Extra. 6

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—¡Rosé!, ¿Puedes verme? -escuché una voz no muy lejana y sentí una respiración próxima a mi rostro-

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—¡Rosé!, ¿Puedes verme? -escuché una voz no muy lejana y sentí una respiración próxima a mi rostro-. ¡Holaaa! iSoy yo, Lisa!, iWakey wakey, dormilona!

- ¡Yah, Lalisa!, ¡Déjala respirar! - escuché como alguien chillaba y después la respiración dejó de sentirse.

—Lo siento —dijo aquella voz—. ¿Uh?, iWah! ¡¿Jisoo, por qué lloras?!

—L-lo siento, es solo... Es un gran día y yo... —murmuró, y por el sonido que le siguió a su voz supe que sorbió su nariz—. Soy muy sentimental.

- ¿Escuchaste eso, Rosé? Despierta ya o Jisoo seguirá llorando.

- ¡Lisa! Déjala en paz.

—¡Hey! Eso me dolió —se quejó con voz temblorosa.

Todo ese asunto me hizo sonreír. Lisa tonteando, Jennie chillando y diciéndole que parara y Jisoo, como siempre, preocupada por mí.

- ¡Sonrió! -escuché a Lisa chillar, y nuevamente sentí su respiración cerca.

A veces, por su comportamiento, pienso que me va a besar... Jisoo y Jennie siempre terminan golpeándola o gritándole por la forma en la que se acerca a mí.

—¡Eso significa que está despierta! – continuó-. ¡Rossssssie!, ¿Puedes verme?, ¿Cuántos dedos tengo frente a ti?

—No puede verte, tonta. Tiene los ojos vendados aún -respondió Jisoo.

—Ah, sí es cierto.

-Denle espacio, niñas. Dejen que respire —la voz de mi madre se filtró por mis oídos y de inmediato Lisa se separó de mí.

- ¿Cuándo llegará el doctor? —preguntó nuevamente la impaciente tailandesa.

—Está ocupado con sus otros pacientes, Lisa.

Rosé no es la única que se realizó una operación.

-Pero tarda demasiado. Yo quiero ver sus ojitos bonitos otra ve- ¡Ay!

Reí levemente. Estaba completamente segura de que alguna de las dos, ya sea Jennie o Jisoo, la había golpeado.

La pobre Lisa iba a necesitar una férula si seguía así. Jisoo y Jennie tenían bastante fuerza, aunque no lo pareciera.

Sentí unos dedos escurridizos enrollarse con los míos y, de forma seguida, un ligero apretón en mi mano derecha que me hizo sonreír. Sabía que era Jisoo, la suavidad de sus manos y el cómo se sentía sobre la mía me lo decía.

Recapitulando, hasta aquí para que puedan entender lo que está sucediendo.

Después de hacer las paces, hablar con mi madre para explicarle las cosas —y hacer que nos creyera- y esperar mi completa recuperación, Jisoo y yo empezamos a salir.

Nuestra primera cita fue en el parque donde nos habíamos conocido, recorrimos los lugares más significativos y reímos sin parar con las bromas mutuas; en la segunda la llevé —aunque técnicamente ella me llevó a mí- al restaurante italiano del que había hablado antes, y disfrutamos de una deliciosa cena y momentos tan dulces como el vino que bebimos; en la tercera fuimos a visitar el restaurante de la familia de Lisa; y a la cuarta me armé de valor y realicé unos pasos que Lisa me dio para preguntarle si quería ser mi novia de manera oficial, pues, los besos y abrazos no faltaron en ninguna cita, pero quería hacerlo todo más real. Entienden de lo que hablo, ¿no?

Eyes / ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora