Taehyung se mete con furia dentro de la cama, pasando al lado de Namjoon tan rabioso que parece que corta el aire, sin entender qué le ocurre al castaño, pero simplemente se encoge de hombros y sonríe en grande cuando a los minutos sus dos hermanos entran de la mano por la puerta.
Se acerca al pelimenta y deja un beso en su frente, haciéndole sonreir con esa preciosa sonrisa de gomita que tanto les gusta a todos.
- ¿Taetae ya ha llegado del trabajo? – Pregunta el pequeño, dejando su caperuza en el perchero – Estoy preocupado por el lobo.
- Está en vuestra habitación, bebé – Le dice Namjoon, que a la vez lo para cuando echa a andar hacia ella – Te aviso, está de mal humor.
Yoongi se queda estático en su sitio, pocas cosas hay que le gusten menos que su amado hermano enfadado, se vuelve muy irritable y hace cosas que en ocasiones le dan miedo, como aquella vez que rompió un cristal con su puño porque ese día se había cabreado porque la madre de uno de sus compañeros fue a buscarle para que ayudara a su hijo con una tarea.
Se muerde el labio con indecisión, no tiene ni idea de porqué está enfadado, pero teme que, si no sube a tranquilizarlo, no se le pase en un buen rato.
- Voy a subir a ver si se le pasa – Les dice a sus hermanos.
- Aprovéchate de que eres su debilidad, pequeño – Le guiña Jin, divertido.
El menor sonríe y echa a correr escaleras arriba, sonriente.
- Jin hyung – Dice Namjoon sombrío – Nuestro hermano menor es peligroso.
- Lo sé, mira lo que ha hecho solo porque le he recordado que Yoongi tiene vida propia y que algún día encontrará pareja – Suspira, dejándose caer en el sofá.
- ¿Para qué le dices eso? – Pregunta con incredulidad, sentándose a su lado – Sabes lo que siente por él.
- Yo que sé, se me ha escapado – Bufa, cruzándose de hombros.
Namjoon niega con la cabeza, sin encontrar una solución lógica a todo esto en la que no se incluyan más muertes de gente inocente a manos del peculiar lobo asesino que está hecho su hermano pequeño.
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Yoongi abre la puerta con cautela, metiendo primero la cabeza para ver que Taehyung está tumbado boca arriba mirando al techo con el ceño fruncido y sonríe, parece que es menos de lo que esperaba.
- Cierra con seguro, bebé – Le dice su hermano desde la cama.
El menor asiente y termina de entrar, cerrando con seguro como le ha dicho y se subiéndose a la cama, gateando a su lado hasta que llega a la altura de su cabeza y se sienta cruzado de piernas, mirándole con una bonita sonrisa.
- Me ha dicho Nammie hyung que estás de mal humor – Yoongi pone un puchero y acaricia su mejilla - ¿Por qué, Taetae?
- Porque me duele el corazón, mi niño – Le dice con ojos brillosos – Tengo mucho miedo.
- ¿A qué? – Pregunta curioso, ladeando la cabeza.
- Ven aquí – Abre los brazos, invitándole a que se tumbe encima de él.
Al menor se le encienden las mejillas, pero acepta y se tumba en el cuerpo del mayor que lo rodea con sus brazos, cerrando sus ojos mientras siente las caricias en su espalda con delicadeza.
- Estoy enamorado Yoongi – Confiesa, haciendo que el alma del menor, se vaya de su cuerpo.
El corazón se le retuerce y las ganas de llorar llegan a sus ojos cerrados, que teme abrir por si se escapan sus lágrimas, eso le ha dolido, aunque no le extrañaba nada que en algún momento alguien tan hermoso, majestuoso y fascinante como el castaño encontrase a una pareja con la que estar.
- ¿Y qué hay de malo? – Pregunta en un hilo de voz.
- La gente se empeña en alejarme de él, pero no va a pasar jamás – Gruñe, apretando entre sus brazos al pelimenta.
- N-No sé qué decirte, Taetae – Pone un puchero, porque es la verdad.
- Me gustaría salir a despejarme y que vinieses conmigo, mi bebé – Le dice Taehyung, levantándole el rostro.
- Claro, vayamos a dar un paseo – Sonríe con vergüenza por la cercanía de sus rostros.
- No, quiero salir esta noche – Susurra, por si alguno de sus hermanos está detrás de la puerta – Vayamos al bosque.
El corazón del menor se desata, si algo tiene terminantemente prohibido es ir al bosque de noche, porque según su hermano mayor es cuando más posibilidades tiene el lobo de aparecer.
- Pe-Pero, el lobo... - Se muerde el labio, nervioso.
- Mientras estés conmigo, ese lobo malo no te hará nada, mi bebé... - Susurra, levantando su rostro.
Taehyung junta sus labios con los del menor, derritiéndole y convenciéndole en ese momento, en el que solo puede recolocarse mejor encima de su amado y dejarse llevar por ese beso apasionado que le brinda.
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Bien entrada la madrugada, después de comprobar que sus dos hermanos duermen plácidamente, los dos chicos, con una manta, la cestita y la caperuza de Yoongi puesta, salen a hurtadillas por la ventana de su habitación, dejándose caer por las enredaderas que tienen en la pared.
Cogidos de la mano, se adentran en el bosque, Yoongi está totalmente aterrado por estar haciendo eso, tanto que tiene ganas de llorar, no quiere que aparezca el lobo y se lo coma o que lo mate, mucho menos que ataque a su amado Taehyung, el cual tiene una sonrisa aterradora en su rostro.
Llegan a un claro iluminado por la luz de la luna menguante y Taehyung extiende la gran manta que han traído, dejando la cesta y sentando a Yoongi en su regazo.
- ¿Tienes miedo? – Pregunta casi con burla.
- S-Sí – Tartamudea, escondido en su caperuza, como si así nadie fuera a atraparlo.
- No te preocupes, yo te quitaré el miedo al lobo – Sonríe de lado, agarrando su rostro.
Los labios de ambos se juntan, tornándose rápidamente en un beso demandante por parte de Taehyung que tiene que controlarse por no arrancarle la ropa al menor en ese mismo momento.
Hoy es el día en el que su paciencia se ha agotado y va a tomar lo que es suyo antes de que nadie más se atreva a ponerla una mano encima a ese niño precioso.
Hoy es el día en el que el lobo se va a comer a caperucita roja, por primera vez.
