Mi completa perdición [+18]

Capitulo 19

Parte 2/2

Denner

Me jodia asistir a esta estúpida fiesta de último grado cuando tenía a tres putos rusos tocándome los huevos. El último reporte de Richar que envió a casa, fue que los muy cabrones transitaban cerca del vecindario de la casa de mi abuela.

Y joder, me tentaba la idea de liarme a tiro como me enseñaron pero mandaría todo a la mierda.

Los años escondidos como unas ratas, algo que no estaba de acuerdo pero por nuestra protección era importante y lo que más me temía era poner en peligro la vida de mi abuela y de Sophia.

El dolor de cabeza estos últimos días era insoportable buscando la manera de atraer a los Rusos a mi.

Sin dar a reconocer mi cara, por que si, para todas las organizaciones de las mafias. La familia Evans, esta tres metros bajo tierra.

Desde que mis padres murieron por ese ataque.. todos juraron que no solo ellos murieron, sino su generación también.

Ósea nosotros.

Que el legado que mis padres y mis antepasados levantaron, se había derrumbado como una débil estructura.

Pero salimos los tres vivos, logramos encontrar un país donde pasaríamos desprevenidos y así fue.

Por años estuvimos cuidando no solo de nuestra identidad, sino también de no llamar la atención.

Si queríamos pasar como muertos teníamos que hacerlo bien.

Will creció siendo no solo el hermano mayor, sino la mano derecha de Richar, Sophia no contaban ya que era menor y no queríamos meterla en esto.

Y después estaba yo, Denner Alexander Evans, segundo hijo de Dominick Evans Volkov y Samantha Ferreira Gray.

Dos mafiosos más temidos y respetados, que crecí como su segundo hijo, con el amor y al perfección como una regla. No íbamos a dejar morir el imperio que mis padres dejaron y así eso nos costará sangre y cuerpo.

Y aunque odiaba estar metido en esto, mis manos estaban iguales de sucias que las de Will o las de Richar

Solo que yo las ensucie solo siendo un niño de 8 años.

— Voy de salida -escucho decir a mi hermana-

Me encontraban tirado en uno de los amplios sofás de la sala mientras escuchaba a abuela contarme uno de los miles de chismes que sus otras amigas le venían a contar.

Por unos segundos mi mirada viajo al perfecto vestido que llevaba mi hermana. Un rosa pastel que se encajaba bien a su cuerpo, su espalda al descubierto y unos tacones dorados que le daban el toque de elegancia.

Se veía bastante bien, no lo podía negar, aquella belleza que sacó de mi madre, cada rasgo que tenía me recordaba a ella. Sophia era la fotocopia en carne y hueso de ella.

Es como tener un pedazo aún de ella..

— Iré a la casa de Vic, Abuela -se acerca a ella y le deja un beso cálido en la mejilla-