Cotidianidad

100 14 3
                                    

Estaba acostumbrada a cambiar constantemente de lugar. Desde niña mis padres nunca fueron personas que se establecieran a vivir en un solo lugar por más de un año. Por lo tanto, viajar todo el tiempo, era parte de mi cotidianidad. No tenía amigos ni familia con la cual volver a un lugar en especial.

Solo los tenía a ellos, mi madre una mujer de 50 años, de cabello canoso y sonrisa amable . Y mi padre de 55 años. Ambos aparentaban al menos 40 años, tanto por su jovialidad como por la vitalidad y fuerza con la que andaban de un lado a otro.

Mis padres eran Arqueólogos y Antropólogos (jaja no es lo mismo) eso confundía a la mayoría de las personas y aunque con regularidad me daba una flojera enorme aclarar la diferencia entre ambos casi siempre para facilitar decía:

- Arqueología desenterrar huesos (respondía con humor evitando generar más confusión)
- Antropología estudio del ser humano en sociedad, tradiciones, cultura, religión, etc.

Mi vida era feliz, a pesar de vivir una vida nómada, había adquirido el gusto por la Antropología más que por la Arqueologia y ayudaba a mis padres con sus investigaciones.

Me consideraba una chica alegre, era de estatura media, cabello rubio casi blanco y ojos color gris azulado, boca pequeña y facciones finas, aún con ello, mi apariencia me parecía muy simple.

Nunca había tenido novio, pero si que me llegaban a gustar algunos chicos, aunque nunca era posible llegar a más que uno o dos o quizá varios besos, pero al final todo terminaba casi como iniciaba.

Era 6 de diciembre, faltaba un mes exactamente para mí cumpleaños y estaba muy emocionada, cumpliría 20 años y era hora de independizarse, lo había hablado con mis padres hace unos meses y aunque no estaban del todo de acuerdo, al final respetaron mi decisión.

Quería una vida normal, establecerme en un lugar, hacer amigos y amigas, conocer la ciudad, trabajar y quizá enamorarme y tener novio.

----

-¡Pronto llegó el día! -Pensé.

Era mi cumpleaños número 20, mis padres me obsequiaron un apartamento en el centro de la ciudad de New York, pues me interesaba trabajar en la revista National Geographic, con mi trayectoria y conocimiento sobre Arqueologia y Antropología, tenía mucho que compartir y escribir sobre tribus que visite al rededor del mundo; sobre costumbres y religiones, tenía muchísimo material.
Y aunque sabía que también tendría que viajar, me tranquilizaba saber que siempre tendría un hogar al cual volver.

Mi apartamento era pequeño pero adecuado para mí, tenía dos habitaciones cocina, cuarto de lavado baño y un balcón en la sala el cual me encantaba, ya que tenía una hermosa vista de la cuidad.

Los primeros meses en la revista fueron complicados, sobre todo por qué Ana la Editora en Jefe siempre me sobre cargaba de trabajo que ella no terminaba, lo cual me limitaba a avanzar con mis proyectos.

Sin embargo, Alex mi compañero de a lado constantemente me ayudaba a terminar los pendientes de la bruja.

- Se siente Miranda Priestly de "El diablo viste a la moda" -Respondió Alex.

-¡Ya quisiera!, se parece más a Voldemort respondo y nos echamos a reír.

-¿Y que culpa tiene Voldemort? -Mencionaba Alex mientras me miraba, acercando su mano para acomodar un mechón de cabello que caía tapando mi rostro.

Me puso muy nerviosa, me parecía un hombre muy atractivo, eso era un hecho, pero era mi amigo, ¡solo eso!!!

¿O no?

Alex era un hombre alto de al menos 1. 80, cabello rubio y ojos azules, sus labios eran gruesos y tenía un rostro fino pero masculino, de cuerpo bien trabajando, seguramente hacia ejercicio, por qué en sus camisas de vestir siempre se notaban sus músculos. Tenía una sonrisa hermosa y unas pestañas largas y rizadas, ¡por Dios!! Si que era guapo ese hombre y lo pensé desde el momento en que lo conocí. Sin embargo nuestra relación era de amistad y de trabajo, no se fijaría en alguien como yo, una sin chiste.

Después del trabajo Alex me invitó a beber un trago en un bar cercano a la oficina, accedí y caminamos al bar.

Pasamos la tarde riendo, platicando sobre nuestras vidas antes de la bruja y sobre el amor y lo mal que nos había ido.
Me sentía un poco mareada, pero era conciente de todo. Alex se veía extremadamente rojo, seguramente por su tono de piel, pero Lucia tan sexy, mientras aflojaba la corbata para sacarla.

-¿Ya terminaste? -Respondió Alex.

-De... Que?? -Mire hacia el otro lado con vergüenza, rayos creo que he sido demasiado obvia.

-De desnudarme con la mirada -dijo con una voz pícara y una sonrisa que me ponía a un más nerviosa.

-Amm... No sé de qué habla señor, creo que ha bebido demasiado o quizá tenga fiebre, -Le dije mientras acercaba mi mano a su frente para tocarle.

Alex tomo mi mano y beso la punta de mis dedos, casi sentí como su lengua tocaba mi dedo índice y una electricidad recorría todo mi cuerpo, casi por reflejo jale mi mano hacia mi y le dije que dejara de jugar.

-¿Jugar?, ¿Quieres jugar conmigo Señorita Is Ham?

-Tss, Is Ham jaja suena a regaño, ¡No soy una niña!, solo dime Is. -Bufé mientras el se reía.

-Isis Ham es un nombre muy bonito, aunque dices que no sabes de dónde eres con exactitud. Creo que tú nombre no es lo único hermoso. -Dijo Alex, mientras se levantaba a pagar la cuenta.

No quise dar mayor importancia a sus palabras, ya que estaba ebrio y lo que menos quería era ilusionarme con mi amigo.

Al salir del bar, note que mi cuerpo tambaleaba y Alex me tomo de la cintura.

-Is, creo que estás muy ebria, permíteme llevarte a tu casa, -sugirió mientras paraba un taxi.

-¡Ah!, si, de todas formas, no quiero irme sola en el taxi, además ya es tarde. -pensé y asentí.

Alex me acompaño a casa, al llegar espero a que abriera la puerta de mi apartamento y justo antes de despedirme me planto un beso, el cual me tomo por sorpresa pero al final le correspondí y se volvió más profundo y apasionado.

Después de unos minutos se alejo de mi, me acaricio la mejilla se fue, parecía tener un rostro melancólico, quizá culpable.

Me sentía cansada, así que me dispuse a dormír, lo que había pasado era un problema para la Is del futuro. Ahora mismo solo deseaba dormir.

Hola!! Soy Jan, está es mi primer historia, espero que sea algo diferente, emotivo, enriquecedor y que lo disfruten tanto como yo. :3

Propiedad del Faraón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora