❤️Capítulo 12❤️

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— Jimin... perezoso despierta.— Jimin escuchó la voz de Jungkook, irritado tomó una de sus almohadas y lo golpeó, sentándose inmediatamente.

— Maldición Jungkook, déjame dormir.— habló irritado.— ¿Qué quieres? no recuerdo haberte molestado hoy.— Jungkook río.

— Feliz cumpleaños tomate amargado.— respondió, ganándose una mirada fulminante de parte de Jimin.— Ten.— le extendió el regalo.

Jimin abrió sus ojos por la sorpresa y lo tomó.

— ¿Qué es esto?.

— Un regalo por tú cumpleaños. Pensaba regalarte un dildo.— dijo con una sonrisa burlona.— Pero luego de pensarlo, bastante, para ser sincero, decidí que esto también te gustaría.— Jimin río.

— JAJAJA eres un asco Jeon, si fueses más astuto me hubieses regalado ambos, un nuevo dildo no me vendría nada mal.— dijo con una sonrisa pícara.

Jungkook pasó una de sus manos por su rostro.

— Ya déjate de juegos y ábrelo.— dijo hecho el desinteresado mientras utilizaba su celular.

— Sí, sí, lo haré.— Jimin empezó a desenvolver el presente, bajo la atenta mirada de Jungkook. Abrió sus ojos en demasía.— ¡No puede ser!.— exclamó mirando a Jungkook con los ojos bien abiertos. El flash del celular lo alarmó, Jungkook le había tomado una fotografía. Jimin lo golpeó en el brazo, Jungkook solo se limitaba a reír.— Jungkook... ¿cómo es qué...?.— pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas.

Jungkook limpió sus lágrimas con mucho cuidado.

— Ese es un buen libro.— mencionó con una sonrisa.

Jungkook le había regalado a Jimin un libro, pero no cualquier libro, ese libro específicamente había sido escrito por el padre de Jimin tiempo atrás. Basado en la administración y el éxito para saber como manejar un negocio, por lo que Rose le contó a Jimin no tuvo éxito, ya que, el Sr. Park, no era reconocido, solo se vendieron siete de esos libros y el resto fueron destruidos, tanto al principio como al final tenían unas dedicatorias a su hijo.

— Un día iba caminando por la ciudad y pasé frente a una librería, en ese momento estaban botando algunos libros viejos y dañados al parecer. Ví el título y llamó mi atención, ya que, era la carrera que quería estudiar, se lo pedí al hombre y me lo regalo, investigué un poco y descubrí que era el libro que tú padre había escrito. El libro estaba en mi antiguo departamento así que pedí que me lo enviaran. Gracias a él, me fue más fácil aprender las clases y entenderlas, sé que quieres estudiar administración de empresas también, aunque Rose no quiere eso para tí. Pero con esto quiero que sepas que yo te apoyaré en la decisión que tomes.— dijo revolviendo el cabello de Jimin.

Jimin lo miró con una tierna sonrisa y conmovido se arrojó a Jungkook en un abrazo, uno tierno, cariñoso y cálido.

— Muchísimas gracias Jungkook.— lo miró a los ojos y en ese momento ambos sintieron una calidez en su interior.

Escucharon pasos en el pasillo y se separaron.

Jungkook se levantó de la cama. La puerta fue abierta por Minho y Rose, quienes traían un pequeño pastel.

— Feliz cumpleaños minnie.— habló Rose animadamente.

— Feliz cumpleaños jiminnie.— comentó está vez Minho.— Kook, viniste a felicitar a Jimin.

— Así fue.— se limitó a responder.— Y como ya lo hice, me retiro. Adiós mocoso caprichoso.— dijo mirando a Jimin, así salió de la habitación, haciendo que Jimin volteara sus ojos.

Las horas pasaron, y los invitados empezaban a llegar a la casa de los Jeon. Todo marchaba de maravilla. Jimin estaba en su habitación preparándose para aquella fiesta sorpresa que esperaba, más no quería. Terminó de vestirse y se maquilló un poco. Al estar totalmente listo, salió al encuentro con los invitados. Estaban muchos estudiantes de su escuela, las chicas que según ellas eran sus amigas, y sus amigos, bueno no sabía si lo eran, pero a esos si lo consideraba como tal, esos eran los amigos de Jungkook.

Los chicos, amigos de Jungkook también le dieron obsequios. Namjoon le regalo un cuaderno de notas, Jin le regalo maquillaje, Moonbin le regalo unas medias muy curiosas, hobi unas pulseras y Taehyung le regalo un collar con una luna. Las horas siguieron pasando y no era como si estuviese disfrutando de la fiesta, pero se esforzaba por aparentarlo.

— Hola jiminnie.— habló Jin.

— Ah, hola Jinnie y hola hobi.

— Hola.— respondió este último.

— No parece que la disfrutas.— mencionó hobi, Jimin entendió a lo que se refería.

— La verdad es que no. ¿Y los demás?.

— Bueno nam, esta con su nueva novia.— comentó Jin frustrado.

— Y Taehyung igual.— soltó hobi decaído.— A Jungkook no lo hemos visto y Moon está en la sala.

— Esperen, ¿cómo que novias?.— preguntó Jimin con curiosidad.

— Pues sí minnie, al parecer Jisoo es novia de Namjoon y Jennie es novia de Taehyung.— dijo Jin bastante frustrado.

— ¿Y por qué los noto tan decaídos?.— fue ahí cuando Jimin se golpeó mentalmente, a los Min les gustaban los Kim.

— Nos gustan jiminnie, pero ya vemos que nosotros a ellos no.— habló hobi.

— Chicos, no tenía idea.— se apresuró a decir.

— Descuida no eres el único que no lo notó.— comentó Jin.

— Sí, nos entristece, pero ni al caso. Tampoco es como si pudiésemos evitarlo, ellos deben de estar seguros de lo que hacen y quieren.— comentó hobi.

— Yo de verdad lo lamento, pero, por ellos, así que porque no nos divertimos mejor.— surgió Jimin.

Los otros dos con pequeñas sonrisas asintieron. El trío de chicos compartieron juntos, se sentían muy contentos y la estaban pasando increíble, por un momento olvidaron que aquellos chicos existían y se permitieron seguir disfrutando junto a Jimin, quien les parecía un joven maravilloso.

El día siguiente Jimin sentía su cabeza explotar había tomado demasiado, aunque estaba seguro que no había hecho ninguna locura, su madre, no lo hubiese permitido.

La mañana pasó bastante tranquila, había desayunado con Minho y su madre, luego estos se fueron a su habitación y este se quedó en la sala, buscaba mantenerse ocupado, recordaba lo que Lisa le había dicho y también la situación de sus amigos, de cierto modo se sentía culpable, aunque la realidad era que no tenía nada de culpa, no obligó a los chicos a aceptar los sentimientos de ellas.

Se quedó viendo la televisión por horas, inclusive no había almorzado, algo que le parecía extraño era que Jungkook aún no hubiese bajado, o eso pensó.

— ¡Sal del trance!.— gritó Jungkook mientras agitaba uno de sus brazos.

— Ah maldición.— se había asustado de sobremanera, al ver que era Jungkook no lo pensó dos veces y se arrojó sobre él.— Mierda Jungkook. ¿Qué te ocurre, acaso tienes problemas mentales?.— preguntó mientras lo golpeaba en el pecho.

Jungkook tomó sus muñecas y cambió posiciones.

— Sí que tienes fuerza Park. Ahora entiendo porque Baekyun luego no me quería contestar.— dijo en broma

— ¿Sí?, intenta invitarlo nuevamente, me gustaría golpearle la cara por rasguñarme.— Jungkook rió.

— Es mejor evitar los problemas Park.

— Oye Jeon, tú maldito trasero pesa, levántate.

— Descuida, por supuesto que lo haré.— y así se levantó, intento ayudar a Jimin pero este lo tomó por el brazo fuertemente, seguido le dió una patada en la pierna provocando que cayera al suelo.

— ¡Ah maldición!.

— Me debes una más.— soltó Jimin levantándose y yendo a su habitación.

Sin Control - [Kookmin] [Ideas Rotas I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora