...quisiera retroceder el tiempo, cambiar nuestras actitudes...
Luego del pequeño incidente con tu mamá, cambiaste. Te volviste distante y ya me hablabas muy poco. Pareciera que pasaron meses de eso, pero no Diego. Habían pasado unos días. Yo no sabía que pasaba, si estabas bien o si te había hecho sentir mal, que tal vez no daba todo de mi, en fin comentarios intrusivos. Hasta que un día, llegaste y simplemente me terminaste, así de la nada, sin razón y de golpe. Quiero pensar que imaginaste cómo eso me había dolido, y si no pues; solo puedo decir que llegue a casa y lloré por algo que yo sabía que tenía que pasar. Me dolía porque en ti veía felicidad donde la creí perdida. Había deseado tanto que no hubiera sido condescendiente contigo, ojalá no te hubiera rogado, pero cómo sabrás; lo hice.
Y de todos modos, no sirvió la forma de actuar de ninguno de los dos.