Delineando Nuestras vidas.

Capítulo 1.

La cercanía de ellos dos cada vez era más grande, pues habían ahora echo una amistad bastante bonita, a la azabache ya no se le veía tan señida con el castaño, y era algo que el pelinegro venía notando de hace mucho.

Estaban en la habitación del antes mencionado, el había visto que las diferentes solados se maquillaban con un pincel color negro sus ojos.

Su curiosidad fue mucha y había pedido a la pelinegra que le ayudase con eso, el no era gay ni nada por el estilo, pero aprovecho, que la menor tenía esos artículos de maquillaje, se decidió a que le pintase un poco los ojos.

—Confío en que no me sacaras un ojo. — expreso de forma seria, mientras veía a la azabache acercarse con el pincel.

En un momento hasta saca la lengua y se la muerde con los dientes, era difícil deliniar unos ojos tan cerrados.

— Usted relájese.. Quedara bien.. No se mueva.. —Pasa con cuidado el lápiz, ganas de hacer una maldad, sobre pasaba su cabezita.. Pero quería hacerlo ver espectacular.

─ Confío en que no me harás alguna travesura. — agrego en su tono estoico.

— ¿Una travesura?. —Ríe internamente, pues era su idea desde un inicio, pero, decidio solo hacer el delineado. Termino con ese ojo y se dirijo al otro donde hizo exactamente lo mismo.

—No se mueva.. Aach..—Un parpadeo hizo que la línea se saliera, marcando un poco el pómulo de el mayor.. La cercanía era mínima, pero sin pensar absolutamente nada más que pintar sus ojos..

—Espere.. Saque su lengua.. —Llevo su pulgar a la boca de este, esperando que la abriera.. Debía limpiar ese rayon, antes de que pensara qué lo había echo al propio.

Sintió que el pincel iba a picar su ojo, instintivamente parpadeó aunque no era lo que quería.

─ Hm, mi presentimiento estaba errado.—Ante la orden de la azabache de sacar su lengua, teniendo el dedo de ella cerca de sus labios, la miró un momento, dudando si no era alguna especie de "broma". Pero lo hizo, sacó su lengua, expectante de ella.

— Usted solo sáquela..—Dijo al ver la duda que tenia, a regañadientes la saco, paso su dedo por la lengua, huntandolo de saliva, con total inocencia, para después llevarla a el pómulo y limpiarlo, quitando por completo la mancha.

—Listo..—Termino de pasar el lápiz y dio una ligera sonrisa.. Tomo con sus dos manos el pincel o lápiz de ojo y se alejo un poco.

— Quedo muy bien.. Mirese en el espejo.— dijo mientras internamente se sonríe.

El azabache se contuvo mejor, evitando parpadear nuevamente. Tras ver que la chica terminó, se percató que ella estaba muy encima de su cuerpo, a lo que desvió su mirar un momento, en cuanto ella se movió a un lado, y permitir al mayor mirarse en un espejo que había colgado en la pared.

─ Hm. ¿Crees que se me ve extraño. —Cuestionó ahora mirando a la azabache.

— Opino que se ve bien.. De echo le luce..—Diría mientras ahora guardaba el pincel en su bolsillo, para después mirarle de nuevo.

— Dígame una cosa.. ¿Porque se dejó hacer eso?. —Pregunto curiosa, sentándose al frente de este, pues ahora tenía curiosidad del saber el porqué, de su buen humor.

Tras observar con un poco más de  en el espejo el delineado, se giró en el lugar para verla.

─ Mm... me dio curiosidad, y aproveché que te vi a ti con ese pincel. ¿Te resulta extraño?. —cuestionó.

—No no.. Bueno si un poco. Normalmente usted no suele tener ese tipo de dejasiones.—Dice mientras coloca brazo encima de su codo, para después poner su mentón en su palma.