Narra Visir
Después de salir de la habitación de Is, Seshat me llevaba de la mano hasta nuestra habitación. Sin decir nada la seguí mientras ella tarareaba contenta.
Yo me encontraba pensando en que algo le debía haber sucedido a Is, para encontrarse de esa forma, pero quizá indagar en ello no era lo mejor, después de todo algo me decía que el Faraón tenía algo que ver en todo eso.
Llegamos a la habitación y Seshat hablaba de algo a lo cual yo no había presentado atención. Noté sus pucheros de molestia y volvió a hablar.
-¡Vis!, ¿en que piensas?, me has ignorado todo el camino. Casi me siento celosa.
-Lo siento, ¿Que decías? -Pregunté aún confundido.
-¡Osh!, olvídalo, bueno ¡No!, en realidad tengo unas preguntas sobre la chica.
-Es diferente Vis, ella es hermosa y también es graciosa. Jaja -Respondió Seshat
La escuché atento, mientras me sentaba en una pequeña sala de estar, que se encontraba en la habitación.
-¿Vis, ella sabe que la Diosa de la que hablá no existe? -Preguntó Seshat
-Supongo que ya debe haberse dado cuenta, no ha encontrado indicios del templo o de algo relacionado. -Respondí serio, su pregunta era algo obvio para mí, pero no sabía si para Isis lo era igual.
-Ella es inteligente Seshat, pero no sé si el lidiar con tantas cosas le haya permitido pensar en esa posibilidad.
-Vis, ¿Ella se casara con el Faraón no es cierto?
-Asi es -Respondí.
Ella me miró y se acercó un poco a mi, hasta sentarse a mi lado, en dónde me miró fijamente.
-¿Vis, a ti te gustaría casarte algún día? -Preguntó sería.
Su pregunta me había tomado por sorpresa, a decir verdad, nunca lo había pensado, pues mi deber estaba con el Faraón.
-Nunca lo he pensado, a decir verdad, no es algo que sea de mi interés. -Respondí y me levanté para tomar un poco de vino.
-¿Tu lo has pensado? -Pregunte curioso e inquieto.
-No, tampoco lo había pensado. Pero tú me gustas.
Casi escupo el vino que recién había bebido.
-Jajaja, eres tan tímido, que es lindo.
-No juegues conmigo Seshat, lo de ayer no se repetirá. -Respondí un tanto molesto.
Me había sentido muy bien estando a lado de esta mujer pero mi Faraón no confiaba en ella, yo debía ser más cuidadoso y no caer en tentaciones.
-¿Por qué Vis?, ¿No lo pasaste bien ayer? -Preguntó Seshat tomándome por la espalda para acariciar mis abdominales.
Tome sus manos y las aleje de mi.
-Seshat, lo que pasó ayer, no se repetirá, nosotros no podemos estar así.
Ella se veía un tanto molesta, se alejo y sin decir nada y se dirigió a una esquina de la habitación, en dónde se encontraba un baúl con ropas que había preparado para ella. Tomo una pieza ligera de lino y se dispuso a cambiarse.
Ella estaba dándome la espalda y tomo delicadamente cada parte de su vestido, bajando lentamente cada parte de el. Mientras yo miraba expectante.
-Visir, ¿Podrías no mirar mientras me cambió?
-!No estoy viendo! -Respondí y me gire discretamente hacia otro lado de la habitación, en dónde me despoje de algunas piezas sencillas de oro y me dirigí a otro espacio en el que había una pequeña habitación de piedra caliza, lugar en el que me disponía a tomar un baño.
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Propiedad del Faraón
Romance¿Que harías si un día despiertas y te das cuenta de que has viajado en el tiempo? Isis, es una Antropóloga que lleva una vida tranquila. Sin embargo, jamás imagino que un día despertaría en el antiguo Egipto, prisionera de un Faraón hermoso y despi...