mi pequeña Brownie! -su madre se abalanzó y la acurrucó.

-Ahora soy Brownpaw -dijo con orgullo.

-¿Así que estás aprendiendo para convertirte en una guerrera? ¿A qué clan perteneces?

-Al Clan del Río.

-Si es así, ¿donde está Moonstar? -miró a los alrededores-. Me gustaría ir a saludarla.

-Estará cerca de los demás líderes, supongo. Por cierto, ¿qué haces aquí?

-Quería avisar a los cuatro clanes de un peligro que acecha al bosque.

-¿De qué va todo esto? -Gingerpaw se interpuso en la conversación.

-Ella es mi madre.

-Buenas, soy Sunstream -se presentó ella.

-¿Por qué tiene nombre parecido al de una gata de clan? -preguntó Gingerpaw sin saber de qué iba todo eso.

-Antes era una gata de clan -comenzó la madre-. Ocurrieron... Varios hechos que me llevaron a la conclusión de que era mejor irme de allí.

-Ya voy entendiendo. Aparte, ¿qué peligro acecha a todo el bosque? Lo que ha pasado es que hace un cuarto de luna hubo un ataque de un lince. Pero eso no concierne a todos los clanes, ¿verdad?

-No me refiero a eso... Luego hablaré.

   Tras eso, Sunstream desapareció entre los arbustos. Brownpaw y Gingerpaw se miraban fijamente, sin comprender el qué sería tan malo como para decirlo en una reunión de clanes siendo una solitaria.

-En las reuniones de clan puedes ir y conocer a los miembros de los demás clanes, compartir y recibir noticias y todo eso. A veces es bueno saber del otro clan por si viene un ataque de ellos.

-Entonces, supongo que iré a mirar.

-Te voy a enseñar los olores de los clanes -Gingerpaw se levantó y movió la cola.

   A la derecha de los gatos de su nuevo clan, se encontraba el Clan de la Sombra, a su izquierda, estaba el Clan del Trueno, y en el extremo izquiero estaba el Clan del Viento.

-Creo que deberías conocer un poco más a los integrantes de los clanes.

-Ya conozco a los del Clan del Viento. A veces venían a visitarnos en la granja.

   Brownpaw se fue al otro extremo y se sentó en un círculo de reunión del clan al que había visto de pequeña. Había caras que reconocía perfectamente.

-¡Flamepelt! -maulló Brownpaw al encontrarse con su amiga del otro clan.

-Buenas. ¡Llevo lunas sin verte! Parece que te has ido a vivir con el Clan del Río. ¿Qué tal te va la vida? -dijo la gata anaranjada, posando sus ojos verdes claro brillantes en la aprendiza marrón.

-Pues bien. Han habido algunos problemas, pero de momento lo vamos sobrellevando -respondió con voz calmada.

-Es bueno saber que todo va mejor tras el ataque de perros -le contestó la gata del Clan del Viento-. Agh -hizo una pausa-. ¿Te puedo contar un secreto?

-Claro, puedes confiar en mí.

-Vale, primero que nada, me han nombrado lugarteniente.

-¡Felicidades! -respondió con un maullido alegre de felicidad.

-Pero me he dado cuenta de algo... Sobre la muerte de Winterwind, nuestro antiguo lugarteniente. He encontrado rastro de pelo naranja bastante claro, como si fuera amarillento, y un poco de negro. Y no parece que solo fueran perros... Parecía que alguien los manejaba con rastros de comida. ¿Has visto cosas extrañas suceder? -la voz de la gata se había vuelto bastante tensa.

☆Los Gatos Guerreros: Una Unión Estelar 1//Pasos Solitarios (ACABADA)☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora