Eran cerca de las nueve de la mañana, Nico estaba completamente dormido cuando escuchó el timbre de su departamento. Al principio, pensó que era parte de su sueño, pero el sonido persistente hizo que cayera en cuenta de que era real. Frotándose los ojos con pesadez, aún medio grogui, se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta. Pensó que podía ser alguno de sus amigos, tenía que ser alguien conocido para que le hubieran abierto la puerta del edificio. Al mirar por la mirilla, se sorprendió al ver a Florencia parada en el pasillo. Su corazón comenzó a latir con fuerza. No podía abrirle la puerta así, estaba literalmente en boxers, con el pelo despeinado y sin siquiera haberse lavado la cara. ¿Por qué mierda venia asi, sin avisar? La respuesta era simple, era Florencia.
- ¡Ya va! - gritó con la voz más gruesa que Mostaza Merlo.
Corrió a su habitación donde se puso el primer jean y la primera remera que encontró, y de ahí al baño para lavarse un poco la cara, y los dientes. El plan que había ideado el día anterior, nada de parecido tenía con esto, se suponía que iba a tener el tiempo de preparar todo para recibirla, y lo más importante que iba a poder prepararse presentablemente. Era claro que con Flor nada podía ser premeditado.
Después de rociarse con un poco de desodorante, se encaminó a abrir la puerta.- Hola. Pasá. - la saludó, invitando a entrar.
Tenía cara de cansada, claramente por la salida de esta noche, y estaba vestida de jean ancho y un buzo oversize. También, estaba un poco despeinada, sin embargo, no había forma de que no se viera linda.
-¡Buen día! - lo saludó animada, dándole un beso corto en la mejilla, y atrás apareció Carlitos que saltó a saludar. — ¡hola Carlitos! — lo saludó en tanto lo acariciaba.
Se dirigieron al living,
-Hoy no, no hay nada preparado. - le dijo aún restregándose los ojos por el sueño. - ¿Por qué no me avisaste? - fue directo al grano.
-Si te avisé. - se defendió ella, y Nico instantáneamente revisó su celular.
“En un rato caigo Niquitich”
Ahí estaba su mensaje, enviado a las seis de la mañana, un horario muy razonable, irónicamente hablando.
—Claramente estaba durmiendo. - dijo con obviedad.
—Tenes el sueño muy pensado entonces, Nico. - resolvió en tanto se dirigían al sillón.
Nico observó que en la mesa de café aún estaba la caja de la hamburguesa que había comido anoche. Rápidamente se acercó a levantarle.
—Perdón. - se disculpó, llevando las sobras a la basura en la cocina.
—Vi cosas peores tuyas, Nico. - lo molestó ella, pero él prefirió ignorar el comentario, no le iba a favorecer entrar en detalles.
Aprovechó los segundos en la cocina para respirar hondo, no entendía porqué estaba tan nervioso si era Flor, en realidad sí lo comprendía, la circunstancias entre ellos habían cambiado, al menos de su parte, y no sabía si eso podía volver atrás. Menos cuando estaba mirándola desde el marco de la puerta de la cocina como un boludo hacía treinta segundos. De pronto, notó como ella se movía y sacaba de su mochila ¿Un termo?
—Traje para tomar unos mates. ¿Puedo calentar agua? - le pidió acercándose hasta donde él estaba. Por supuesto que no esperó la respuesta de Nico y ya estaba en la cocina. - ¿Tenés pava?
Nicolás se rascó la cabeza, pensando en dónde podía estar, ya que el prácticamente no la usaba nunca, solía solo prepararse cafés pero en la cafetera de cápsulas.
—Tiene que estar por acá. - determinó con cero seguridad, mientras revisaba unas alacenas sin éxito.
—Es increíble como la cocina te es un espacio completamente ajeno. - reflexionó sarcástica, en tanto agarró una olla que encontró en el bajo mesada. - Vamos a improvisar.
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Occhiamin - Delirio Hermoso
FanficFanfic de Nico Occhiato y Flor Jazmín, sobre cómo se dió su amor en forma ficcionada. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.