❤️Capítulo 10❤️

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— Minnie voy a pasar.— la voz de su madre se escuchó al otro lado.

Jungkook rápidamente bajó de Jimin y se metió debajo de la cama.

— Ah sí, pasa madre.— respondió Jimin mientras cubría su camisa de pijama.

— Minnie debemos hablar.

— Madre no empieces.

— Es importante, Jungkook es muy respetuoso contigo y tú deberías pagarle con la misma moneda.

— Oh madre, te puedo asegurar que sí lo hago.

— Minnie, hablo en serio.

— Y yo también.

— Escucha, gracias al cielo y Minho no vió mal todo el drama que le habías formado a Jungkook.

— Madre, Jungkook es como un grano en el culo, de esos que te duelen mil demonios y no te dejan sentarte y estar tranquilo. Así es Jungkook.— Rose puso en blanco sus ojos.

— Escucha minnie, no lo creo y te pido que por favor empieces a tratar a Jungkook como se merece, no arruines mi relación con Minho por simples tonterías y caprichos, ¿bien?.— preguntó levantándose abruptamente, y así salió de la habitación, este último bufó.

— Sal animal y lárgate de mí habitación.

— Acabas de terminar de hablar con tú madre y ya la desobedeces. ¿Te pagan por ahorrar tiempo o algo por el estilo?.

— Escucha idiota, no te metas conmigo, no me conoces.

— Te equivocas Park, sí te conozco, esperaré unos días a que vuelvas a meter la pata, y estaré ahí, solo para tener más pruebas. Se hace lo que digo y a tí te tengo acá.— señaló la palma de su mano y sin más salió de la habitación de Jimin.

Las semanas siguientes todo marchaba en orden, Jimin y Jungkook seguían tolerándose en lo poco que podían. Faltaba solo un mes para el cumpleaños de Jimin, así que la madre de este decidió hacerle una fiesta de cumpleaños según ella, sorpresa, había invitado a todos sus compañeros de la escuela y le había pedido a Jungkook que invitara a algunos de él. Jungkook ya había cumplido años pero le había pedido a su padre no celebrarlo, no le gustaba.

Era fin de semana y los Jeon saldrían a cenar para tener un momento a solas y muy romántico, Jungkook se encontraba sentado en la sala, así que Jimin para provocarlo pasó frente a él solo en unas bragas muy delgadas de encaje rojas.

— Jimin, ¿qué haces?.

— Venía a informarte que por favor no me molestes, estaré en una llamada.

— ¿Por qué estás así vestido?.— cuestionó.

— Bueno pues, eso no es tú problema, estoy aburrido y pienso divertirme un rato. Adiós.— dijo y subió a su habitación.

Jungkook no quería tener que meterse en las locuras de Jimin, no le importaba lo que hiciese o no, pero escuchar pequeños gemidos provenientes del segundo piso lo pusieron alerta y molesto. Se levantó del mueble y fue al cuarto de Jimin. Sin tocar ni nada entró de golpe.

Jimin se encontraba recostado en su cama, mientras introducía dos de sus dedos en su ano y atendía una llamada, en la cual, se podía ver como el chico contrario al otro lado se masturbarba. Había entrado grabando, pensó que solo estaba tocándose pero que estuviese haciendo eso con otro, le enfureció de sobremanera.

— ¡Cuelga la maldita llamada!.— habló alto. Jimin se sacó los dedos.

— Jungkook te dije que no me molestaras.— respondió sentándose mientras el chico desde la otra línea detenía sus movimientos.

— ¿Pasa algo minnie?.— preguntó el extraño.

— ¡Jimin!, ¡¡cuelga la maldita llamada!!... ¡¡¡Carajos!!!.— explotó Jungkook.

— Que no lo haré.— atacó Jimin.

Jungkook rápidamente camino hacia él arrebatándole el celular.

— Escúchame bien maldito insecto, no vuelvas a hablarle o te buscaré y mataré.— dicho eso colgó.

— Maldita sea Jeon, ¡¡¿Qué mierda te pasa?!!. Déjame en paz.

— No.— le miró fijamente.— Tendrías que haberme pedido que pasará un rato contigo si estabas aburrido.

— ¡¡¿Qué?!!.— Jimin bufó y sonrió.

— No lo malentiendas, podríamos haber jugado en el cuarto de juegos.

— ¡¿De qué mierda hablas?!.

— Hay un cuarto de juegos.— respondió Jungkook frustrado.— Podríamos haber jugado billar.— Jimin bufó.

— Deja de meterte en mi vida Jeon. Y no se jugar tú maldito billar.

— Deja de maldecir, y yo te podría enseñar. Solo deja de hacer esa mierda.

— Jaj, ¿por qué, te molesta?.

— Sí, me molesta que siempre andes de tierno y obediente, cuando eres todo lo contrario.

— Puff JAJAJA, que tonterías dices Jeon, ¿desde cuándo te importa lo que haga?.

— Desde ahora, vamos colócate algo y sígueme.— Jimin bufó.

— Lo haré, pero no te creas, esto no es la paz, está me la cobraré.— advirtió.

Jimin solo se colocó un camisón. Ambos se dirigieron a uno de los cuartos que se encontraban en esa misma planta, habían distintos juegos y por supuesto estaba la mesa de billar.

— Esto es impresionante.— dijo Jimin asombrado.

— Ven acércate.— Jimin se colocó en una de las esquinas de la mesa y Jungkook detrás de él, le explicó las reglas, movimientos y tips para ganar.

Una hora después Jungkook habría ganado tres a una contra Jimin y esa porque lo dejó. Iban a volver a jugar pero Jimin ya estaba frustrado, así que se sentó en la mesa mientras Jungkook acomodaba las bolas nuevamente.

— Oye no hagas berrinches.

— Ya estoy aburrido.— Jungkook se acercó a él.

— Si te bajas podría empezar la partida.— Jimin ignoró su comentario, lo tomó con ambas manos por la franela y beso sus labios.

Jungkook le correspondió inmediatamente y el beso se torno demandante, tomó a Jimin por las caderas, lo colocó al borde y separó sus piernas. Jungkook le quitó el camisón, las ganas que tenía de volver a estar en su interior eran enormes, así que no se negó. Lamió por el muslo interno de Jimin, dejando un rastro caliente y húmedo, beso a través de sus bragas.

— ¿Te gusta el sexo oral?.— preguntó Jimin, apoyándose sobre sus codos mientras veía a Jungkook entre sus piernas. Jungkook se tomaba su tiempo, estaba disfrutando lo que le estaba haciendo.

— Sí, podría comerte todo el día.— hundió su lengua en la entrada de Jimin, con las bragas aún puestas.

Jimin se aferró a su cabello, intentando empujar la cabeza de Jungkook más abajo para que este pudiese lamerlo mucho más. Jungkook tomó las bragas de Jimin entre sus dedos, este último levantó su trasero para que sus bragas salieran con más facilidad, una vez totalmente desnudo abrió sus piernas todo lo que pudo.

— Entra.

— ¿En serio lo quieres?.

— Sii, vamos apúrate.

— Lo quieres tanto que no te importa arruinar la mesa de billar.

— Así es, no me importa. Vamos, por favor, no me hagas suplicar.

— Recuerda que soy yo el que da las órdenes.

— No en estos momentos.— respondió Jimin levantándose de la mesa.

Jungkook lo tomó rápidamente lo giró y empujó sobre la mesa, quedando Jimin inclinado sobre ella. Le dió una nalgada, provocando que Jimin se arqueara y gimiera. Jungkook bajó su short y una vez más le dio otra nalgada. Tomó su miembro y lo alineó en su entrada mientras que con sus manos separaba sus nalgas, luego embistió por completo dentro de él.

Sin Control - [Kookmin] [Ideas Rotas I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora