capitulo 8 la furia de hana.

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al otro lado de la habitación estaba el, con una mirada altanera mientras nos miraba desde su asiento, esperando confiadamente mi primer movimiento, a juzgar por su manera de actuar parecía que nos hubiese estudiado de antemano, y supiera  cuales son nuestras habilidades, o al menos esa era la impresión que daba.

hana lo estaba mirando con una expresión asesina en su rostro, no podía esperar el momento de clavarle el cuchillo en su cuello, le hice una señal para que se contuviera, atacar de forma imprudente no me parece lo mejor en este momento, es mejor pensar bien nuestro primer movimiento.

???: ahora que te veo bien, tu eres hana ¿no? recuerdo que tu madre me hablo de ti una vez, es una pena que ya nunca mas volverás a verla.

dijo aquel hombre mientras se burlaba, con una expresión soberbia en su rostro mientras nos miraba a hana y a mi, al mismo tiempo que se relajaba en su asiento.

hana: ¡¡te atreviste a controlar a mi mama, voy a matarte!!

dijo hana gritando, su voz razonaba por todo el lugar.

???: ¿de que estas hablando? yo simplemente la di el privilegio de volverla una pieza de mi fina colección, no soportaba verla con un cazador mugriento, y una niñita malcriada.

hana:  ¡¡ella no es un juguete que tu puedas poseer, es mi mama, ella alguien muy fuerte y que siempre sonríe sin importar que tan fea sea una situación, que siempre estuvo a mi lado cuando yo lo necesitaba, que me cuido siempre que estuve asustada, ella no estaría con alguien como tu!!

dijo hana gritando, si bien todavía se puede notar la ira en su voz, al mismo tiempo se puede percibir sus lagrimas, lagrimas de rabia contenida.

???: en eso te equivocas,  ella es de mi propiedad, me obedece a mi, no ara nada a menos que yo se lo ordene, y siempre estuvo destinada a ser mía, desde el primer momento en que la vi quede cautivado por su belleza, su inocencia, y a partir de ese día planee cuidadosamente la forma en que la haría de mi propiedad.

exclamo aquel hombre con pasión, en su tono de voz se podía notar una pizca vanidad.

???:  y con la ayuda de las hermosas chicas que conforman mi colección, me asegure de obtener la información necesaria para conseguir mi objetivo, después de todo ese pueblo donde tu vives no es mas que mi patio trasero.

el mismo tiempo que decía esas palabras con total orgullo,  acariciaba el trasero de una de las ocho chicas que estaban rodeándolo, la cual se mantuvo inexpresiva al igual que las demás.  al terminar de pronunciar la ultima palabra la miro fijamente con una sonrisa burlona y le dijo.

???: pero si te sirve de consuelo, su cuerpo será bien aprovechado.

sin darme tiempo de reaccionar para detenerla,  hana salió disparada en dirección a su cuello, una de las ocho chicas le lanzo un ataque que parecía una flecha hecha con sombras, o por lo menos eso parecía al verla. 

pero hana salto y la esquivo por los pelos, para después lanzar un bola de fuego desde el cielo que empezó a quemar la ropa de la chica que la ataco.  acto seguido uso el mismo hechizo que el cazador uso conmigo, dejándonos ciegos a todos los que estábamos en el lugar.

mis ojos me ardían, no era capaz de ver nada, pero escuche el sonido de algo callándose al piso y rompiéndose. fue muy fuerte, además estuvo acompañado de un grito de dolor que izo eco por todo el lugar, el cual no se detenía.

la ansiedad me estaba carcomiendo, no soportaba no saber lo que estaba pasando, pero tuvieron que pasar unos cuantos segundos para que pudiera recuperar la visión, y por fin pude ver de nuevo.

lo primero que pude divisar fueron los cuerpos de las ocho chicas que estaban en la habitación, tirados en el suelo, tras buscar desorientado a  hana encontré la cilla de aquel tipo completamente rota.

una segunda vida en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora