❤️Capítulo 9❤️

943 116 5
                                    

La tarde pasó volando y ya habían terminado.

— Bueno chicas, eso sería todo.— habló Jimin.

El trío de jóvenes se sentían frustradas, no habían podido ver a los chicos y por lo poco que sabían se reunían cada viernes en casa de Jeon.

— Las acompaño a la salida.— habló Jimin nuevamente.

— Ah sí, pero podríamos hacer otra cosa.— habló Jisoo mientras bajaban las escaleras.

— Ah sí, solo que estoy cansado.

Las chicas se sintieron aún más frustradas. De pronto, un gran golpe se escuchó abajo, Jimin se permitió bajar más de prisa encontrándose con su madre, Jungkook, Taehyung, Namjoon, Jin y hobi, detrás de él venía el trío de jóvenes, quienes al ver a los chicos se sintieron muy contentas.

— Minnie, ¿ya terminaron?.— preguntó animadamente su madre.

— Ah sí, ya las chicas se van.— dijo señalándolas.

— Hola jiminnie.— saludo Taehyung.

— Holaa.— respondieron los demás.

— Hola muñeca de porcelana.— habló está vez Jungkook.

— Hola maravillosas personas.— saludo Jimin animadamente.— Y hola peste.— dijo mientras observaba a Jungkook.

— Minniee.— dijo en advertencia su madre. Luego miró al trío.— Chicas, ¿por qué no se quedan un rato más?.

— ¡¿Qué?!.— soltó Jimin.

— Siiii.— respondieron las tres al unísono.

Jungkook solo sonreía viendo como Jimin se alarmaba, luego vió como una de las chicas lo observaba fijamente, pero no le tomó importancia. Las horas pasaron y entre todos jugaron cartas. Jungkook habría ido un momento a la cocina con Taehyung.

— ¿Qué dijo el Sr. Min?.

— Nada nuevo Jungkook, todo está bastante tranquilo. Oye, por cierto esas compañeras de Jimin son lindas, ¿verdad?, ví como una no te quitaba los ojos de encima ni para pestañar.— dijo subiendo y bajando ambas cejas.

— Sí, pero no son nada del otro mundo.

— ¿No son como Jimin?.— preguntó Taehyung con una sonrisa de lado.

— Te pedí que no mencionaras nada más sobre lo que pasó entre Jimin y yo.

— Lo haré cuando tú, lo olvides.— respondió Taehyung señalando a Jungkook.

— Ya lo hice, no fue nada del otro mundo.

— Sí seguro.— dijo con sarcasmo.

— Por cierto, también noté como una de las chicas te tenía el ojo puesto. ¿Le darás una oportunidad?.

— Solo si tú.— lo señaló.— Me demuestras que ya olvidaste el tema de Jimin.

— Bien, lo haré y será con ella.— señaló a Lisa.

— ¡¿Qué?!.— Jungkook bufó.

— No veo porqué no.

Ambos salieron de la cocina, sin darse cuenta que fueron escuchados por Jimin, quien bufó. Todos se fueron a sus respectivas casas dejando solo a la familia Jeon.

— Bueno chicos saben que Minho debe estar cerca, una vez más, les pido que se muestren el mucho cariño que se tienen, ¿bien?. Además, hoy cenaremos juntos en familia, por eso le pedí a Minho que llegará más temprano. ¿Está bien?.

— Sí.— habló Jungkook tranquilamente.

— Minniie.— lo observó.

— Bien.— fue lo que dijo con mucha resignación de por medio.

Minutos después Minho había llegado, le plantó un buen beso a Rose y ambos se dirigieron a la mesa, donde ya se encontraban ambos jóvenes.

— Hola chicos.

— Hola papá.— habló Jungkook.

— Hola Minho.— respondió Jimin tranquilamente.

Ambos tomaron asiento junto a los chicos empezando a comer.

— ¿Y bien, cómo la pasaron?.— preguntó Minho.

— Oh, pues que te digo Minho, Jungkook es maravilloso.— empezó Jimin mientras miraba a Jungkook con una sonrisa ladina.

— Me alegra que hayan podido compartir de sus cualidades.— dijo Rose.

— Sí, cuando Jimin está ido y grita casi parece que canta.— comentó Jungkook de lo más normal, mientras miraba a Jimin y con la mirada le explicaba a que se refería.

— Minnie, no tenías porque gritarle tanto a Jungkook. Lo habrás dejado aturdido.— habló su madre.

— No tiene idea.— dijo Jungkook mirando a los mayores.— Pero lo disfruté.

A Jimin casi se le salen los ojos por el comentario de Jungkook, le acababa de decir indirectamente que había disfrutado pasarla con él cuando al inicio insinuaba que su problema de abstinencia era por su culpa, eso sí que fue una sorpresa.

— ¿En serio?.— preguntó Jimin.

— Naah, fue insoportable.— y eso para Jimin fue luz verde a una guerra.

— Ah sii, pues tenía que hacerlo haber si así te mantenías despierto.— insinuó. Insinuación que Jungkook entendió inmediatamente y sonrió.— Pero quien sabe, capaz y tuviste que tomar alguna pastilla para mantenerte activo, porque por tú cuenta estarías caído.— Jimin estaba molesto y Jungkook solo reía ante todo lo que Jimin estaba diciendo, le encantaba sacarlo de quicio.

— ¿Minnie de qué hablas?.— preguntó su madre con los ojos bien abiertos.

— De que Jungkook cuando no hacía nada se la pasaba durmiendo.— Jungkook sonrió.

— ¿Es así hijo?, imagino que tus clases te mantenían agotado.

— Es correcto papá, pero ya me organicé como es debido.

— Me alegra eso.

Siguieron hablando de cosas triviales. Y Jimin al estar al lado de Jungkook pensaba vengarse, bajó una de sus manos y la posicionó sobre el miembro de Jungkook, este último casi escupe su comida al sentir la mano de Jimin sobre su pene.

— ¿Te gusta kookie?.— preguntó suavemente. Bajo la atenta mirada de sus padres.

— Sí, está buenísimo.— intentó tomar la mano de Jimin pero este apretó más su miembro.

— Pues come más entonces.— dijo para soltar el miembro de Jungkook.— Bueno familia.— comentó en tono sarcástico.— Yo, ya terminé, me retiro a mi habitación, con su permiso.— hizo una reverencia y subió escaleras arriba.

Los mayores asintieron. Jungkook sonrió, si Jimin iba a jugar, él no sería el perdedor.

Ya era hora de dormir, Jungkook se había despedido de los mayores, estos se fueron a su respectiva habitación. Jungkook hizo ademán de ir a la suya pero al estar parado frente a la habitación de Jimin entró sin pensarlo dos veces. Jimin ya estaba durmiendo, pero al escuchar que la puerta de su habitación fue abierta y despertó.

— ¿Quién es?.— abrió los ojos de par en par, mientras observaba a Jungkook sobre el cubriéndole la boca.

— ¿Querías jugar, verdad?, pues juguemos.— dijo pasando una de sus manos y tocando uno de sus pezones por sobre la tela de su pijama, en segundos pudo sentir como estos se ponían duros.— ¿Te gusta, cierto?.— preguntó para luego colocar su boca en uno de sus pezones aún sobre la tela, lo chupó y ensalivó.

Ambos chicos solo podían escuchar aquellos suaves jadeos acallados de Jimin por la mano de Jungkook.

Dos toques en la puerta alarmaron a los jóvenes.

Sin Control - [Kookmin] [Ideas Rotas I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora