Violet
Suena la alarma, son las 6:00 a.m.
Me levanto y me alisto para ir a la escuela, un día más de sufrimiento. No lo digo por los profesores y el trabajo, bueno, por una parte si, pero el ignorar las mariposas que siento cuando estoy cerca de Sam es un infierno. Nos conocemos desde primer grado de secundaria, aun recuerdo nuestro primer hola, su sonrisa cálida y la timidez que reflejaba su rostro en aquel momento. Como encajamos perfectamente el uno con el otro. Hermoso.
No, no, no. No puedo estar pensando así de él, debo de estar confundida, tal vez es un sentimiento equivocado. Hemos sido siempre como hermanos y me encanta la confianza que hay entre nosotros.
Termino de alistarme justo a tiempo y salgo de mi casa, la escuela no queda muy lejos, 10 minutos máximo es lo que hago caminando. Llego a la esquina donde siempre está Sam esperándome. Acordamos irnos juntos desde secundaria, ya que vivimos a unas cuantas casas. Ahora estamos cursando el bachillerato.
-¡Hey, Violet!- dice con una sonrisa de oreja a oreja. Siento un escalofrío.
-Buenos días- le sonrío.
-¿Has dormido bien? Te ves más fea de lo común- Lo dice con un tono de burla.
Aunque se que lo dice jugando me ha dolido un poco que dijera eso.
-¿Violet? ¿Dije algo malo?- dijo despertándome de mis pensamientos.
-No, no es nada.
-Ultimamente te he notado un poco rara. Sabes que puedes contarme lo que sea, siempre estaré para ti.- me dice y yo asiento.
No se me ocurre nada mejor que decir así que decido quedarme callada hasta que llegamos a la escuela. Supongo que el noto que me pasaba algo, no me dirigió la palabra en todo el camino. Una parte de mi se lo agradece pero otra siente que nos estamos alejando. Y todo es mi culpa.
Al entrar al salón me dirijo rápidamente con mis amigas y me siento en mi lugar de siempre.
-Hola- dice Alexa cuando me ve.
Alexa es mi amiga desde hace mucho tiempo, de pequeñas siempre estábamos juntas ya que nuestras mamás son muy amigas. La aprecio muchísimo.
-Hola Alexa- contesto al mismo tiempo que suena el timbre para la primera clase.
Las clases pasan tan lento, tal vez porque es lunes y vengo un poco desvelada. Alexa me contó que su mamá la había regañado por llegar tarde a casa el sábado. A mi no me gusta salir mucho a fiestas, soy más de esas chicas que se quedan hasta tarde leyendo o viendo una serie. Somos tan diferentes y creo que por eso encajamos tan bien. Alexa es hermosa, tienes los ojos verdes, el cabello castaño claro casi güero, es flaca y muy alta. Una gran envidia. Hasta yo he llegado ha sentir envidia de ella.
Cuando menos creo ya es hora de salir, me levanto de mi lugar, tomo mi mochila y salgo del salón. No se si esperar a Sam, después de lo de esta mañana supongo que no quiere irse a casa conmigo. Así que decido irme sola.
Alguien me tapa los ojos.
-Eh, Violet, ¿No pensabas en irte sola verdad? No dejaría que alguien tan linda como tu se vaya sola. Pueden hacerte daño- dice con una cara divertida.
-No te veía por ningún lado. Y además soy lo bastante grande como para andar sola- ruedo los ojos.
-¿Ah si? ¿Entonces prefieres irte sola?- dice levantando una ceja.
-No, no. Esta bien Sam, vámonos ya que me muero de hambre.
-Como digas- me da un abrazo.
-¿Qué te parece si rentamos una película hoy?- le pregunto.
-Claro- dice emocionado.
-Podemos verla en mi casa, mi papás iran a una reunión de trabajo y llegaran hasta noche.
-Perfecto, estaré ahí en la noche- piensa un momento.- tengo que pedirte...consejos...acerca de algo- se pone nervioso.- acerca de alguien.
"¿Alguien?"
-¿Qué?- pregunto como si no hubiera escuchado.
-Si Violet, necesito que me aconsejes acerca de algo, ya que tu eres chica. O por lo menos eso creo- suelta una carcajada.
-Claro Sam.- finjo una sonrisa. No estoy de humor hoy.
Sin darme cuenta ya estábamos en mi casa y me despido con la mano. Mientras abro la puerta escucho un grito, una frase que me deja helada.
-Por si tenias la duda, creo que me gusta alguien- grita Sam.- Nos vemos más tarde.
Entro a mi casa y cierro la puerta detrás de mi, no se porque me siento así, Sam es un chico y por lo tanto tiene sentimientos y se puede enamorar. "No de ti" me recuerda mi subconsciente.
Mis papás no están, trabajan juntos y siempre salen de viaje, así que decido comer un poco de pollo que me dejo mi mamá en la cocina. Delicioso. Cuando termino subo a mi cuarto y me acuesto. Pienso en todo lo que ha pasado hoy, en Sam, en que le gusta alguien... Y cuando menos pienso ya estoy dormida.
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No quiero enamorarme
Romance¿Alguna vez te has enamorado de tu mejor amigo? Dicen que cuando uno de los dos se enamora lo arruinan todo... Pero esta novela no es así. No se enamoro solo uno, se enamoraron los dos, ninguno qui...