4. perfecto

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Noviembre 2023, Eliminatorias sudamericanas. Cinco instancias en las que Julián agradece tener a Enzo con él.

- Tags: fluff and humor, light angst, hurt/comfort, domestic fluff, domestic boyfriends, team bonding, song lyrics, inspirado en Perfecta de Miranda!, 6k.

- Originalmente publicado en Ao3 el 18/11/2023.


1.

Julián odiaba viajar en avión, en especial los viajes de muchas horas. Vivía viajando de un lado para otro, de una punta del mundo a la otra, pero ni así se acostumbraba.

Pero más odiaba viajar con un Enzo chinchudo y que no había dormido sus horas designadas antes de subirse a un avión.

Habían arreglado encontrarse con Cache y Dibu en el aeropuerto para viajar todos juntos. Gonzalo estaba sentado en el piso contra una columna, con sus valijas y bolsos a un costado, sosteniendo su celular y sonriéndole a la pantalla, seguro mensajeándose con Pala. Emiliano estaba tirado al lado de él a unos pasos, con su campera tapándole la cara y roncando de lo lindo, usando uno de sus bolsos como almohada.

Por su parte, Enzo no se quedaba quieto al lado suyo. Si no se estiraba en la hilera de sillas, se sentaba con todas las piernas abiertas a mirar su celular o le daba la espalda a Julián y se acostaba contra su costado, o estiraba las piernas encima de los muslos del cordobés y se quejaba por la posición incómoda.

Julián no se decidía entre cagarlo a bifes o comérselo a besos.

—¿Te podés quedar quieto? —preguntó Julián después de que Enzo cambiara de posición por quinta vez en los últimos treinta minutos.

—No —contestó Enzo en un resoplido, cruzándose de brazos y haciendo un puchero—. Tengo sueño.

—¿Y por qué no dormiste?

Enzo no contestó, pero sus labios se curvaron lentamente en una sonrisa ladina y eso fue respuesta suficiente. Igual Julián sabía lo que había estado haciendo en vez de dormirse.

Julián ya había avisado que no volvía a Manchester, porque su próximo destino era Argentina, así que se quedó en el departamento de Enzo una vez terminado el partido con el Chelsea. Enzo se hizo el boludo todo el viaje en auto, pero Julián sabía que el menor sabía que iban a tener que hablar de eso de festejarle goles en la cara.

Enzo estaba metiendo el auto en el garaje mientras le decía a Julián lo que tenía a mano para cocinar, hasta que se dio cuenta de que era el único que hablaba de los dos. Julián se sentó en el sillón, separó apenas las piernas y se pasó las manos por los muslos. Fue una invitación implícita y de nulas palabras.

Pero Enzo la aceptó sin pensarlo. Julián lo miró con una sonrisa satisfecha mientras se sacaba la ropa y arrodillaba frente a él. Le acarició el pelo y soltó suspiros húmedos en dirección al techo. La boca de Enzo siempre era una de las maravillas del mundo.

La mala idea fue no conformarse con eso. Enzo siguió una vez terminado el asunto. Siguió y buscó más. Sus labios con sabor a él atraparon los suyos y Julián no podía decirle que no. Total, a él no le molestaba no dormir antes de un viaje porque no se ponía en modo nene caprichoso.

Julián prefería dormir en los viajes, así que a él le había venido de diez el gasto de energía. Pero igual se arrepentía de tener que escuchar a Enzo quejarse y ser un culo inquieto.

—Porque mi novio me entretuvo —contestó Enzo en un murmullo. Julián sonrió mientras miraba el piso.

—Le podés decir que no a tu novio y listo —observó Julián con la sonrisa intacta, girando la cabeza para mirar a Enzo con las cejas alzadas.

celeste, blanco y dorado campeón » julienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora