Colgué por segunda vez la llamada de la empresa y suspiré antes de ver a la mujer parada a mi lado.
—¿Dónde está mi mujer?
—Ya está lista, se encuentra dentro.
Asentí y con la cabeza le dí una señal para que me lleve con Roseanne, caminamos por el pasillo hasta llegar al área que tenía una placa dorada que decía 'vestidores', entramos y el aire acondicionado golpeó mi cuerpo.
—¿Dónde est-...?
—¡Lili!
Miré dónde venía la voz y tragué saliva. Roseanne tenia puesto un traje negro con una camisa de seda del mismo color, su cabello estaba recogido hacia atrás y relami mis labios ante esos lentes oscuros sobre sus ojos.
Deseé que la docena de personal no existiera en el lugar para subirla contra uno de los tantos sofás y besar esos pomposos labios que tanto me rentaban a morder.
Dios mío, ¿Ella es mi pequeña? —pensé.
—¡Pequeña! —me acerqué levantando la en el aire y después de unos segundos regresandola al suelo —¿Cómo te sientes?
—No me siento cómoda
¡¿Qué?!
—¿Cómo que no te gusta, bebé?
Mis diseños, mis trabajos, mis bebés Celine. ¿No le gustaban?
—No es eso Lili—hizo un puchero mientras abrazaba mi cuello. —Esto se ve tan caro, no estoy acostumbrada a esto. Me gusta, en verdad.
—Pues tienes que acostumbrarte a estos tratos. Es lo mínimo que te mereces después de tanto que has pasado. No interesa si no te gusta Celine, puedo conseguirte Chanel, Saint Laurent, la marca que más te guste, no tiene que ser obligado que sea de mi empresa.
—N-no enserio, no hace falta...
—¿Te parece si te doy algo a cambio? ¿Quizá un helado?
—Y-yo.
—Te compro un helado ¿Te parece?—pregunté.— Te voy a consentir todo lo que quieras.
Ingresamos a la heladería llena de personas mientras sostenía la cintura de Rosé. La menor levantó la mirada del celular que le había comprado e hizo una mueca cuando inspeccionó el lugar.
—¿Ya sabes de qué sabor quieres? —pregunté mientras caminábamos directo dónde estaba la trabajadora.
—Y-yo no estoy segura Lili. No sabría que decidir.
Fruncí el ceño ante su respuesta, entonces llegué a la conclusión de que no había probado ninguno antes. Iba a matar a sus padres por todo.
Miré al joven trabajador y puse mi blackcard sobre la mesa.
—Quiero de todos los sabores.
—¿D-de todos?
—De todos— afirmé.
—Lili...
—Vas a probar de todos, Rosie.
No esperamos más de veinte minutos sentadas cuando llegaron con nuestros pedidos. Cada vaso de diferente color era colocado sobre nuestra mesa y me mareé del solo ver la cantidad de sabores.
—¡Está delicioso! —chillo Rosé haciéndome reír.
Parecía un gatito, un gatito tomando leche... Negué con la cabeza deseando que se vayan los malos pensamientos de mi mente. No podía seguir así. Roseanne me iba a matar.
—No voy acabar todo esto Lili, necesito tu ayuda.
—¿Qué? Son para tí pequeña.
Mi dieta!
—Lili...
No faltó decir otra palabra, cogí uno de los tantos vasos y lleve cada cucharada llena a mi boca. Mientras más rápido menos culpa tendré.
Comimos hasta ya no poder más. En miente aún no se terminaba de procesar la idea de tener a una joven tan guapa como Roseanne en mi vida, esa vestimenta se veía tan bien en su cuerpo que verla así y aquí en esta situación suspiré sin poder hacer nada.
No haría algo que ella no quisiera.
—Rosie, he contratado un profesor para que te dé clases particulares. Eso consumirá tu tiempo hasta que llegue del trabajo, no quiero dejarte aburrida. Mañana ya tengo que volver a la oficina.
—¿Qué? P-pero yo puedo estar tranquila... Quiero pasar tiempo contigo Lili.
—Roseanne
—No quiero estar sola de nuevo Lisa, no me gusta, y Jennie tampoco está conmigo...
Sus ojitos se volvieron brillosos y me levanté para sentarme a su lado y envolverla entre mis brazos. Los sollozos no se dejaron esperar y calmé su cabeza con leves movimientos.
—Ni quiero Lili, no quiero alejarme de tí.
Mi corazón sintió un vacío al escuchar esas palabras, no podía creer lo que estaba apunto de decir.
—Shhh, calma pequeña. No te dejaré sola, simplemente tú tomarás clase frente dónde mi escritorio, vamos a ir juntas a la empresa ¿Te parece, Rosie? Podemos arreglar eso.
Asintió y cuando ví a mi alrededor algunas personas nos estaban mirando, me sonroje al instante sin soltar a Rosé y alejé todo mal pensamiento de mi mente.
Las horas pasaron rápidas, lo que había quedado de día había Sido para terminar de comprar algunas otras cosas. Al llegar a casa Rosé se había quedado dormida y no pude evitar sonreír antes de levantarla en brazos y cargarla hasta el interior.
Deseé con todas las fuerzas evitar situaciones así como esta. Otra vez tenía que cambiar su ropa por una más cómoda para dormir. Y como la anterior vez a medio proceso mi polla se endureció, mas no hice nada y terminé de colocarle una camiseta cómoda.
—Duerme conmigo. —Dijo entre murmuros agarrándome de la mano y evitando mi escape. —No te vayas.
Sus hermosas mejillas rellenitas se pintaron de rojo y lentamente solté su agarre.
—Tengo que descansar
—Por favor, duerme conmigo. —repitió
¿Debería mal pensarlo?
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BABY GIRL |CHAELISA| G!P
FanfictionRoseanne nunca pensó ser comprada por la imponente y millonaria Lalisa Manobal. Quién resultó tener una clara debilidad por la menor. CHAELISA G!P PROHIBIDO ADAPTACIONES SIN MI PERMISO