❤️Capítulo 11❤️

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Jimin buscaba de donde sujetarse mientras Jungkook empujaba fuerte en su interior.

— Es la segunda vez que me comes así de bien minnie. Para esto si no necesitas órdenes. ¿Verdad?.— preguntó Jungkook con dificultad, inclinándose sobre él. Dándole otra embestida fuerte.

— ¡Ah! cierra la maldita boca Jeon.— otra embestida.— ¡Ah!... sí... maldición...— otra más.

— Deja de decir groserías.— una nueva embestida profunda.

— Cógeme duro y enséñame a no decirlas.— respondió Jimin con una media sonrisa.

Jungkook embistió tres veces seguidas fuertemente en Jimin. Haciendo que las bolas que estaban acomodadas se esparcieran por todos lados. Jimin buscaba de donde tomarse así que sin más rasguñaba la tela de la mesa. Mientras Jungkook lo embestía muy duro.

— Si... ¡ah!... vamos Jeon... jódeme.— y mientras Jimin hablaba entre jadeos y gemidos, Jungkook solo se limitaba a acelerar sus embestidas.

Se levantó y tomó a Jimin del cuello pegándolo a su pecho, tomó luego su rostro y lo giró para así encontrar sus labios. Lo besaba desesperada y demandantemente mientras seguía embistiéndolo fuertemente.

— Kook, voy a correrme...

— Hazlo, vamos...— respondió Jungkook con dificultad, mientras soltaba suaves jadeos, producto de la excitación.

Ambos chicos se corrieron dejando caer sus cuerpos sobre la mesa, unos segundos después Jungkook salió de Jimin, ambos respiraban muy agitados.

Jungkook se recompuso y acomodó su ropa, buscó el camisón y las bragas de Jimin ya que este aún seguía tumbado sobre la mesa, lo separó de esta, cubrió su cuerpo con su camisón y lo cargó tipo princesa hasta su habitación. Jimin en lo que menos pensaba era en reclamarle algo a Jungkook, así que se dejó hacer sin reproches.

Con Jimin en brazos sumamente cansado, fue al baño y junto a él tomaron una ducha rápida, buscó otro camisón y se lo colocó, lo recostó en su cama y beso la frente. Jungkook no sabía porque le había dado aquel beso, pero lo sentía necesario y correcto, mientras, Jimin se sentía relajado y tranquilo.

— Descansa.— le dijo en un susurro con los ojos cerrados.

— Gracias kook.— respondió Jimin antes de caer dormido.

Había sido la segunda vez que quedaba tan cansado luego de tener sexo y las dos veces habían sido con Jungkook, este arrojó la ropa de Jimin al cesto, apagó las luces y salió.

Fue al cuarto de juegos y limpió el desastre que habían provocado. Al terminar fue a su habitación, colocó una alarma por i no se levantaba temprano por su cuenta y se permitió dormir.

La mañana siguiente había llegado y Jungkook se levantó asustado, había tenido un sueño con Jimin y este estaba embarazado, así que rápidamente lo recordó, no habían utilizado protección. Fue al baño se arregló y salió de casa a la farmacia. Al volver se encontró con la Sra. Jeon.

— Hola Jungkookie.— dijo está con una sonrisa.

— Ah, hola Rose.

— ¿Qué compraste?.— preguntó está curiosa.

— Bueno vitaminas, pastillas para el dolor muscular y de barriga.— respondió sin más.

— Oh, que bien.— fue lo único que dijo y subió a su habitación.

Jungkook fue a la cocina por un vaso de agua y se dirigió a la habitación de Jimin. Entró sin más y lo observó un buen tiempo. Luego tocó su frente y le hizo caricias.

— Jimin despierta.— Jimin empezó a moverse entre las sábanas.— No jodas. ¿Qué quieres Jungkook?, me duele el cuerpo.

— Te traje unas medicinas. Además ayer no utizamos protección.

Al escuchar esas tres últimas palabras Jimin se alarmó, sentándose de golpe.

— ¡Ah!, maldición.— jadeó de dolor.

— Mira, ten.— le entrego dos pastillas.— La primera es para el dolor y la segunda un anticonceptivo.

— Bien.

— Toma.— Jungkook le extendió el vaso de agua.

— Gracias.— respondió sorprendido.

— Bien, estoy limpió.— se levantó y con uno de sus dedos le pegó en la frente a Jimin.— Me voy.

— Que bruto eres.— dijo mientras le lanzaba uno de sus cojines para golpearlo.

Antes de que este impactará contra Jungkook, este ya habia salido. Jimin se quedó acostado en su cama pensando en todo lo que había pasado la noche anterior y como Jungkook lo había tratado de lindo, pensando en eso una sonrisa se formó en sus labios, al notarlo rápidamente cambió su expresión y se arropó.

Así las semanas fueron pasando, ya faltaba muy poco para el cumpleaños de Jimin. Lisa, Jennie y Jisoo, estaban muy emocionadas querían que ese día llegará porque tenían planeado pedirle salir a los chicos ese mismo día.

— Hola jiminnie.— saludó Lisa.

— Ah, hola.

— Supongo que estás contento, este fin de semana es tú cumpleaños.

— Realmente no lo estoy, solo espero que mi madre no me haga una fiesta sorpresa, aunque conociéndola... lo hará.

— Es muy lindo de parte de tú madre.

— Realmente no lo es. ¿Y las demás?.— preguntó Jimin, se le hacía extraño que no estuviesen con ella.

— Bueno están en la cafetería. Sabes, eres nuestro amigo y quería que supieras que Jungkook me gusta.— soltó.— Y a las chicas sus amigos.

Jimin se sorprendió, a Lisa le gustaba Jungkook.

— Bueno está bien, no es como que pueda hacer algo al respecto.

— Ah sí, solo que te digo porque no quiero que esto pueda molestarte.

— No, en realidad no me molesta en absoluto.

— Entiendo, entonces no habrá ningún problema.

— Ninguno.— afirmó con simpleza.

Aunque estaba teniendo un debate mental, no era la primera vez que veía a Jungkook con otra persona, porque ahora eso le estaba... ¿afectando?.

— Bueno muchísimas gracias jiminnie, eres de los pocos que celan a sus hermanos.

— Hermanastro.— corrigió.— Jungkook es solo un conocido que me hubiese gustado jamás conocer.— añadió con simpleza.

— Pero sus padres están casados jiminnie, por eso sé consideran hermanos.

— Pues no, no considero a Jungkook mi hermano, el hecho de que nuestros padres estén casados no quiere decir que seamos hermanos, no tenemos la misma sangre y nuestra relación jamás será de hermandad.— soltó irritado.

— Bueno sí, tienes razón jiminnie.— respondió al notar el cambio en Jimin.— Te dejó, iré a hablar con las chicas y contarles que no habrá ningún problema.

— Sí, está bien, adiós.— Lisa se fue.

Jimin se quedó pensando en porqué había respondido de esa manera, no tenía motivo para atacarla de esa forma, si solo era Jungkook.

Los días terminaron de pasar, ya era fin de semana, pero no cualquier fin de semana, ese día era especial, Jimin cumplía años.

Jungkook se había levantado temprano por un paquete que según llegaría a altas horas de la mañana. Se bañó, se arregló y bajó, escuchó el timbre sonar y rápidamente fue a la puerta, al abrir efectivamente era el paquete. Lo tomó, subió a su habitación y empezó a abrirlo, una vez listo buscó un papel de regalo que había comprado la noche anterior, lo envolvió bien, una vez listo fue a la habitación de Jimin. Como de costumbre entró, se sentó sobre la cama a un lado de Jimin, lo observó fijamente por unos momentos y por impulso rozó sus labios con los de Jimin, rápidamente se separó, pasó su mano desocupada sobre el rostro de este, se permitió admirarlo un poco más.

Sin Control - [Kookmin] [Ideas Rotas I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora