Capitulo 14

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Victoria

Después de todo lo que pasó hace unos minutos con Denner en la barra de la cocina, mi cuerpo se a sentido muy ligero y al tope de la calentura, esa noche después de que Denner se fue estuve en la sala de mi cuarto muriéndome de vergüenza y insultándome a mí misma por permitir eso.

Pero no podré negar que me gustó cada uno de sus roces en mi cuerpo, como moldeaban a la perfección mis senos y mis muslos, y algo que me podía jodidamente cachonda era cuando hablaba portugués.

Maldito Denner.

Mike llegó después de 10 minutos ebrio hasta la coronilla y con suerte me dio tiempo de colocarme una ropa decente, tuve que subirlo a la habitación y ayudarlo a acostarse, toda su camisa estaba llena de lápiz labial y ya puede imaginar quién es la dueña de esas marcas, una sentimiento de felicidad se incrustó en mi pecho al ver a mi hermano por primera vez divertirse.

Ya que Mike siempre está con papá haciendo cosas del trabajo, siempre que sale de su oficina, se veía agotado y verlo así me generaba preocupación.

¿Qué es lo que tanto hacen esa oficina, que hace que Mike salga enojado y agotado?

Nunca lo iba a saber por qué tenía prohibido entrar a esa oficina. Me ahorraría una buena broca de papa si seguía ignorando mi lado curioso.

Deje a Mike en su habitación y lo recosté en su cama y me desahogo de sus zapatos, los dejo en una esquina de la gran habitación echa un desorden, Mike en su hueco de la cama se remueve dormido y estira un brazo haciendo una señal de que me acerque. Me siento en una esquina de la cama y paso una de mis manos por su cabello dulcemente.

— Te perdiste de todo - dice Mike torpemente y con los ojos a un cerrados y su mejilla en la almohada.-

No, nos pedimos de nada

Cállate ya.

Desaparezco cada uno de esos pensamiento con aquel chico de ojos grises y muevo mi mano por la mejilla libre de Mike, este parece relajarse con el contacto y verlo tan vulnerable me provoca una sensación de ternura.

Mike aparte de ser el chico guapo y caliente de la universidad, como hermano es un osito, aunque Mike sea mayor por unos pocos años, el siempre busca mi hombro para apoyarse y es mutuamente somos la fortaleza, el uno con el otro, como si supiéramos que sin nos hacemos falta, nuestra fortaleza se derrumbaría y quedaríamos en pedazos y cenizas.

Es mi hermano mayor y no solo eso, es mi salvavidas y mi luz al fondo del túnel.

— Ya veo que si me perdí de mucho -digo con una sonrisa en mis labios.- Trata de dormir, ¿vale?. Mañana tenemos clases y nuestros padres llegan en la noche.

Mike suelta un quejido y sin más dejó un beso cálido en su mejilla, me levanto de la cama y camino a la puerta, echo una última mirada aquel hombre dormido boca bajo en su cama y sin más corto contacto visual y cierro la puerta a mi espalda.

Camino por el gran pasillo oscuro que me acompaña y entro a la cálida habitación, me deshago de la sudadera que coloque encima de mi camisa de tiras y la arrogo en el cesto de ropa sucia con agilidad.

Un aroma fuerte baña mis fosas nasales y el esquísito aroma llama mi atención por completo, bajo mi mirada a mi blusa blanca con arrugadas y estiro la tela a la altura de mi nariz y efectivamente, mi blusa está impregnada de ese aroma, una sonrisa estúpida se forma en mi cara y me giro en mi eje y echo pasador a la puerta.

Camino al cuarto de baño y me deshago de mi coleta de cabello y acompañado de mis pequeños pantalones que dejan poco a la imaginación, levanto mi mirada al espejo que cuelga encima del lava manos y por alguna rara razón los flashbacks en la encimera de la cocina caen como un balde de agua fría.

Mi completa perdición [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora