Capitulo 3

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Victoria

Camino en zancadas largas por los pasillos que conduce a la biblioteca con Laila detrás mío tratando de seguirme el paso lo mejor que puede.

A unos pasos encuentro unos sofás de cuero rojo y me lanzo en unos de ellos y saco mi Laptop de mi mochila. La enciendo para terminar unos proyectos pendientes y mantener ocupada mi mente en algo y borrar la estúpida escena de hace poco.

Había quedado con Mike en que lo acompañaría a uno de sus entrenamientos y era esencial tener todo preparado y terminado, lo que menos que quería eran miradas de decepción sobre mi.

Ya tenía muchas y no necesitaba más.

Rebusco el estuche de mis lentes en mi mochila y frunció el ceño confundía al no encontrarlos.

— ¿Que carajos? Pero si los tenía aquí. -hablo para mi misma-

— Llamen a un manicomio que se nos volvió loca la niña. -dice mi mejor amiga tomando asiento en el sofa que tengo al frente y con una pequeña manzana en su mano derecha-

Ruedo los ojos con enojo y ella me regala una sonrisa burlona dejando ver su perfecta dentadura.

Laila era preciosa ante la vista de cualquier hombre con su cabello castaño rizados, su brillante piel morena, sus hermoso ojos avellanadas, labios gruesos y cuerpo de infarto. Era esa chica que seguramente te girarías a mirar más de una vez por sus delicados rasgos latinos.

— Tenemos que hablar -dice con firmeza y semblante serio-

—Si vas a continuar con tu pelea de esta mañana puedes ahorrártelo no estoy de humor.

— No, pero eso lo discutiremos luego porque de mí no te salvas  -me apunta amenazante con su manzana, asiento dándole la razón.- ¿Que carajos paso allá adentro? Te das cuenta que estaban tirándole la bronca más grande de tu vida al guapo de Denner Evans.

Hasta lindo nombre tiene el imbecil.

— Me importa una mierda quien sea, tiene toda la pinta de ser un imbecil engreído. -me recuesto en el sofá derrotada por la inútil búsqueda de mi estuche-  Además no quiero más dolores de cabeza tengo muchos para añadir uno más a mi lista.

— Primero, ¡Ey perra sucia no me hables así! Que te golpe con la primera silla que encuentre -me apunta con el dedo acusador y muerdo el interior de mi mejilla aguantado no echarme a reír-, y segundo, si se tratara de ese hombre me aguanto todos los dolores de cabeza. Además ¿no viste lo asquerosa mente sexy que es?

Niego con pequeña sonrisa 

— Pues si necesitas unos lentes nuevos porque ese hombre es la perdición en carne y hueso -le da una mordida veloz a su manzana y sonríe con suficiencia-

Ruego los ojos con desinterés y centro mi atención a la pequeña pantalla de portátil dando por terminada la conversación.

***

El día había transcurrido rápido y ya me encontraba con Mike hablando de mis clases de música. Era de las pocas personas que me escuchaba hablar por horas de mis clases de violín y aparte la única persona que sabía que tocaba violín, ni padres tenía conocimiento de eso.

— Es bueno que ese talento lo tengas tú porque seguramente yo sería un desastre -dice mi hermano jugando con pequeñas llaves de su auto entre sus dedos-

— Lo tuyo es todo lo que ponga tu vida al borde de la muerte hermanito.

Se encoge de hombros y me mira con una sonrisa dulce.

Mi completa perdición [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora