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No sabe con exactitud cuántos días lleva en esa cueva dónde Taehyung lo tiene secuestrado. Durante ese tiempo el castaño se ha encargado de lavarlo, de darle de comer, de follarlo una y otra vez, quiera Yoongi o no, sintiéndose deplorable cuando ha disfrutado todas y cada una de las veces.

Ahora mismo hace un rato que el mayor ha salido y él llora desconsolado porque el agarre en sus muñecas le arde, las tiene en sangre viva, hace un par de días que empezaron a sangrarle.

Se siente horrible, por un lado, siempre quiso vivir solo con Taehyung, pero esta no era ni mucho menos la manera y por otro solo de pensar en sus dos hermanos mayores se le parte el corazón, sabe que tienen que estar muy tristes y preocupados por no encontrarlo, además, sospecha que no lo harán nunca si siendo ellos lobos como su mayor, aun no lo han hecho.

Ve entre sus lágrimas como el mayor vuelve con algunas frutas, verduras y carne, probablemente cazada por su versión lobuna, sonriéndole con la misma calidez que siempre que le ve.

- ¿Por qué lloras? Me partes el corazón – Susurra sentándose a su lado, retirándole las lágrimas.

- Desátame, me duelen demasiado las muñecas – Ruega.

Los ojos del mayor suben a su agarre, ciertamente lo tiene bastante feo. Se muerde el labio con duda, no quiere darle oportunidad de escaparse, su idea es tenerlo retenido hasta que sepa con seguridad que no se va a ir de su lado.

Finalmente se decide a quitarle las cadenas, soltando un suspiro de satisfacción Yoongi cuando por fin tiene sus brazos en una forma menos incomoda y antinatural que tenerlos hacia arriba desde hace demasiados días. Se toca las muñecas ensangrentadas con pena, le quedarán cicatrices horribles.

Taehyung se levanta y cogiendo agua y un paño, las limpia cuando cuidado, desatándole el corazón al menor por la delicadeza con la que se lo hace todo siempre.

Odia sentirse así respecto a su captor, no debería seguir amándole de esa forma tan enfermiza, pero es imposible para él resistirse a la suavidad de su toque, lo concentrado de su rostro, la ternura con la que le besa las heridas cuando las termina de limpiar.

- ¿Mejor? – Sonríe el mayor levemente – Se te curarán pronto.

- Sí, mejor – Asiente con lentitud - ¿Cómo está tu brazo?

- Estoy completamente curado ya – Taehyung se retira la camiseta, enseñándole la cicatriz en él – Me curo antes que los humanos.

Se atreve a pasar los dedos por la cicatriz que él mismo hizo con su puñal, el último recuerdo de Namjoon, que le apena muchísimo haber perdido, por lo menos la  cueva.

Taehyung sonríe y le besa la frente, haciéndole cerrar los ojos, gustoso, odiándose a sí mismo un poco más.

El mayor se levanta y en la especie de cocina que tienen, se dispone a cortar las verduras y el animal muerto que ha dejado encima, dispuesto a prepararle una rica comida a su pequeño amado.

Cuando de repente todo se pone negro para él y cae cuan largo es en el suelo de la cueva, a causa del golpe en la cabeza que le ha proporcionado Yoongi con la pala que ha visto apoyada en una de las paredes. Ve un hilo de sangre rodar por el rostro de Taehyung y en el fondo se asusta de haberlo matado.

Pensando rápidamente después que eso es una magnifica tontería, si un puñal no lo hizo, eso todavía menos.

Sin pensárselo mucho más, coge su caperuza, sus botas y sale disparado de allí, arrepintiéndose por momentos de no haber cogido ningún tipo de alimento por si se pierde. Al salir se tiene que tapar los ojos por que el sol lo deja cegado después de tantos días sin pisar el exterior.

Tarda unos minutos en acostumbrarse y cuando lo hace, ve diferentes huertos con comida e incluso un pequeño corral con gallinas y algún que otro cerdo, de verdad Taehyung llevaba planeando esto demasiado tiempo.

Echa a correr de nuevo, inflándose de valor e intentando ignorar el hecho de que, si el lobo lo coge, no sabe qué le hará.

El castaño se despierta pocos minutos después con una confusión muy grande encima, enfureciéndose rápidamente cuando ve que su amado no está y la caperuza tampoco

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El castaño se despierta pocos minutos después con una confusión muy grande encima, enfureciéndose rápidamente cuando ve que su amado no está y la caperuza tampoco. Una sonrisa aterradora se forma en su rostro cuando se da cuenta de que caperucita roja está intentando huir, aunque no lo va a conseguir.

Con tranquilidad se transforma en el terrorífico lobo que es y sale caminando de la cueva, dándole ventaja a su niño travieso.

El lobo se relame en su gran boca y cuando opina que le ha dado los suficientes minutos, echa a correr presa de la locura, la furia y la lujuria con la que castigará a su amante malvado cuando lo coja.

Porque lo va a hacer.

El miedo inunda a Yoongi a pasos agigantados, no reconoce este bosque, está estupendamente perdido y lo único que tiene es su caperuza roja que se ve a kilómetros allá donde vaya, a lo mejor no ha sido buena idea llevarla consigo

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El miedo inunda a Yoongi a pasos agigantados, no reconoce este bosque, está estupendamente perdido y lo único que tiene es su caperuza roja que se ve a kilómetros allá donde vaya, a lo mejor no ha sido buena idea llevarla consigo.

Se gira al sentir una presencia detrás de él y visualiza al lobo a unos metros de él, grita asustado y sale nuevamente a correr desesperado, con las lágrimas obstruyéndole la visión por tener de nuevo a ese lobo aterrador a sus pies, está seguro de que se lo va a comer en cuanto lo coja.

A lo mejor eso es incluso mejor que seguir encerrado bajo su voluntad.

Ese es el pensamiento que tiene antes de que la feroz pata del lobo lo empuje, haciéndole caer de bruces al suelo. Se gira aterrado y tiene el hocico de Taehyung a centímetros del suyo, con esos dientes tan grandes y afilados, el gran cuerpo obstruyendo el pequeño cuerpo que tiene él.

Una luz cegadora se expulsa del cuerpo del menor que deja ciego al lobo los minutos suficientes para que el menor pueda escapar de nuevo.

Con un gruñido de furia el lobo vuelve a su tarea, atrapándolo de nuevo, solo que esta vez, en vez de quedarse encima de su cuerpo, se transforma en humano, cogiéndolo con sus fuerzas y estampándole contra el primer árbol que encuentra.

El cerebro se le desconecta, el miedo se esfuma y la lujuria le abruma cuando los labios hambrientos de su mayor le devoran los suyos.

Little red hidding hod ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora