BABY GIRL |CHAELISA| G!P

10.

La noción del tiempo se me fue con el rato y cuando me dí cuenta ya me encontraba borracha frente la habitación en la que nos hospedariamos por una semana con Roseanne. Estando con mi cabeza mareada aún podía sentir la vergüenza recorrer mi cuerpo si habría esa puerta.

No me dió tiempo de pensarlo mejor cuando mi mano ya estaba abriendo el pomo de la puerta y mis pies se arrastraban al interior. La luz se encendió asustandome y cuando aclaré mi vista, Roseanne estaba parada frente mío con una mirada preocupada.

No hagas ni digas nada tonto, Lisa—pensé antes de caminar con tropezones al baño.

Carajo, quería caer.

—¿Por qué me dejaste sola?

Tragué saliva ante su pregunta.

—Voy a bañarme.

—Apestas a alcohol...

Mi cabeza, mi maldita cabeza era un asco.

—Siento eso—murmuré antes de tirar mi chaqueta al suelo y sostenerme de la pared para no caer.—Ya regreso. Me bañaré

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—Maldicion.

FLASHBACK.

—Perdon por arruinar tu noche —dijo Joy cuando subió al asiento copiloto del auto que había logrado alquilar.

—Ni te preocupes, si tú amiga está mal debes estar con ella. Te necesita.

—Y-yo... enserio gracias.

—Deja de agradecer—reí. Quizá por el alcohol en mi sangre.

—Entonces haré esto.

Los segundos parecían eternos cuando ví en cámara lenta a Joy acercarse a mí y besarme. Mi cuerpo no se negó y no paró hasta arrastrarla encima mío. El agarre que tenía en mi nuca se hacia más fuerte que mareaban mis acciones.

—He bebido mucho, Joy. No me puedo controlar.

Mis manos recorrieron su cintura hasta que el golpe de la ventana nos devolvió a la realidad. Las ventanas estaban empañadas por el aire caliente y cuando Hoy se devolvió a su asiento arregladose yo pude viajar el vidrio de mi lado para encontrarme a un oficial.

Maldición.

—Señorita, este no es lugar para apartarse. —menciono y asentí tratando de verme lo menos borracha posible.

A los minutos que se fuera miré a Joy quien se encontraba roja mirando mi entrepierna. Negué para eliminar cualquier pensamiento.

—Podemos volver a vernos... —dijo en casi un susurró.

—Creo que si.

Lo próximo que recuerdo fue apuntar mi número en su móvil y verla bajar de mi auto para poder arrancar en dirección a mi hotel. Era un locura de la cuál me sentía extraña.

FIN DEL FLASHBACK.

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ROSEANNE.

—Se veía un tanto extraña —suspire sin entender la actitud de Lisa.

La mesita comenzó a vibrar y cuando me dí cuenta que el causante era el celular de Lisa, fruncí el ceño. Quién llamaría a las tres de la mañana, no recuerdo haberla escuchado mencionar algún problema en la empresa.

Lo cogí un tanto inquieta y sentí curiosidad al ver que el detector de llamadas mostraba el nombre de Joy en la pantalla.

—¡Hola, Lisa! —hablaron del otro lado cuando mi curiosidad ganó y contesté la llamada.

La voz de la otra mujer me causó escalofríos.

—Queria saber si llegaste bien a tu casa. Soy Joy.

Joy. ¿Quién era Joy?

—¿Lisa?

Mi cuerpo se congelo cuando la puerta del bañó se abrió de golpe y la Vi caminar directo a mi dirección para quitarme el celular de las manos.

—que crees que haces.

—y-yo.

La ví colocarse el celular en el oido y atender a la tal Joy.

—¿Hola?

Lo siguiente era historia, su sonrisa que se extendía cada que escuchaba hablar a la persona de la otra línea me hacía sentir extrañamente celosa.

Me metí bajo las sábanas esperando que los minutos pasen para que Lisa termine su rara llamada. El sueño se me había ido y era aún más frustrante. La escuché despedirse después de lo que para mí fuera una eternidad. Sentí a la pelinegra levantarse del colchón, lo cual causó extrañeza y salí de mi escondite para enfrentarla.

—¿Qué haces?

—Yo dormiré en el sofá y tú en la cama. Es mejor darte tu espacio.

Entonces recordé lo que pasó hace unas horas.

—Duerme, Rosie.

Cuando se encamino al sofá de levanté como un resorte y corrí a abrazarla por detrás para evitar que siga.

—Siempre dormimos juntas Lili. ¿Que pasa?

Sonreí un tanto desesperada

—Si es por lo de antes, perdón. N-no, no sé cómo reaccionar, fui una tonta —solloce comenzando a mojar su camiseta, me sentía tan idiota.

Era una tonta, una completa tonta.

—Rosie... —se giró abrazandome—Tranquila bebé, no es tu culpa... Soy yo la que no me puedo controlar. Cuando estoy contigo siento que todo me sobrepasa. Siento que pierdo el control y tú no mereces eso. No estaba enojada contigo, lo estaba conmigo. Yo soy la idiota.

—Pero Lili... Discúlpame, no quería que te fueras, no quería que mis actitudes te vuelvan distante.

La escuché suspirar antes de llevar mi rostro a su cuello.

—Yo te quiero mucho, Lili.

—Lo sé, yo también hago lo mismo contigo, fui una idiota.

Me separé para besar su labios y abrazar su cuello con desesperación para borrar sus ideas de irse.

No podía seguir sintiendo miedo cuando Lisa me ha demostrado que ella siempre estará para mí. Por primera vez debía hacer y dejarme sentir amor. Algo que me había Sido prohibido por mucho tiempo.

—Lili... No me dejes, júrame que no me dejarás —dije tomando sus manos y llevando las a mi cintura sin saber que más hacer. —Por favor...

—Nunca.

Entonces tomó mi cintura con delicadeza y me volvió a besar para que con pasos torpes lleguemos a la cama y me cargó hasta recostarme con el máximo cuidado. Sentía como mis estómago revoloteaba ante tales acciones.

—Prometeme que no lo harás. Y nunca la rompas.

Me sonrió antes de besar mi coronillas y abrazarme.

—Te lo prometo

Después de esas suaves palabras tomé el valor de tantear su abdomen y exigir caricias. Cosas que no me fueron negadas. Sabía que está noche por fin podría dejar un pasado de mi vida para poder escribir mi nueva historia. Una en la que Lisa estaría presente.

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