Capitulo 17

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Denner

— ¿Crees que si renuncio al equipo salga con mis dos geniales intactos? -pregunta Justin recortándose en el asiento del copiloto-

Lo ignoro. Y tomo asiento al frente de volante y pongo en movimiento el auto mientras a mi lado. Un imbecil chilla cantando cada canción que se cruza por la radio.

Pasó una de mis manos por mi cara retirando cualquier señal de cansancio. Y no hace falta decir lo mal que dormir anoche.

Si no fuera recibido aquella llamada provocativa de una chica de ojos azules y hacerme buscar cualquier cosa para calmar lo jodido que me dejó anoche. Me ahorraría el cansancio de ahora.

Pero... Joder.

Escucharla jadear mientras se tocaba era jodidamente excitante y como se quedaban sin aire por llegar al orgasmo. El sonido de sus gemidos era un deleite para mis oídos y una perdición para mi cuerpo.

La perdición de salir de estas cuatro paredes y hacerla mía.

Pero aunque la idea me tentara. No iba joder la ronda ganada que me hice en el baño del cine y más conociendo a Victoria.

La llamada fue una sutil estocada, una jugada maestra orquestada con la intención de dejarme pendiente de un desenlace que no iba a llegar. Una vengativa forma de mantenerme expectante y deseado. Y para su buena suerte.

Lo logró.

— ¿Me estás escuchando, tío? -Pregunto Justin mirándole sacándole de mi trance-

Alejó mis pensamientos y con mi mirada aún en la solas calles. Asiento lentamente rogando a mis adentro que eso fue suficiente para que se callara.

— ¿Entonces si? -preguntar-

Lo miro por unos segundo y frunzo el ceño con confusión. Justin me mira y por su cara parece querer estamparme un puñetazo en la cara.

— Estaciónate en esa cafetería -dice apuntando una pequeña cafetería con ventanales llenos de flores de muchos colores-

Dios. Dame paciencia, por qué si me das fuerzas lo mato.

Sin ninguna salida a este problema. Giró a la dirección de aquel lugar y estaciono a lado de la acera.

Nos bajamos y nos encaminamos a la entrada aún con el cansancio carcomiendo mi cuerpo. Al entrar al lugar, una onda de aromas intensos me envuelven, con la fragancia del café molido y del expreso que se escapa de la máquina, inundando mis sentidos.

Justin pasa por mi lado y camina al mostrador, mientras yo me quedo parado a un lado de la puerta con las manos en los bolsillos. Y rogando que no arme una puta plástica con la cajera.

Un risa delicada se hace presente en el lugar y levantó la mirada del suelo y la pasó por el abandona lugar buscando el dueño de esa risa. Hasta que mis ojos se detienen en un cabello blanco y ojos azules. La miro por unos segundos y mi mirada re cae en la figura alfrente de ella.

Una figura de un castaño que podría reconocer de inmediato. Este parece decirle algo que hace que aquel sonido dulce vuelva a retumbar en mis oídos. Y mi ceño se frunza.

Aprieto la mandíbula con fuerza hasta sentir que me hago daño y cierro mis manos en unos puños aún dentro de mis bolsillos y me remuevo inquieto en mi lugar hasta que unas pisada provoca que corte contacto con aquella desagradable escena. La figura de un rubio con una sonrisa aparece en mi campo visual.

Justin me extiende una botella de agua y la recibo de inmediato. Este con una sonrisa abre su botella y toma un trago largo hasta que su inquieta y curiosa, mirada me estudia. Y como si fuera un puto brujo gira su cabeza a la dirección de aquella mesa donde no a dejando de escucharse risas.

Mi completa perdición [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora