CAPÍTULO 15

279 28 0
                                    

Me había quedado dormida casi toda la tarde así que ahora iba de nuevo retrasada al trabajo, ya iban dos días seguidos, pero en mi defensa, tenía la cabeza completamente en otro lado, en Felipe, para ser mas específica.

Aún le seguía dando vueltas al tema de la chica que vi salir de su apartamento, y para colmo, ayer al regresar de la casa de Mateo lo vi de nuevo mientras recogía un pedido de la recepción, traía una camiseta negra y el pelo todo desordenado, a decir verdad me dieron ganas de correr y abrazarlo pero tuve que limitarme a simplemente pasarle por un lado, sin más.

- ¿Supiste que a Mateo lo arrestaron esta mañana? – Comentó Martina a mi lado mientras arreglábamos la barra.

Tuve que disimular un poco mi sonrisa de satisfacción para no delatarme.

- ¿De verdad? No tenía idea. -Mentí.

-Si boluda, al parecer aparte de ser tremendo enfermo también vendía droga.

-Uy bueno, pues que bueno que lo agarraron entonces eh.

-Deberíamos celebrar que por fin te lo quitaste de encima.

No pude evitar soltar una risita. La idea no me parecía tan mal, necesitaba distraerme de todo realmente.

- ¿Qué sugieres? – Le pregunté divertida.

- ¿Nos vamos de joda cuando acabe el turno?

- Va. De una.

El turno ese día se me hizo bastante rápido en comparación con los demás, cuando acabó me quité el delantal y con Martina nos retocamos un poco el maquillaje antes de irnos. Llegamos a una discoteca que estaba cerca de mi edificio y tenia muy buen ambiente, estuvimos charlando y solo fue cuestión de una botella y media para que cuando Martina me preguntara por Felipe yo terminara contándole todo lo que había pasado.

-No, no, tienes que hablar con él. – Me dijo en cuanto termine de hablar.

-Y me gustaría... pero no creo que eso se vaya a poder.

- ¿Y porque no?

- La otra noche vi que una chica salía de su apartamento, traía todo el pelo desordenado y encima él no me quiere ver ni en pintura. – Le dije dándole otro trago a la botella.

- Uy, pues mira... a lo mejor no es lo que piensas ¿Por qué no hablas con él y dejas que te lo explique todo?

- ¿Tú crees que sea buena idea?

- ¡Pues claro! ¿Es que tu no has visto a ese hombre? Por favor, Victoria, que si yo fuera tú hasta un amarre le hago con tal que fuera mío siempre. – Dijo riéndose.

Me reí también dándole otro trago más a la botella.

Estuvimos el resto de la noche bailando y tomando, Martina no dejaba de pedir botellas y lo que en un principio comenzó siendo una noche de chicas tranquila, terminó conmigo en un cubículo del baño vomitando y Martina en el otro hablando tonteras mientras no podía ni mantenerse en pie.

-...y encima los tiburones comen ballenas para sobrevivir. – Dijo ella al otro lado arrastrando las palabras.

Yo por mi parte creo que ya había vomitado hasta la cena de la navidad pasada. Apoye la espalda contra la pared intentando recuperarme un poco, pero creo que había quedado incluso peor. Saque mi teléfono para...no sé, la verdad que no se para que lo había sacado, pero por alguna razón el primer nombre en que pensé fue en Felipe, así que me fui a mi lista de contactos y lo llamé.

Un pitido.

Dos...

Tres...

- ¿Hola?

ANTES DE TI | FELIPE OTAÑO [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora