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Pov. Jess:

Estaba muerta, me había quedado llorando en ese puto cubículo del baño y no fui a ninguna de mis clases o al menos me perdí unas 3 horas seguidas.

Nadie, absolutamente nadie se había preocupado en entrar y ayudarme.

Recuerdo cuando esto pasaba en la primaria, te sentías mal o nose, estabas decaída o algo y siempre tenías a alguien con quién hablar, pase lo que pase.

En esta escuela de mierda, no había nada. Mis compañeros me odiaban, me miraban como si fuera la rarita y realmente me caían súper mal. Pero demasiado mal. No porque los odiara, ni porque me hayan hecho algo. Solamente los odiaba por como me miraban o porque tenían pinta de niñitos con plata o algo parecido.

Nose como se diga en otros lados, pero acá en Argentina se le dicen estúpidos. Más cuando se piensan que por ser así, se pueden creer la vida entera. Puaj! Odiosos.

-¡Jess!-

Escuché un grito de mi nombre al abrirse la puerta del baño. Esa voz, esa voz que me parecía tan conocida...

-¿¡Jess dónde mierda estás!?

Volví a escuchar la misma voz mientras la puerta se cerraba.

-Jess... Ya sé que lo que viste te hizo pensar cualquier cosa. Pero juro que no fue así...

Volví a escuchar mientras los cubículos vacíos se iban abriendo.

-Por favor, escúchame, tienes que hablarme.

Volvio a decir esa voz. Esa voz que tanto había esperado escuchar la noche anterior, esa voz. Esa voz de él...

Mateo....

-Dale Niña, por favor déjame explicarte...

Se volvió a escuchar y la puerta del cubículo de al lado se abrió fuerte.

-Jess, no te escondas, déjame hablar contigo...

Volví a escuchar y vi una silueta de unos zapatos por debajo de la puerta.

-Jess, sé que estás aquí. Déjame verte...

Volvio a hablar apoyando una mano en la parte de arriba de la puerta. No le respondí. Seguía sin poder hablar por el trauma o el shock.

-Jess, responde o tiro la puerta abajo.

Volvio a decir pero está vez con voz demandante y seca.

-¿Que quieres Mateo?

Respondí escondiendo mis sollozos con fuerza y abrazada a mis piernas arriba de la tapa del inodoro.

-Quiero hablar contigo niña.

Respondió, con vos tranquila nuevamente.

-Yo... No... No quiero Mateo.... Vete y deja de molestarme. Vuelve con la peli teñida esa y.... Deja de estar pendiente de mi.

Respondí un tanto enojada y a la vez dolida.

Me afectaba la situación que pasaba en ese momento. Más que había pasado mucho tiempo ya y se digno a aparecer 3 horas después. Que idiota.

-Jess. No me voy a ir de aquí hasta que hablemos.

Me dijo, otra vez con voz demandante.

-No-quiero-hablar.... Necesitas que te lo diga en chino para que lo entiendas?

Le dije, está vez si estaba enojada. Muy enojada, me explotaba de bronca eh irá. Dios mío. Que pesado era... Osea, me gustaba que se preocupara y eso. Pero ya no quería, quería estar sola por un momento y pensar en las cosas.

This Is My Fucking Nightmare Donde viven las historias. Descúbrelo ahora