CAPÍTULO 6

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En cuánto había recibido la noticia de la muerte de mi madre tomé el primer vuelo que encontré desde Buenos Aires hacia Bahía Blanca, ni siquiera llevaba maleta, en mi mochila había empacado un poco de ropa y algo de dinero. Felipe se había ofrecido a venir también al ver que a duras penas podía formular palabra, pero al final pude convencerlo de que no era necesario. Lo último que quería es que alguien viera el desastre que había dejado atrás en cuanto decidí irme de este lugar.

Había llegado a casa tarde en la noche, en cuanto entré encontré a mi padre y mis tíos en la sala, me cayó como un balde de agua fría verlos a todos juntos.

-¿Dónde está?- Fue lo primero que se me salió decir intentando no colapsar en ese preciso momento.

Mi padre me miró de arriba a abajo pero no dijo nada.

-En el hospital, nos entregarán el cuerpo mañana para el funeral. -Dijo mi tía acercándose a mí, llevaba el maquillaje corrido y los ojos hinchados. -Cariño, lo siento mucho.

En ese momento a pesar de todo el ambiente de tristeza que había no podía soltar una lágrima, sentía rabia, rabia porque no pude verla una última vez, porque la mitad de su vida la pasó con un patán que la había disminuido a nada, porque era mi madre quién soportaba los golpes para que yo no tuviera que hacerlo, porque ahora estaba muerta y nunca volvería a saber lo que era tener una vida tranquila y feliz de nuevo.

Dejé caer la mochila al suelo y me acerqué a paso rápido a mi padre que me miraba confundido y con lágrimas en la cara, lo que solo molestarme aún más.

-¡¿Qué le hiciste?! -Le grité tomándolo por el cuello de la camiseta.

- ¡¿De que mierda hablas Victoria?!- Reaccionó de inmediato tomándome de los antebrazos con fuerza para apartarme, pero me mantuve firme y no lo solté.

-¡¿Qué le hiciste a mi madre?!

El se empezó a reír sarcásticamente y eso solo hizo que mi rabia fuera aún más en aumento. Ya no podía pensar, o sentir nada más que rabia hacia él y todo lo que era y representaba en mi vida.

-¡Maldito desgraciado! - Le grité,  soltandolo del cuello para pegarle en el pecho con toda la fuerza que tenía, mi tía comenzó a gritar detrás de mí pero estaba tan cegada por la ira que ni siquiera podía distinguir que decía.

-¡Ya está Victoria, déjalo!- Gritó mi tío sujetadome por la cintura y apartandome de mi padre, traté de zafarme pero fue imposible, terminé por rendirme y deje de luchar contra él.

-Tu madre murió de cáncer, Victoria. -Soltó mi padre y la frase quedó en el aire. Arrugué las cejas confundida, mirándolo en busca de una explicación, o más bien de algún indicio que me dijera que lo que acababa de decir no era más que una mentira para no responsabilizarse de lo que había hecho.

-Si no te hubieras largado te hubieras enterado, tu madre luchó contra el cáncer por meses luego de que te fuiste y nos dijiste que no querías volver a vernos nunca. ¿Lo recuerdas ahora? ¿Cómo te volviste loca y nos gritaste a ambos esa noche que no querías que volvieramos a aparecer en tu vida? No devolviste ni una sola llamada Victoria. ¿Tienes idea de cuántas veces tu madre te llamó para que regresaras? Dormía todas las noches al lado del maldito teléfono solo por si recibía aunque fuera un mensaje de tu parte.

-Sabes porque sucedió todo eso. -Solté intentando que no se me quebrara la voz, pero una punzada de culpa empezó a recorrerme todo el pecho con solo recordar todo lo que había sucedido antes de irme de casa.

-Al final del día si hay algún culpable aquí deberías ser tu, quien se largó y la hizo pasar todo ese tratamiento hundida en tristeza esperando por ti.

ANTES DE TI | FELIPE OTAÑO [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora