Mantente siempre abrigado a la esperanza,
cuando te halles al paso de la tormenta,
cuando sientas perder en tí la confianza,
que sea la fe tu mejor vestimenta.
Cuando te halles en medio de las tinieblas,
enfrentar debes tu propia oscuridad,
que nunca te abrumes con la espesa niebla,
busca hallar en tí pronto la claridad.
Cuando sientas que te ahoga un gran dolor,
no sea la pena que tu alma envenena,
que inherente en tí está tu gran valor,
para poder librarte de las cadenas.
Cuando sientas que no hay ninguna salida,
confía en que seguirás hacia adelante,
que nunca quede tu esperanza perdida,
que en la adversidad saldrás siempre triunfante.
En Dios hallarás la suficiente fuerza,
para renovarte de nuevo en tus alas,
obtendrás nuevamente gran entereza,
y de tu alma fortalecida harás gala.
22/02/2024
Ismael González Domínguez
