Capítulo 4: Una propuesta

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Nicolás llegó temprano a la productora, con la cabeza llena de preocupaciones y la necesidad de resolver varios asuntos antes del programa. Su vida durante estos tres últimos años había estado enfocada en el crecimiento de su más grande proyecto "Luzu TV", que no paraba de expandirse, y acumular cada vez más éxitos. Nico siempre había sido muy ambicioso, pero no con connotación negativa, si no al contrario, era el tipo más laburador, capaz de no tomarse vacaciones, y terminar por enfermarse. Un poco obsesivo también, pero así había logrado con solo treinta y un años ser dueño de un multimedio. Por este motivo, destinaba todo su tiempo y deseos al ámbito laboral, sin dejar ningún espacio para otro tipo de compromiso. Si bien su última relación no había terminado en malos términos, no dejaba de significar para él un fracaso. La vida de soltero le había representado un mundo de placer y poco sacrificio a comparación, pero sin darse cuenta lo había desconectado emocionalmente al punto de ser un firme escéptico del amor y la vida en pareja. Aunque eso era más escusa que le servía para seguir sumergido en su laburo, y no tomar el riesgo de volver a sentir.

Ahora, acompañado por Valentina, estaban terminando de cerrar la rutina del programa en tanto esperaban que llegaran los demás a la reunión de producción, que era mas un desayuno entre amigos que otra cosa, para el programa de hoy. Valentina, verborrágica como era, mientras discutian unas de las temáticas del día, no pudo evitar recriminarle su postura sobre las relaciones amorosas. No le cabía en la cabeza las ideas tan cerradas y negativas de su jefe.

- Pero quién te daño tanto amigo. - se quejó una vez más y Nico largó una carcajada ante la indignación de su productora.

- Es la verdad, yo prefiero aceptarlo que vivir en una fantasía. - le respondió más por molestarla que porque verdaderamente pensara eso, y Valen puso los ojos en blanco.

- ¿Y entonces que pretendés con Flor? - lo increpó, como siempre directa.
Nicolás casi se atragantó con la media luna que estaba comiendo, no se lo había visto venir pero para nada.

- Dale, no te hagas el boludo. - insistió.

- No entiendo de que estás hablando. - le respondió después de tragar con dificultad, y con su mejor cara de desorientado.

- En la terraza, en Córdoba, estaban solos . - enumeró rápidamente como un policía a su detenido.

- ¿Yo con Flor? - repreguntó entre risas como si acabara de escuchar la ridiculez más grande. - Estás loca Valen. - determinó. - No tenemos nada que ver con Flor. - continuó negando con la cabeza.

A pesar de en este momento estar negándoselo todo a Valentina, Nico era consciente que esa noche había sentido una energía particular, pero no fue más que eso, ni siquiera sabía si a Flor le había pasado lo mismo. No podía confesar algo de lo que ni él sabía que era.

- ¿Y qué tiene que ver? No hablamos siempre de que los opuestos se atraen. - reflexionó, era demasiado intuitiva.

- Si así fuera, no era el momento. Ella está con mil kilombos y de eso hablábamos cuando llegaste. - se explicó. - No me pasa nada con Flor, y a ella menos conmigo. Una vez que soy buen amigo, ya estás pensando mal. - se quejó en modo víctima, también para quitarle un poco de seriedad a la conversación.

- Y bueno, vos mismo dijiste que te cuesta tener amigas mujeres, hazte la fama y échate a dormir. - se defendió ella, suavizando la charla.

- Mala fama que me hicieron ustedes. - respondió Nicolás con una mezcla de sinceridad y resignación.

- No, te la hiciste solito. - lo contradijo con una sonrisa. - Bueno, no te voy a joder más. - sentenció Valentina confiando en la palabra de su amigo.

Occhiamin - Delirio Hermoso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora