CAPÍTULO 4

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Había pasado ya una semana desde que había despedido a Felipe la madrugada que salimos, y no lo vi mas desde entonces.

Hace una semana que no me lo encontraba en el pasillo, o en el ascensor, ni siquiera escuchaba ruido proveniente de su apartamento, tampoco me había llamado o escrito, así que a lo mejor tenía razón y solo había sido amable conmigo, no le gustaba y simplemente quiso ser mi amigo. Aun así, no podía evitar preguntarme si había sentido esa conexión la noche en el club mientras bailábamos, ese clic, nunca me había sucedido antes, ni con mis novios anteriores ni con chicos con lo que hubiera salido casualmente.

Supongo que realmente no había mucho que pudiera hacer, pensé en escribirle yo pero el último mensaje había sido mío, es como si se hubiera desaparecido de la nada.

Decidí no darle más vueltas al asunto y me dirigí hacia la caja en el supermercado a pagar por las cosas que había ido a comprar, ya había sido hora de hacer un poco de mercado, la última semana no había tenido tiempo entre terminar mi portafolio y una de las pinturas que me había encargado un cliente, por suerte para mí ya había salido a vacaciones y por fin tendría más tiempo libre.

Cuando llegué a casa me puse a organizar todo lo que había comprado, no era la mejor haciendo mercado y mucho menos cocinando, pero si seguía viva es porque algo debía estar haciendo bien a final de cuentas. El teléfono fijo sonó a mis espaldas y me dirigí a atenderlo mientras me secaba las manos en el pantalón.

- ¿Hola?

- ¿Victoria Rivas? - Me hablo un chico al otro lado, era de recepción.

-Si, con ella.

-Tenemos un paquete para usted que llego hace poco, le informamos para que sepa que puede venir por el.

Por fin, me había pedido una nueva cámara para el próximo semestre en la universidad, me había costado un ojo de la cara y la había estado esperando hace una semana.

-Ya voy por el, muchas gracias.

Colgué el teléfono y baje lo más rápido que pude, me emocionaba abrir mi nueva cámara y sobre todo probarla, si todo salía bien con esta podría tomar fotos mucho mas profesionales que antes. Recibí el paquete y tuve que esperar el ascensor unos diez minutos porque al parecer a algún genio se le había ocurrido mudarse justo ahora o yo que sé, estaba detenido en el piso diez así que supuse que debían estar bajando algo grande. Cuando por fin bajó subí rápido, pulsé el botón de mi piso y no fue hasta que las puertas se abrieron que lo vi. Era Felipe de espaldas a mi frente a la puerta de su apartamento y con un montón de maletas a su alrededor, parecía estar desesperado buscando algo en su mochila, no sabia si era el mejor momento, pero aun así decidí acercarme a él.

- ¿Te ayudo en algo? - Le pregunté nerviosa, por si tal vez estaba de mal humor. Pero para mi sorpresa en cuanto se dio la vuelta se le ilumino el rostro y me dedico esa sonrisa tan linda que siempre me daba.

-Hola Vic. - Me dijo acercándose a mi para saludarme con un pequeño abrazo. - Había perdido mis llaves, pero ya las encontré. - Me explicó mostrándome las llaves que traía en la mano.

- ¿De dónde vienes? - Le pregunte intrigada por la cantidad de maletas.

-He tenido que ir a España esta semana por trabajo, y tuve que comprar dos maletas de más para poder traer los regalos que me han hecho. - Respondió mientras abría la puerta del apartamento.

- ¿Regalos? - Dije arrugando las cejas, sin entender nada.

-Ah si, los regalos que nos han hecho las fans a mi y a mis compañeros de elenco. - Me respondió, luego se quedó mirándome como si hubiera caído en cuenta de algo y soltó una risita. - Lo siento, creo que nunca te lo dije, pero soy actor.

ANTES DE TI | FELIPE OTAÑO [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora