Jamás pude imaginar que un vestido de sevillana pudiese resultar tan favorecedor. Siempre los había tenido como algo anticuado o incluso humorístico, pero viendo la forma en la que marcaba las caderas podía entender que quizás lo que Daniel me había dicho al respecto no era ninguna broma. O al menos no en su totalidad.
Cuando salí de mi cuarto y me crucé con Aurora pude apreciar por su expresión que ella se sentía de la misma forma:
-Son bonitos, ¿verdad?-Preguntó risueña-Aunque me da un poco de vergüenza que vayamos las dos de faralá. ¿No llamamos un poco la atención?
-Mejor-Contesté yo-El rosa te sienta muy bien.
-Sí, ¿verdad?
Jon y Luis se pasaron por nuestro piso cerca de las 12 y decidimos abrirles con los brazos extendidos mostrando nuestros disfraces a lo cual respondieron con los ojos y las bocas totalmente abiertas. Por supuesto nos habíamos olvidado que Raquel, la novia de Luis, ya estaba ahí:
-Espero que no tengáis el masculino de esos disfraces para nosotros-Consiguió decir Jon sin saber muy bien a donde mirar.
-Peor sería el femenino-Dijo Luis.
A su lado había una chica alta de tez tostada con un cabello largo y ondulado color caramelo y unos intensos ojos achocolatados. Llevaba un vestido rojo ceñido, culminando con unos tacones vertiginosos que la hacían casi un poco más alta que Luis.
-No, ya nos dejasteis claro que sois unos sosos-Me quejé.
-Bueno, chicas, esta es Raquel-Nos presentó Luis.
-Hola, encantada-Dijo con una voz melosa dándonos un beso a cada una.
-Menuda impresión te habremos dado-Rio Aurora sin saber cómo colocar las manos por la timidez.
-¡Qué va! ¡Me encantan!
-Ay, gracias.
-Os va a mirar todo el mundo-Aseguró Jon mientras salíamos y cerrábamos la puerta.
-Eso espero -Sonreí.
Mientras caminábamos hacia la discoteca observábamos divertidos como Raquel se colgaba del brazo de Luis y este sonreía de forma tonta. Supongo que todos tenemos ese aspecto cuando estamos enamorados:
-Está muy buena-Dijo Jon de pronto.
-¡Ala!-Aurora le miró petrificada-Que es la novia de tu amigo.
-Ya pero tengo ojos.
-Parece maja-Dije yo.
-A mí me da la impresión de que es un poco una niña mimada.
-¿Por?-Preguntó Aurora.
-Por lo que he visto cuando estábamos en el piso. Pero vamos, que eso no quita el culo que tiene.
-Jon, por favor, nos vas a deprimir-Murmuré.
-Con esos vestidos que lleváis nos os hace falta abuela. Se nota que tenéis buena autoestima.
-Voy a ir a cambiarme que como vea Esteban igual deja de hablarme-Suspiró Aurora.
-No, que si te cambias no tiene gracia.
-¡Eh! ¡He visto tortugas más rápidas!-Nos gritó Luis.
La discoteca estaba a rebosar y solo al entrar ya me di cuenta de lo difícil que iba a ser moverse por allí con aquel armatoste. Por no mencionar que el suelo estaba pegajoso y los bordes de la falda iban arrastrando por toda la suciedad. Y eso contando con que probablemente apenas podría bailar.
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La vida sigue
Документальная прозаCandela es una inexperta joven de 18 años que desea convertirse en actriz. Tras el suicidio de su padre, un atormentado escritor, Candela se muda para estudiar en la universidad a pesar de sus deseos. Conocer a Daniel y la llegada de una carta inesp...