BABY GIRL |CHAELISA| G!P

1.

LALISA

Miré el proyecto mandado por la junta de la empresa por milécima vez en la pantalla del portatil, definitivamente mi cabeza estaba en otro lugar. Tenia media hora para acabar con esto y quizá bajar a la planta de fotografia de Celine para ver como andaban las cosas y ayudar si era necesario. A mis treinta años necesitaba un respiro, no todo era trabajo —según mi madre.— Mis pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de la puerta azotandose fuerte contra la pared y pensé que quizá deba prohibirle el ingreso a Jisoo en mi esmpresa.

—¡Llegó la alegria de tu vida! ¿Todo está listo? La junta se reunirá en menos de media hora en la sala de reuniones. Esta cara hermosa no podrá retenerlos por mucho y salvar tu culo, Lalisa. —rió burlandose Jisoo, rodé los ojos sin responderle. —¿Sucede algo?

—Solo estoy estresada —suspiré.

—Una noche con alguna chica calmará tus hormonas, amiga mía. —Guiñó— De hecho puedo recomendarte algunas amigas o algunos lugares.

Tomé el puente de mi nariz entre los dedos y suspiré resignada.

—Que asco, Jisoo. No estoy para buscarme a cualquier mujersuela y crear una gran mancha a mi imágen. No soy de esas.

—Si sigues en abstinencia te aseguro que tu pene va a explotar. ¿Cuando fue la última vez que estuviste con alguien? ¿Diez años? —se burlo.

—En realidad fueron nueve— sonreí levantandome de mi silla. —Me conoces desde pañales Jisoo, no soy de estar con alguien una vez y desecharla como si nada. Quiero esperar a la persona indicada. No soy como otras —La miré con una sonrisa en los labios— Que se follan hasta a la barman del bar.

—E-eh! ¡Pensé que eramos amiga, Lili! Además estas hablando demás —me señaló— Esta semana he estado limpia, el trabajo consumió mis energias.

—Entonces no es mi pene el que va a explotar—reí.

Definitivamente tener a Jisoo de mejor amiga era un caso perdido, podias reir un rato y al siguiente querer mandarla a ver estrellas en otra galaxia. 

—No puedo hacer nada —se encoge de hombros— Le doy a las chicas lo que buscan.

—Estoy a dos segundo de tirarte por la ventana—advertí.

—¡Que agresiva te pones, Limario! Pero no te reocupes que para eso tienes a tu mejor amiga, la increible Jisoo kim. Voy a calmar tus preocupaciones.

Caminé pasos hacia atras cuando comenzó a hacercarse a mí—¡Alejate, satanás! ¡No pienso follar contigo!.

Se detuvó haciendo un gesto de dolor y con una mano en el pecho antes de ambas caer en carcajadas.

—En realidad te iba a llevar a HauseSex. —Dijo tomando haciento en uno de los sillones—He escuchado a uno de los socios hablar sobre tal lugar, no sé de que se trate en sí, pero de lo que estoy segura es de que hay chicas muy guapas. Ya sabes... fuentes confiables.

—Osea un prostíbulo—enarqué una ceja.— Realmente paso.

—No se pierde nada con ir a dar una ojeada rápida. Vivir la vida al máximo depende de riesgos.

—Si mi madre lo vé en internet me va a colgar y me cortará las bolas. Pero te arrastro conmigo, Kim.

La ví volver a pensar y pensé que esta discusión ya la habia ganado yo.

—Esta bien, correré el riesgo. ¡Este fin de semana saldremos a HauseSex!.

ROSEANNE.

—Por favor madre, no nos dejes de comer. Haremos lo que nos pidas. —Rogué.

—Ni para eso sirven.

La vimos cerrar la puerta con enojo y Jennie se acercó a mí buscando consuelo. El ruido de la sala se hizo presente y con mucho cuidado dejando a Jennie en la cama, caminé y apoyé mi oido en la puerta

Estaba claro que ser la verguenza de los Park traia sus consecuencias. Principalmente si tu padre cree que por tener supuestas gemelas y no parecerse entre ellas como a ninguno de los padres era no ser sus hijas biológicas. Madre nos vió desde nacidas y apesar de saber que nacimos de sus entrañas se negaba a contradecir a padre. 

Jennie era la más sensible de las dos, ambas con diecinueve años nunca tuvimos el privilegio de gozar lo que es tener una familia de verdad. Escuché a la castaña hacer ruidos así que me sacó de mis pensamientos y le hice un gesto para que guarde silencio.

Concentré mis sentidos a las voces de afuera y con miedo cubrí mi boca.

—Estos hombres quieren a las mocosas, creo que no necesitamos tener una discución para aceptar el dinero y dejar que se las lleven— Habló padre sin remordimiento haciendo que se me hele la sangre. Preferiria mil veces seguir sufriendo el desprecio de nuestros padres a ser vendidas a unos completos extraños.

Nuestros padres no pensaron en nada, más que la ciifra que dijeron los extraños.

—Doce mil dólares— mordí mi mejilla interna al escucharlo—Por cada una.

Ellos no se iban a negar, estoy segura.

—Estan en la habitación del fondo terminando el pasillo.

No, no, no.

Corri a esconderme junto a Jennie evitando que esta hable y rogando que todo esto sea una terrible pesadilla. Otra peor de la que ya vivimos.

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VOTEN, COMENTEN Y ESPERENNNNNNN, ESPERENNNN (CRY)