DennerSus caderas se mantenían aferradas a mi pelvis mientras no dejaba de besarla. Quería saciarme de ella, quería matar las ganas que tuve que retener esos dos días que no la vi.
Aunque nunca la incitaba a que me lo entregara, quería que ella lo propusiera hasta estar lista. Pero vaya que me resistía cuando la tenía cerca, su cabello blanco que podía llamar mi atención entre millones de personas, sus ojos que para mí eran el mismísimo pecado y sus labios que eran una perdición que no quería caer.
Pero ella me la ponía difícil.
Apretaba su trasero con fuerza mientras que ella dejaba jadeos que ahogaba con mi boca encima de la suya.
Sus manos bajaban por mi espalda arrastrando sus uñas a su paso tratando de dejar unas marcas por debajo de mi chaqueta negra de cuero. Sus mejillas estaba sonrojadas y sus pupilas estaban dilatadas.
Baje mis manos hacia el botón de sus vaqueros y de un movimiento rápido palmo con fuerza la cara de mi mano que aleje con un gruñido.
— Hoy mando yo -recordó con sus labios hinchados del hambriento beso-
Empujó con fuerza mi cuerpo contra él lavando y levantó su mirada hacia mis ojos.
Con firmeza, bajo mi chaqueta y las deslizo por mis hombros, dejando al descubierto mis brazos con un intento de dominarme y tener el control.
— Estira las manos -ordenó y después de unos segundo hice lo que me pidió-
Con las mangas del abrigo de cuero unió mis manos y comenzó hacer unos firmes y fuertes nudos. Con mis ojos seguí el movimiento de sus pequeños dedos y una sonrisa ladeada se ilumina en mis labios.
— No sabía que eras buena amarrando cosas -mi voz salió lo suficientemente ronca para que las joyas de ojos azules que le otorgaron me miraran-
— No sabes muchas cosas mi, Denner -dijo dando un último apretón al amarre de mis manos-
Abrió mis piernas lo suficiente para que su pequeño cuerpo entrara en el espacio, sus manos recocerían mi pecho con lentitud mientras mi miembro rogaba por ser liberado y si era dentro de ella mucho mejor.
Mordió su labio cuando bajo la mirada al bulto de mi pantalón y con la punta de su índice hizo presión arrancándome un jadeo.
— Jugaremos un juego, ¿te parece? - Informó y sus ojos me observaron con detalle-
— ¿Que clase de juego? -inquiri intranquilo-
Ella pareció notar mi intranquilidad y eso le divertida hasta el punto de dedicarme una sonrisa de labios cerrados.
— Yo lo llamo "Autocontrol" -pasó su lengua por su labio inferior mientras que ataba su cabello en un chongo alto- El juego consiente en que tendrá tus manos atacadas, como ahora, y tu única regla es no moverlas.
Frunzo el ceño con confusión y Victoria parece percatarse, ya que se acerca a mí a paso lento como una leona casando a su presa.
— ¿Y cuál es el punto de esta mierda? -preguntó con desespero-
Deja un beso en mis labios y sonríe.
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Mi completa perdición [+18]
RandomDos jóvenes, dos destinos que se unen en una historia de amor, traición, muerte y secretos oscuros. Él, heredero de un legado mafioso que debe llevar sobre sus hombros y cumplir con su deber familiar. Ella, una joven fuerte que lleva un pasado tra...