Caprichoso.

Recuerdos.

HODAAAA¿Que tal?

Los cuatro Crowley's salieron de la casa con estruendosos pasos mientras Aziraphel solo los seguía, temblando.

"¿De verdad piensan que mi mamá puede estar tras de esto? Por Dios, es solo una corista evangelical" Repuso empezando a respirar pesado.

"No lo sé, pero ella debe saber algo"

Se subieron a una camioneta negra, blindada y con música del Cuarteto a todo volumen. 🎶Es más un aliado que un adversario, señalado con el dedo acusatorio. No hace falta un conflicto sanguinario mientras haya a mano un chivo expiatorio 🎶

Aziraphel se sentía incómodo ante la presencia de tantas miradas frías y observantes.

Llegaron a la casa de los Arcarfell's. Lo último que quería hacer Aziraphel era ver a sus padres.

Sebastian pateó la puerta y la abrió con gran poder.

- ¡¿Que está pasando?¡ - Pregunto el padre del peliblanco. La mirada del hombre se clavó en Sebastián.

"Creo que tenemos problemas que solucionar"  El jefe aquí era Sebastián y se sabía. Quién luego de estas palabras se traqueo el cuello y se sentó en el sofá con las piernas abiertas.

Pasaron dos horas, habían habido gritos, golpeteos y discusiones. La madre de Aziraphel había confesado lo que le había dicho a Crowley la última vez ganándose un silencio cortante en Zira quien jamás la creyó capaz de mentirle tan descaradamente.

"¿Por que hiciste eso?" Su voz estaba cortada. Lo hubiese creído de su padre pero... ¿De su mamá?

"No te conviene salir con gente así... Es por tu bien, hijo. ¿Ves linda la vida que llevan? Son estafadores, maleantes, hasta sectas satánicas deben hacer. Te vas a involucrar con ellos." Contestó la mujer.

Harmony acercó la boca a la oreja de Belzzebu "¿Nos está ofendiendo?"

"¡Dejen esa mierda de lado!" Gritó Diosdado. "¡¿Eres homosexual?!"

"¡Cállate tu también! ¿Que mierda hace mi hijo con un menor de edad?" Gritó a su vez Sebastián.

Aziraphel empezaba a azararse. En la mesa cercana había una campanita que usaban cuando había bodas. La tomó y comenzó a agitarla generando un ruido que cayó a todos en la sala.

"Callense, todos" susurró.

Harmony hizo ademán en hablar pero se contuvo.

Aziraphel ya sentía que los pulmones no le daban para más pero el desespero que tenía no lo dejaban pensar.

Lo único que hizo el ex- peliblanco fue salir de la casa, bajo la mirada de todos. Salió calmado y con lentitud. Se sentó en el porche de su casa y escondió la cabeza entre las rodillas.

Le dolía el pecho, le sangraba el labio y tenía irritada la piel, su madre había amenazado de cárcel a su novio, su padre sabía de su orientación sexual y Crowley no estaba...

Se mantuvo callado e inmóvil varios minutos. Cuando levantó la mirada se sintió a no poder más.

A paso lento y doloroso entró a la casa e ignorando a los adultos que sabrá Dios qué estaban haciendo, subió a su habitación.

Uso uno de los inhaladores que le había comprado su mamá y volvió a sentir la paz de respirar sin dificultades, pero los pensamientos lo aturdían y su mente no dejaba de martillar problemas en la parte trasera de su cabeza. Entró al baño desesperado y se echó agua en la cara.

En eso pudo notar que su espejo le hablaba.

Se miró al espejo, era tan pequeño e inútil, tan llorón y al mismo tiempo tan enojon. No sabía controlarse y estaba solo. Su cabello ahora color negro lo tenía estresado, sentía que no se estaba viendo a si mismo.