Capitulo 13

509 46 5
                                    

Barcelona, España.
Presente Día.

Después de bajar del avión, Lisa se dirigió sin preámbulos a su casa. Las grandes puertas de metal le abrieron paso en cuanto su coche estuvo frente a ellas.

El chofer condujo lo suficiente para estacionarse frente a la gran fuente que adornaba el centro del patio frontal. Se bajó del auto y caminó dentro de la gran casa.

Estaba desierta, lo cual era raro. Rosé tuvo que haber llegado hace algunas horas, pero no se escuchaba el mínimo ruido.

Caminó a la cocina y solo estaba una de las empleadas, subió directo al piso de los dormitorios y fue hasta la de la chica. Tocó la puerta debido a la perilla asegurada, pero no recibió respuesta.

Sintió a alguien detrás de ella y sus reflejos la hicieron sacar su arma y apuntar directo a la cabeza al girar su cuerpo. Rosé estaba serenamente parada frente a ella con un revolver apuntándole al cerebro.

— Ya llegué — Comunicó mientras bajaba el arma y volvía a asegurarla.

— Muy bien — Contestó con una sonrisa, una que llegaba a ser macabra —. Hablé hoy a la Casa Blanca, quería hablar algunas cosas con Jennie acerca de los barcos, pero la secretaria me dijo que estaba indispuesta. ¿Sabes algo? —  Preguntó y Lisa negó haciéndose la desentendida.

— No lo sé, tal vez tiene... ¿Fiebre amarilla?

— ¿Qué? — Reaccionó ante la estúpida respuesta.

— Ay, no sé Roseanne, no le ando oliendo el culo a Jennie para saber que es lo que tiene — Se detuvo a pensar un poco sus palabras.— Bueno, pero eso no me hace saber que es lo que tiene  — Rosé rodó los ojos.

— ¿A cuál país fuiste? — Preguntó interesada.

— A México — Contestó sin problemas.

— ¿Y qué hiciste? Te veías muy ansiosa por ir — Lisa le dio la espalda y caminó hasta su recámara.

— Ya sabes — Comenzó.—  Siempre hay algo divertido que hacer con sombreros, chiles y esas cosas de México — Terminó la frase, decepcionada de su mentira.

Entró a su habitación y Roseanne la siguió dentro.

— Así que, ¿Crees que los sombreros son divertidos? — Lisa asintió sin darle la cara.— ¿Sabes qué me gusta de ese país?

 — ¿Qué? — Preguntó. Quitó el saco que traía puesto y fue desabotonando su camisa.

— Me gustan sus palabras, más cuando las utilizas en una oración — Lisa la miró con el ceño fruncido ante la actitud de la rubia. — ¿Quieres que te dé un ejemplo?

Lisa asintió sin estar segura de su respuesta, tenía el ligero presentimiento de que Rosé la había descubierto, como siempre.

— No te quieras pasar de verga, porque te voy a mandar mucho a la chingada. Pendeja — Soltó causando una pequeña gracia en Lisa. Bingo, Roseanne sabía todo.— No te rías, que hablo en serio — Ella asintió.

 — Está bien, regresé Washington — Confesó entre risas. — No te lo dije porque estoy harta de que pienses que quiero algo serio con Jennie — Rosé asintió comprendiendo.

— No me molesta que vayas a follártela cuando se te antoje, de hecho ni siquiera me importa. Pero siempre estás quejándote de Mina con Son y tú te estás enredando con una presidenta — Lisa suspiró y bajó sus pantalones.

— Lo sé, pero Jennie no pertenece a la mafia que nos odia — La rubia estuvo totalmente de acuerdo. En eso tenía razón y era exactamente lo que le había dicho a Mina.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 26 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Profano | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora